En estas fechas es tradición rendir culto a los difuntos,
recrearnos en leyendas esotéricas que ponen los pelos de punta, jugar con el
concepto del miedo y sus causas, buscar sensaciones terroríficas o disfrazarnos
de personajes que provocan temor por desconocidos o mala fama, como brujas,
monstruos, locos y demás. Todo está muy manoseado y envuelto en ese celofán comercial
que lo infantiliza. ¿Quieres pasar miedo de verdad? Párate a pensar un rato en
estos nueve elementos cotidianos que nos rodean por todas partes:
La Iglesia Católica es la institución mundial que más ha
hecho en la historia en pos de la paz, el amor al prójimo y hacer el bien. Diríamos,
para ser más precisos, la paz de los cementerios y el amor a los hijos del
prójimo y hacerse con los bienes de los demás.
Confiamos en la justicia. Pero estamos comprobando, un día y
otro y otro, que la justicia no es tan ciega como dicen, está tuerta del ojo
derecho y por ese lado no ve nada. Ni ganas.
La Policía investiga. El que la hace, la paga. Basta un
indicio de la comisión de un delito para que la policía se ponga a investigar,
implacable, sin importar quién sea quien está detrás. Lástima que luego lleguen
los que la dirigen y la ninguneen, manipulen o perviertan su trabajo.
La banca es necesaria para que funcione el sistema. Recoge
los bienes de todos, los guarda con celo y, a cambio, nos da seguridad y una
pequeña compensación. Mirándolo en la práctica, se queda con nuestro dinero y
nos cobra por hacer negocios con él; si consigue beneficios, van a su cuenta de
resultados y si son pérdidas, las pagaremos nosotros.
Los políticos son personas y, como tales, tienen sus virtudes
y sus defectos, sus defectos, sus defectos, sus defectos o sus defectos. Lo
malo es cuando se les olvida, se vienen arriba y se ponen a presumir de
ejemplares. Lo peor, cuando nos creemos que tienen razón.
El periodismo es una profesión noble, el contrapunto
necesario para evitar que cometan abusos los que ostentan el poder, poniendo
sus desmanes en conocimiento del pueblo. Lástima que (casi)todos trabajen en
medios de comunicación que tienen sus consejos de administración, sus
inversores y persigan el máximo beneficio.
El ejército lo forman un grupo de hombres y mujeres
dispuestos a sacrificar su vida por defender su patria y los ciudadanos que la
forman. Están armados hasta los dientes, disponen de los últimos avances
tecnológicos y, a menudo, están mandados por personajes siniestros que deciden
quien vive o muere por sus propios intereses.
Te preocupa tu salud e intentas comer del modo más sano
posible: buscas alimentos naturales, huyes de los ultraprocesados y los cocinas
buscando respetar sus nutrientes. Pero los pesticidas están en cada elemento de
la cadena trófica, desde los vegetales hasta los animales que los ingieren y no
es posible encontrar ningún elemento sin ellos y, como son relativamente recientes,
se desconocen sus efectos en el organismo a medio y largo plazo.
Toda la tecnología que nos hace la vida más fácil está encaminada a tenernos controlados y vigilados todos los días a todas horas ¿por qué, si no, nuestros amigos inseparables, los teléfonos móviles graban y transmiten nuestras conversaciones cotidianas (no solo las telefónicas), los lugares que visitamos y con quién.
La Tierra era ese paraíso natural donde convivíamos con el resto de especies animales y vegetales, respetando sus estructura y recursos. Ya no. Ahora es un sucio horno en progresivo calentamiento que responde como un ser vivo defendiéndose de nosotros hasta que uno de los dos perezca.
Toda la tecnología que nos hace la vida más fácil está encaminada a tenernos controlados y vigilados todos los días a todas horas ¿por qué, si no, nuestros amigos inseparables, los teléfonos móviles graban y transmiten nuestras conversaciones cotidianas (no solo las telefónicas), los lugares que visitamos y con quién.
La Tierra era ese paraíso natural donde convivíamos con el resto de especies animales y vegetales, respetando sus estructura y recursos. Ya no. Ahora es un sucio horno en progresivo calentamiento que responde como un ser vivo defendiéndose de nosotros hasta que uno de los dos perezca.
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