Hoy es el día en que se ha cambiado la hora, adelantando le
reloj 60 minutos, para adoptar el horario de verano; en teoría para ahorrar
energía (con opiniones favorables y contrarias) pero, en un país eminentemente
turístico, que anochezca a las 22 h. es una bendición para ciudadanos,
visitantes y el gremio de la hostelería.
Esta inocente variación temporal sirve de espoleta para que florezca un
gremio que, salvo en las reuniones navideñas, llevaba todo el invierno
dormitando en su guarida: El Cuñado, y lo hará echando pestes de este cambio de
hora, señalando que es un tributo a Franco, que es quien lo implantó en España
y que, a su vez, dicen que lo hizo para tener el mismo horario que la Alemania
nazi. Lo de que se cambie en casi toda
Europa no les consta aun siendo cierto. Ese es un motivo poderoso para
instituir el último domingo de marzo como el Día Mundial del Cuñado.
Partamos de la verdad: Desconozco si existe esta
conmemoración planetaria aunque, de no estar recogida en el calendario, debería
incluirse de inmediato, ya que es una figura de implantación mundial y alcance
universal.
La definición formal del término “Cuñado”, aparentemente
sencilla, oculta toneladas de maldad: Hermano político (valga también hermana),
es decir, cónyuge de nuestro hermano o hermana, o hermano o hermana de nuestro
cónyuge; que parece un trabalenguas pero qué cuestión familiar no lo es. Lo que ya va adquiriendo precisión son
los valores que lo adornan: Tiene un infinito conocimiento de todas las disciplinas
importantes para la vida en sociedad: Medicina, economía, política, sociología,
cocina, mecánica, mecánica cuántica, comercio, meteorología, física, lengua
española y extranjeras, educación, sicología, historia, decoración de
interiores, bricolaje, jardinería, moda, literatura, cine, fotografía, nuevas
tecnologías, comunicación y, sobre todo, fútbol; combinándolas sabiamente en
defensa de sus argumentos.
Utiliza unas frases recurrentes, a modo de mantra, que
ejercen un efecto hipnótico en su interlocutor de turno y le granjean respeto y
consideración: “No tienes ni puta
idea”, “Déjame a mí, que controlo mucho”, “Te engañan como a un chino (como si
a los chinos se les pudiera engañar)”, “Yo fui el primero que lo hizo”,
“Conozco un sitio que lo venden por la mitad” o “Estos son todos iguales, lo
que tienes que hacer es votar a …” son solo unas pequeñas perlas del amplio
repertorio que domina.
Si hoy te topas con alguien de estas características, no
dudes en felicitarle, es su día y merece reconocimiento. Una última pero importante reflexión: El
cuñadismo, por sí mismo, es una condición recíproca; si tú tienes cuñados, tú
también lo eres. Ya sabes, un gran poder conlleva una gran responsabilidad.
P.D.: Como buen cuñado o cuñada que eres, habrás detectado numerosos fallos en este texto que te ruego plasmes en forma de comentario. Gracias.
3 comentarios:
No tienes ni puta idea. Las Cuñadas son una especie diferente, más evolucionada y tocadas por la varita mágica de la maldad congénita. Merecen un tratamiento exclusivo, no una vulgar generalización. Eres un mediocre
Muy gracioso!! Los cuñados (y habrá que especificar género? Ahora resultan que algunas personas se sienten excluidas si no haces la especificación...) vienen rn todos kos colores, humores y personalidades. Mis cuñados son como el día y la noche pero definitivamente son valiosos porque son parte de mi pareja. Felicidades en su día!!!
Malditas cuñadassss
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