Si no fuera porque, de haber habitantes en la Luna, estos me
merecerían el máximo de los respetos, el informe de la Fiscalía Anticorrupción
que afirma que en la estafa de las Preferentes no hubo delito, merecería el
calificativo de lunático.
La estrategia emprendida por distintas entidades
financieras; con el denominador común de haber producido en sus cuentas unos
agujeros de dimensiones cósmicas, con el objetivo de disfrazar las pérdidas
cuantiosas en sus respectivos balances; consistente en buscar clientes/pardillos
de un perfil determinado: Disponer
de unos ahorros de seis o más cifras, carecer de la formación necesaria para
conocer el blindaje de la cárcel dónde iban a meter su dinero y confiar en la
palabra de su banco de toda la vida.
No merece ser castigado.
Aplicar una estrategia comercial agresiva, a menudo con
engaños, por parte de los empleados bancarios que daban la cara, a su vez,
presionados por sus directivos para “no hacer prisioneros” y sepultar el dinero
mediante contratos con unos plazos que superaban ampliamente la esperanza de
vida de los “inversores involuntarios” (para vender preferentes con plazos de
50 años a personas con más de 60 hay que tener la cara muy dura), resulta que
no es delito.
Probablemente nos encontremos ante un simple problema
semántico: Al parecer, el
significado del término “Fiscal” como “funcionario que defiende los intereses
públicos” ha quedado obsoleto y debería sustituirse por el de “funcionario que
retuerce la Ley para adaptarla a los intereses de los que detentan el poder” y,
si nos fijamos en el término “Anticorrupción” las lágrimas invadirán nuestros
ojos y nos impedirán seguir con la lectura. Sugiero humildemente que pase a llamarse “Acusador de Conveniencia”
y, de ese modo, no dudaremos de cuáles son sus fines.
A este marasmo de despropósitos cabría añadir las
declaraciones del Presidente de la Audiencia Nacional que, muy en su papel de
sesudo jurista, ha afirmado que, de ser considerado delito, se produciría un
colapso de la Audiencia por el importante número de denuncias que atender. Me he fijado bien y no se aprecian
signos de libación excesiva de sustancias espirituosas, lo que pudiera dar una
explicación coherente a esas palabras sin sentido. Es como si, ante una epidemia de Meningitis, el máximo
responsable médico justificara que no se considerara enfermedad para evitar el
colapso de los hospitales.
A los cientos de miles de millones de euros, a pagar por
todos y cada uno de los españoles, aportados para tapar el dineral volatilizado
de la banca, ahora hay que añadir lo sustraído mediante el timo de las
preferentes, que se contabilizará como “generosa aportación a la banca de
donantes involuntarios”.
Si éste fuera un país serio, el Fiscal Anticorrupción,
debería haber sido destituido inmediatamente y, de la mano del Presidente de la
Audiencia Nacional, destinado a la cría de orquídeas en Los Monegros, cobrando
a comisión y, todos los intervinientes necesarios en la estafa, responder con
su patrimonio y dar con sus huesos en prisión y, si se colapsan las cárceles,
se construyen todas las que haga falta y, de paso, se revitaliza el sector de
la construcción.
3 comentarios:
Perdón por la expresión: manda cojones. Pero esta gentuza que se han creído que nos vamos a quedar tan tranquilos mientras nos roban impunemente. Quiero a todos los responsables de este gran robo en la carcel pero ya.
Como de costumbre, con que facilidad expones en tu artículo lo que pensamos muchos, muchísimos. Mientras haya gente como tú, que lucha y critica a esta gentuza, tenemos alguna esperanza.
Banqueros, Políticos Y Fiscales Anticorrupción al desierto del Sahara, dentro de un bunker de 100 metros de altura.
Antes de estallar el tinglado (le llaman crisis), decían que los políticos corruptos, eran casos aislados, hoy podemos decir: "Está todo podrido" y lo que son casos aislados, son los honrados y entre estos hay que lo son porqué no tuvieron oportunidad de entrar en "la mordida".
Lo más triste, es que según las encuestas volverían a ganar ¡Es para echarse a llorar!
Saludos.
Publicar un comentario