Se denomina balística a la ciencia que estudia las balas y
proyectiles, su trayectoria, velocidad y efectos tanto en el mecanismo que lo
dispara como en el elemento que recibe su impacto; en contra de lo que algunos
creen, que se refiere más al estudio, interpretación e interacción con las
ovejas mediante el uso de balidos o, quizá para algunos privilegiados, una
referencia completa a la paradisíaca isla de Bali, perteneciente a Indonesia.
En su definición genuina, la balística analiza todos los
aspectos que influyen para que un proyectil alcance su objetivo tras la
aplicación precisa de una técnica de disparo y la descripción impecable de una
trayectoria curva ya prevista. La
pregunta que ha provocado esta disquisición es ¿Podemos es un proyectil?
Un rápido análisis nos conducirá a una respuesta
afirmativa: Su composición, forma,
sustancia detonante e, incluso, su color fueron definidos al calor (o a la
sombra, según se mire) del 15M.
Tras un proceso de fabricación relativamente rápido, se sometió al banco
de pruebas de las Elecciones Europeas de 2014 donde logró unos resultados
bastante aceptables. No obstante, se
recalibró su carga, corrigió la derrota (de derrotero, aún) y volvió a
probarse, mediante distintas configuraciones en forma de marca blanca, en las
Municipales y Autonómicas de 2015.
Los exitosos resultados; sobre todo en grandes ciudades, no tanto en
núcleos más pequeños; fueron escrutados científicamente y, como resultado, se
presentó al mundo el “misil” que fue disparado el 20D. Los plazos y objetivos se iban
cumpliendo de modo aceptable aunque ¿aceptable para quién? Lógicamente para quienes diseñaron el
arma, la cargaron y dispararon pero ¿tienen nombres y apellidos? Sí y, al menos en sus arranques (y creo
que todavía), son las caras y nombres por todos conocidos.
Con frecuencia se tiende a hacer cálculos teóricamente
impecables que fallan al someterlos a la cruda realidad y las trayectorias
balísticas también. Las pruebas
realizadas a los resultados del 20D señalaron el camino a seguir pero, igual
que una bala que se dirige derecha a su diana puede ser desviada por el viento,
el misil Podemos cambió su vuelo empujado por unos enemigos implacables: la
soberbia, la arrogancia y la autosuficiencia. El caso es que, cuando se fijó el 26J como nuevo objetivo,
Podemos ya había sido disparado y volaba a toda velocidad con rumbo a un lugar
lejano a sus propias expectativas.
Hay quien cree que, aunque su destino teórico era la victoria electoral,
el objetivo real (logrado) fue dejar gravemente herida a la izquierda de este
país: Primero mediante la fagotización traumática de Izquierda Unida y,
después, lanzando las redes en los caladeros de voto frecuentados por el
PSOE. Yo, sinceramente, creo que
no; pienso que la criatura empezó a crecer sin control y se les ha ido de las
manos.
Volviendo a la balística, cuando un misil en vuelo se desvía
peligrosamente de su trayectoria y, no sólo, fallará en su impacto sino que
puede provocar cuantiosos daños colaterales, quienes lo controlan tienen el
dedo posado en un botoncito rojo bajo una etiqueta que pone
“Autodestrucción”. Aún es posible
emprender alguna maniobra de última hora que corrija la trayectoria y concluya
en un gobierno de izquierda. Si,
con su acción u omisión, el PP vuelve a gobernar los millones de perjudicados
no lo entenderán y obrarán en consecuencia.
Resumiendo: Partiendo de la definición académica de "Balística", podemos llegar a cualquiera de las otras dos definiciones apócrifas, la que juega con las ovejas manipulando sus balidos y la que, en consecuencia con lo anterior, persigue un plácido retiro en las playas de Bali.
Resumiendo: Partiendo de la definición académica de "Balística", podemos llegar a cualquiera de las otras dos definiciones apócrifas, la que juega con las ovejas manipulando sus balidos y la que, en consecuencia con lo anterior, persigue un plácido retiro en las playas de Bali.
¡OJO! El de Podemos no ha sido el único proyectil desviado,
otros han mantenido una trayectoria zigzagueante e imprecisa que ha impactado
no se sabe dónde, pero eso será motivo de otro artículo.
1 comentario:
Está visto que no hay manera de coincidir. Me gusta mucho cómo escribes y me parecen muy acertados loa símiles que usas pero no me gusta nada lo que escribes (parece que Podemos te deba algo). Yo creo que lo vuestro se puede arreglar, es cosa de que lo habléis.
Un abrazo
Publicar un comentario