lunes, 23 de julio de 2012

LA METÁFORA DEL SOLITARIO


De niño siempre tuve predilección por las Ciencias Naturales tanto en su manifestación mineral, como en la vegetal o la animal pero, en algunas ocasiones, determinados conocimientos, mezclados con la imaginación desbordada de un niño de 8 años, me jugaban malas pasadas.

Una de esas experiencias inquietantes me abordó cuando, estudiando la clasificación de los invertebrados y, concretamente a la hora de ver los gusanos, me topé con los platelmintos y el ejemplo que, magníficamente ilustrado, traía el libro: La Tenia o Solitaria.

Siempre fui un niño orondo con marcada tendencia a la esfericidad (o sea, estaba gordo) y, de una parte, provisto de un hambre voraz y, de otra, una vitalidad que me hacía ir corriendo a todas partes pero no había manera; el metabolismo se negaba a darme tregua y, por lo tanto, no era en absoluto sospechoso de haber contraído la Solitaria como quienes, parece ser, comen desaforadamente y cada día están más delgados por la sustracción de nutrientes que alimentan al parásito de cabeza aterradora y varios metros de longitud.
Pues, aplicando el mismo principio, España se está quedando en los huesos por la acción implacable de la Tenia que, en su estado adulto, llamamos Mercados; en su estado joven, conocemos como Bancos y, en su estado larvario, denominamos Corruptos de Mierda.  Tres conceptos distintos y una sola realidad verdadera: La Puta Ruina.

El estado se agrava por momentos y, el facultativo que se ha hecho cargo del paciente, tiene un expediente impoluto como… Registrador de la Propiedad.  Afectado por una inédita variante del Síndrome de Estocolmo, detrae voluntariamente los nutrientes que deben alimentar las células del organismo y se las sirve en bandeja al insaciable parásito que, lejos de saciarse, siempre pide más. 
Conclusión (elíjase la que se considere acertada):
A) No tiene ni puta idea y camina por la consulta como un boxeador sonado lanzando golpes a un contrincante imaginario.  No vale para esto y debe convocar elecciones para dejar paso a alguien que sepa lo que debe hacer.
B) Sabe exactamente lo que está haciendo y obedece instrucciones con una precisión quirúrgica.  Debe ser puesto, inmediatamente, a disposición judicial y convocar elecciones para que nos gobierne quien sepa aplicar el tratamiento adecuado.

 Por cierto, en el momento de escribir esto, la fiebre del paciente está en 642 puntos básicos. Mortal.

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