De todos es sabido que, cualquier ser vivo, en las
postrimerías de su vida se ve rodeado de una serie de animales, cuya base
alimentaria se reduce a carroña, que van cogiendo número a medida que llegan,
para despiezar y devorar al finado unos segundos después del óbito.
España es un potencial supermercado para estas alimañas que,
si bien en el ámbito natural, prestan un servicio impagable a la salud del
medio, en la pretendidamente avanzada sociedad humana, no son sino liquidadores
de estorbos en pos de una mejor cuenta de resultados.
Al olorcillo de la penuria, ha parecido uno de estos
depredadores de la desesperación, de nombre Victor Grifols, que pretende abrir
el mercado con la compra (legalizada, por supuesto) de un valioso trofeo: La
sangre de parado.
No tengo la intención de entrar en la borrachera de números
y pretendidos beneficios para los proveedores
del fluido vital que el mercader de sangre ofrece, sólo sé que nuestra sociedad
puede presumir de tener las personas más altruistas y solidarias del
mundo. Un ejemplo como, hasta hace
dos días, era nuestro sistema sanitario.
Una vez abierta la veda de víscera de parado encontraremos
un mercado macabro donde se valorarán, según salud y edad del aportante, a
tanto el riñón, pulmón, córnea, hígado o médula ósea.
Tenemos un 50 % de nuestra población menor de 30 años en
paro y sin perspectivas de futuro. ¿Por qué? En el mundo hay cientos de millonarios deseosos de pagar lo
que haga falta por recambios de esos órganos que, paulatinamente, se les van
muriendo. Grifols nos enseña la
vía de solución para todos los parados del mundo. Si pretenden pagar 50 euros por 450 cc de sangre, echad la
cuenta del precio de un páncreas…
Tenemos tanta materia prima como pocos escrúpulos
3 comentarios:
Muy bien explicado Andres, pero una pregunta: tu que piensas: entre donar altruistamente o que te paguen por el plasma, por que opción se va a decantar la gente?
Yo creo q el nivel de donaciones descendería abruptamente y todos se irian a cobrar los 60 euros por el plasma.
Estimado Andrés, gracias por su participación y tomarse la molestia de hacerme llegar su opinión.
Sospecho que ha entendido perfectamente el espíritu del texto, que pretende señalar la deriva, a mi juicio peligrosa, que va tomando nuestra sociedad que pretende sacar réditos comerciales de cualquier cosa, aún poniendo en riesgo el sentido altruista que está detrás de la donación de sangre u órganos.
Conozco el trabajo de Grifols y me consta que es una empresa importante del IBEX 35, no obstante, considero la mención a los parados como un gesto lamentable y aprovechado.
Como cualquier persona es usted libre de tener una opinión distinta y manifestarla, faltaría más, pero yo expongo la mía y para ello tengo este blog.
Cuando alguien señala la luna sólo el necio mira el dedo.
Se me ponen los pelos de punta al releer el post, pues no es el único que he leído que apunta una "evolución" en ese sentido tan siniestro de convertirnos, en parte, en "almacén de carne fresca" para los ricos.
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