sábado, 30 de noviembre de 2013

Un último servicio a la patria


El debate, en el Consejo de Ministros, era todo lo apasionado que puede ser cuando hay varias posturas enfrentadas: una parte defendía el elegante porte que luce Elsa Pataky en los embarazos, otra apostaba por la serenidad de Sara Carbonero y, una tercera, se posicionaba en la arrebatadora belleza de Pilar Rubio.  Todo eran argumentos a favor y en contra cuando sucedió.

La plata, imitando primorosamente unas ramas de bambú, con la que están forradas las cajas de tabaco y los botes para bolígrafos ennegreció de golpe.  El hedor nauseabundo, espeso y ponzoñoso, debía llevar ya un rato reptando sobre la tupida alfombra hasta que un movimiento de piernas creó un remolino y lo hizo emerger.  La reacción, en estos casos, olvida etiquetas y protocolos y se muestra con toda franqueza:

-¡Joder! ¿Quién se ha cagado?.-  Gritó de Guindos mientras se abanicaba con unos papeles.
-Habrá sido Fétida, con ese culo que parece una plaza de toros…-  Acusaba Wert señalando con el dedo a Fátima Báñez.
-Tú si que ereh apestoso, que tenemo que taparno la nariz para votar tu mierda de ley.-  Replicó Bañez acompañando las palabras con sus gestos.

El efecto en el Gobierno había sido demoledor; Soraya, Mato y Ana Pastor, ojos enrojecidos y llorosos se pasaban entre sí clínex empapados en Colonia Nenuco;  Soria pedía a gritos que nadie fumara, que ese gas era metano puro; Morenés, visiblemente trastornado, se había levantado y entonaba la primera estrofa de “La Muerte no es el Final” y Jorge Fernández Díaz se lamentaba por cuánto estaban ofendiendo a España.

Gallardón daba una imagen patética, las pegatinas que llevaba sobre los ojos, sustituyendo a sus cejas naturales, podadas con saña, se habían desprendido y enrollado sobre sí mismas aparentando una cara entre dos signos de admiración.  Engolando la voz dijo: -Como Notario Mayor del Reino puedo dar fe que, este pedo, es casi peor que el que se tiró Esperanza en la reunión de la Dirección.-

-Si pero te recuerdo que Esperanza se puso en pie y dijo “He sido yo; ya que me tengo que comer vuestra mierda, por lo menos oled la mía”.  Lo de hoy ha sido a traición y amparado en el vil anonimato.-  Apostilló Rajoy, colorado como un carabinero a la plancha, sin moverse de su sillón.

El efecto tóxico del gas hizo estragos en Montoro disolviendo la gomina que sujetaba sus guedejas que, inmediatamente, se rizaron alrededor de su calva dando la risible imagen de un payaso con gafas.  Cañete, medio trastornado por el pestuzo, medio trastornado por la imagen, rompió a reír y llorar simultáneamente.

Todos sufrían, nadie confesaba.

Transcurridos diez minutos, con las partículas más contumaces aún “persistiendo en boca”, Rajoy se atrevió a poner paz: -Como veo que el culpable no ha tenido arrestos para confesar su infamia, atribuiremos la autoría a la herencia recibida del Sr. Zapatero en un último servicio a la patria.-  Todos asintieron en silencio.


Así se escribe la Historia.

lunes, 25 de noviembre de 2013

25 de Noviembre. Día Internacional Contra la Violencia Hacia las Mujeres


MI MARIDO, MI EXMARIDO... EL ANIMAL ESE

Que bonito tiene que ser eso de poder volar... Bonito... Sugerente... Enigmático... Romántico... No sé, quizá sea por eso que la humanidad lo ha intentado desde siempre. Estoy segura de que todos, en alguna ocasión, hemos soñado con esa sensación maravillosa de ir flotando por el cielo, sobre una nube, sin más destino que el que marque el viento... Relajada ... Libre. De vez en cuando sumergirte en una nubecilla de algodón, haciendo cabriolas según avanzas hasta que... ¡Zas! Te estampas contra una montaña que estaba ahí desde siempre pero, flotando en tu fantasía, no la viste. Y caes, dolorida y desmadejada, dando tumbos por la ladera hasta el fondo de un precipicio.

Más o menos así es como me sentí la primera vez que me pegó mi marido, mi exmarido... el animal ese.

Y, como en las películas, cuando hay un accidente en la montaña, de inmediato arranca la Operación Salvamento. Ante mi estupor, mi dolor y mi sorpresa me abrazó. –¡¡No sé lo que me ha pasado, cariño, perdóname, perdóname, perdóname!!- Me decía llorando. Y yo aturdida, enamorada, le creí.

Con el paso del tiempo se me olvidó lo que había hecho ¡Cómo se puede ser tan tonta! Y vinieron los niños, los tres seguiditos: Arturo, Jorge y Patricia, así, de tirón, en tres años, tres niños. Yo creo que fue entonces cuando apareció, cuando se mostró abiertamente, sin careta, la mala bestia que vivía en mi casa: Que si “Joder, te has puesto como una vaca”; que si “Esta comida es una puta mierda”; que si “Eres una inútil”. Cada día avanzaba un pasito más y yo no entendía nada.

En mi soledad me iba hundiendo poco a poco. Mi madre estaba en el pueblo, los pocos amigos que tenía eran también los suyos y el cura... luego hablaré del cura. Debió ser por entonces cuando, por fin, me anuló, cuanto más me esforzaba por agradarle o por evitar sus broncas y sus insultos, ya no lo sé, más se crecía él. Venía por casa cuando le parecía, me tiraba la comida a la cara, se gastaba todo el dinero ¡Que lo ganaba él, decía! ¡Que yo no sabía administrar una casa, que yo no sabía ni sumar! Yo no quería nada para mí pero no podía permitir que los niños fueran como pordioseros, que les faltara comida o pañales o ropa o juguetes, lo que sea.

Y se lo dije. Llegó a casa a las tantas, borracho pero se lo dije, muerta de miedo pero se lo dije.

El primer golpe no lo vi venir, ni el segundo, ni ninguno. Sólo me recuerdo tirada en el suelo, hecha un ovillo, recibiendo cada puñetazo, cada patada, cada insulto sabiendo que no lo merecía pero ¿quién merece eso? Nadie, ni siquiera él. Luego, cuando se cansó, satisfecho de su comportamiento indigno, me tiró encima un puñado de billetes y se marchó.

Al cabo de dos días eché de menos a mi marido, mi exmarido... el animal ese y, preocupada, me acerqué a la comisaría. Me veía desde fuera, como en las pesadillas, deambulando magullada como un zombi, me preguntaron si quería poner una denuncia -¿Por la desaparición?.Pregunté yo. –No, por los malos tratos .Respondió la mujer que me atendió. Y desperté.
Durante el reconocimiento médico, las charlas con la psicóloga y después con la abogada fui recordándolo todo, punto por punto, palabra por palabra, insulto por insulto y golpe por golpe.

Tomé conciencia clara de quien era yo y quien era él, quien no era él. Me hice un firme propósito, un compromiso: el de no volver a consentir que ocurriese. No me alimentaba el odio, de verdad, sólo quería hacerme justicia a mí misma, recuperar mi persona y mi dignidad.

Arturo, mi hijo, mi Arturito, estaba haciendo la catequesis y una tarde me hizo llamar Don Adolfo, el cura. Me dijo que se había enterado por el niño de que sus padres estaban separados y me recordó que el matrimonio es indisoluble, que debía guardar respeto al padre de mis hijos. Si consentía en volver a la normalidad, me dijo, él mismo hablaría con mi marido, con mi exmarido, con el animal ese para solucionarlo todo. Le expliqué lo sucedido y me negué en redondo a su proposición y, para mi sorpresa, en vez de entenderlo, me amenazó con no celebrar la comunión del niño. ¿Quería borrar de un plumazo todo el drama de mi vida con un vulgar chantaje? Ni loca, respondí, y ni mis hijos ni yo hemos vuelto por una iglesia.

Con el tiempo mi vida se fue normalizando, empecé a trabajar en lo que pude... ¡Qué remedio! Y no volví a ver al bestia hasta que nos citaron en el juzgado. Para ser sincera fue una situación muy desagradable. Al entrar, él me pidió perdón, me dijo que había cambiado y que quería volver a intentarlo. Yo le dije que no. Buscó entonces por el lado emocional, me dijo que me quería y echaba mucho de menos a los niños. Yo le dije que no. Y volvió por sus fueros: voces, amenazas, algún amago violento, todo esto en el juzgado, me hubiera reído si no hubieran vuelto mis fantasmas y no estuviese muerta de miedo. Pero me mantuve firme.

Un día, al volver del trabajo, estaba en el descansillo de la escalera cuando escuché el teléfono de casa. Abrí corriendo la puerta y fui al salón a cogerlo. Era mi abogada. Mientras le escuchaba, eché un vistazo rápido por el salón y allí estaba él, sentado en un sillón. No sé como había entrado, pero el brillo de sus ojos no presagiaba nada bueno. Noté como la sangre se me bajaba a los pies y oí que el teléfono seguía hablando. Presté, mecánicamente, atención al auricular y la voz de mi abogada decía: -Vengo del juzgado, tu marido ha perdido el juicio. Respiré hondo y, antes de colgar, le dije: -No lo sabes tú bien, avisa a la policía.
Cuando mi cuerpo atravesó la ventana el tiempo se ralentizó... Me dio tiempo a visitar, como cada noche, la habitación de mis hijos, a remeter las mantas, a darles un cálido beso en la frente y a decirles adiós. También vi mi nueva y feliz vida sin él y... durante tres eternos segundos... fui verdaderamente libre.

domingo, 24 de noviembre de 2013

Dos eternos años, dos


Don Mariano Rajoy Brey, envidia de Pinocho, ganó las elecciones hace dos años, con freno y marcha atrás, donde hemos vuelto a los libérrimos años sesenta.  En este tiempo, a ritmo cansino y machacón pero imparable, la Justicia y la prensa han ido desentrañando un entramado delictivo en el Partido Popular que, convertido en holding del latrocinio, ha amasado una cantidad brutal de dinero, de procedencia pública, oculto en paraísos fiscales.  De momento, solo está recogido a la sombra un reputado comisionista que hacía las veces de tesorero pero espero, confío y deseo que todos los implicados desfruten de una jugosa beca de Instituciones Penitenciarias, empezando por el Presidente.

Esa poderosa maquinaria de corrupción no podría haber funcionado sin una colaboradora imprescindible, la Banca, que, siguiendo el ejemplo de unos y otros, emprendió una estrategia de sacarle a los ciudadanos/clientes hasta el último céntimo para, después, hacer desaparecer grandes millonadas que, con el tiempo, han debido ser repuestas con dinero público. Nuestro dinero.

Esa descapitalización del Estado ha obedecido a una lógica implacable ¿Por qué tiene que usarse este dineral en pagar servicios para los pringados/paganos, pudiendo estar en unas cuentas en las Islas Caimán?  Y, así, mediante un calculado proceso de privatizaciones, externalizaciones, concesiones y adjudicaciones (en muchos casos al otro lado de la línea de lo legal) con todo el descaro del mundo, el dinero público a migrado de los Presupuestos a las cuentas de resultados.

La crisis, de un lado sobrevenida y, en su mayor parte, provocada, ha sido la excusa perfecta para pasar al cobro determinadas facturas/deseos/exigencias que algunos lobbys patrios tenían en mente. Veamos:

Cuando Rajoy accede al poder hay 4,5 millones de parados que él promete reducir drásticamente.  La CEOE llevaba muchos años añorando una legislación laboral adaptada a sus intereses y lo más cercana posible al despido libre.  Dos eternos años después y una brutal Reforma Laboral de por medio, hay 6 millones de personas sin empleo y, probablemente, se endurezca aún más la legislación hasta que los Empresarios se salgan con la suya.  La lógica es aplastante:  La política nos vende que sin recuperación no hay empleo pero la gran patronal sabe a ciencia cierta que es al revés, sin empleo no hay recuperación y ellos tienen la llave del empleo a buen recaudo hasta que se cumplan sus exigencias y suelten a los 50 millones de rehenes que tienen secuestrados.

Sin resolver el gran problema nacional, el Desempleo, no habrá cotizantes a la S. Social (adiós pensiones), un buen dinero se irá en pagar prestaciones, no habrá consumo interno que tendrá la recaudación de impuestos bajo mínimos y, sin impuestos, olvídate de sanidad, educación, dependencia, obras públicas, etc.

Estamos en un periodo vergonzante:  Los beneficios empresariales están en máximos históricos y hay gente pasando hambre, literalmente.  Mientras tanto, la Iglesia Católica se lleva el equivalente al 1,5 % del PIB de un ¡Estado aconfesional! los gastos de Defensa disminuyen formalmente en los PGE pero aumentan, año tras año, mediante partidas bastardas; las grandes fortunas tributan al 1 % y los medios de comunicación están en “Modo servil” para poder sobrevivir mediante subvenciones encubiertas, cuentas publicitarias públicas y favores privados (que luego tendrán que devolver).


Las expectativas de protesta entre la ciudadanía son cada vez mayores a medida que se agrava el edema de gónadas.  Lo sabemos nosotros y, lógicamente, lo sabe el Gobierno que se ha puesto a la tarea para tratar de acabar con la bronca que se prevé con el efecto disuasorio de una multas monstruosas.  No se preocupen, aunque algún violento inconsciente trate de romperle la porra a un policía a base de riñonazos, los demás seremos buenos ¿Verdad?

sábado, 23 de noviembre de 2013

Ficcionario 2.0 XXIII. "J"



J: Décima letra de nuestro alfabeto, su nombre es “jota” y su sonido es alegre y de ritmo pegadizo.
Jabalí: Mamífero salvaje, parecido al cerdo, que los antiguos galos empleaban en competiciones consistentes de lanzarlo lo más lejos posible.  En la actualidad se emplea la jabalina, más ligera y manejable.
Jabato: Hermano bastardo del Capitán Trueno.
Jaca: Caballo de poca alzada que galopa y corta el viento cuando pasa por el puerto, camini-to de Jereeez.
Jacobeo: Perteneciente a la ruta que sigue el peregrino desde la ciudad de Jaca (Huesca).
Jadeo: Respiración dificultosa del comerciante chino que va cargado de figuras de jade.
Jaguar: Mamífero carnívoro americano muy apreciado por los británicos.
Jalear: Untar el pan con jalea.
Japuta: Pez teleósteo, de carne apreciada por los humanos pero denostada por el resto de los peces.
Jaqueca: Dolor de cabeza, propio del jugador de ajedrez, que se sufre cuando se hace inminente la derrota.
Jardín: Lugar imaginario frecuentado por nuestros políticos.
Jazzmín: Flor que debe ponerse en la solapa para tocar la música negra tradicional estadounidense.
Jerogrífico: Escritura por medio de símbolos que hay que descifrar para poder utilizar los aseos de ciertos locales modernos.
Jhonosfera: Conjunto de capas de la atmósfera en las que se acumula el eco de las canciones de Jhon Lennon.
Jijona: Ciudad dedicada a una asturiana insigne que se fue a vivir a Alicante.
Jirón: Pedazo desgarrado de una camisa azul que se guarda en un baúl junto a otros cientos de cosas inservibles.
Jónico: Estilo arquitectónico griego que rinde culto a las ballenas.
Joroba: Corvadura anormal de la columna vertebral que, como su nombre indica, jode.
Juantazo: Golpe que da Juan con la mano abierta.
Judas: Famoso tránsfuga.
Judicatadura: Ralea de algunos jueces.
Jugar: Sacar jugo a la vida.
Jumentor: Defensor de los burros (de cuatro patas, quien defiende a los bípedos se denomina abogado).

Jurimprudencia: Conjunto de sentencias de los tribunales en las que el fallo del juez ha sido eso, un error.

domingo, 17 de noviembre de 2013

Un relato inocente


Esperando a mi prima Inés

Desde pequeño me dio mucha pena, nunca había tenido contacto directo con alguien que tuviera alguna minusvalía y la idea me fascinaba. En realidad si conocía a alguien, a Rufo el del quiosco, que era cojo, pero como tenía tan mala leche no le contaba.

Un día me dijeron que iba a venir de visita mi prima Inés, la de la foto rota que tenía la abuela, la que le faltaba un brazo y, rápidamente, me apliqué para hacer cómoda su estancia; según la foto carecía del brazo izquierdo de modo que recorrí mi casa, habitación por habitación, sala, cocina, baño, terraza, ...; y sentándome en cada una de las sillas fui quitando todas las cosas que quedaban en el lado proscrito, pasándolas minuciosamente al lado derecho. Mi madre, extrañada, me preguntó qué hacía y yo, circunspecto, le advertí que estaba preparando la casa para la visita de la prima Inés y que no tocara nada de como yo lo dejase porque lo tenía perfectamente estudiado.

El día de su llegada, me levanté temprano y, ante el espejo, ensayé diferentes formas de colocar el brazo izquierdo de modo que se viera lo menos posible y no herir a mi prima más de lo estrictamente necesario. Al final conseguí una postura que, aunque incomoda, disimulaba bastante bien mi desdichada normalidad, si pegaba el dorso de mi mano a la espina dorsal, entre mis omoplatos, mi presencia se aproximaría a la suya y descubriría en mí a un amigo.

Llegamos a la estación con una hora de adelanto y cuando quiso llegar el tren mi brazo estaba completamente dormido. En el momento de abrirse la puerta del vagón la impaciencia me hacía dar saltitos mirando al interior de un vagón del que no dejaba de salir gente.

Por fin aparecieron mis tíos y con ellos una niña con coletas pero ¡¡Con dos brazos!! Seguí mirando al interior pero el vagón ya estaba vacío y mis padres esperaban que me incorporase al grupo para saludar a la familia. Miré a mi madre con extrañeza y vi que en la mano tenía una foto, igual que la de la abuela, a la que no le faltaba ningún trozo…

Conceptos sobrevalorados II


Madrugar:  Tras la ley del mínimo esfuerzo, la cama es el segundo mejor invento de la humanidad a lo largo de su historia y, estar cómodamente instalado en su interior, es lo más parecido que conocemos al seno materno.  Es el lugar donde se sueña y podemos ser dioses, monstruos o disfrutar de los placeres de la carne.  ¿Por qué abandonar ese refugio tan agradecido a la hora en la en que mejor se está?  Está demostrado que hay personas que se levantan pronto para disponer de más tiempo para hacer el hijo puta y, esa misma gente, es la que obliga a los demás a madrugar para acudir a un trabajo que muy bien se podría realizar más tarde.  Es un esfuerzo baldío.

Trabajar:  El ser humano, como ser vivo que es, tiene inscrito en su código genético las tareas de Nacer, Crecer y Reproducirse.  Ya está, no hay más.  Lo de buscarse un trabajo, comprarse un piso, un coche, una tele, … no es más que una manera estúpida de complicarse la vida y, en lo que todos los genetistas del mundo, están de acuerdo es en la nula huella genética que el trabajo y sus derivados (medrar, cabrearse, etc) deja en nuestra herencia biológica.  Lo de nacer es consecuencia del hecho reproductivo de la generación anterior, lo de crecer es consecuencia de haber nacido y, a partir de ahí, a reproducirte como buenamente puedas hasta el fin de tus días.  Con lo fácil que sería.

Internet:  La Red por antonomasia y su extenso abanico de aplicaciones y derivados son la causa de una preocupante regresión de la humanidad, auspiciada, sin duda por la clase dirigente.  La calle se ha convertido en un territorio de paso, imprescindible para desplazarse de un lugar a otro pero ya no es ese espacio socializador de cuando éramos niños y salíamos a jugar con nuestros amigos (he visto algún parque con el deprimente letrero de Prohibido Jugar).  La calle era, a la vez, el ágora moderna y el campo de batalla; el sitio donde las personas se juntaban para discutir o estar de acuerdo, dirimir sus diferencias o protestar contra el poderoso.  Se tomaba la calle.  Internet se ha convertido en un catalizador donde se produce la voladura controlada de la indignación ciudadana y los que mandan piensan que, si no existieran Internet y las redes sociales, habría que inventarlas.


Cantantes Melódicos:  Cuando una garganta expide gorgoritos más o menos afortunados al son de una melodía pastelosa y meliflua, se dice que fulanito o menganita, canta como los pájaros.  Vale, pues que haga como ellos y vuele en cuanto se les acerque un ser humano.  Estos seres han sido lo suficientemente ladinos y taimados como para vendernos como virtud envidiable lo que es un defecto de la naturaleza que, Darwin no me dejará mentir, jamás consentiría la pervivencia de ejemplares tan dañinos para sus congéneres.  Sin esta lacra para la sociedad viviríamos tranquilos sin sufrir, periódicamente, un cruel asalto a nuestro sentidos como, por ejemplo, el infame anuncio de la Lotería de este año.  ¿Dónde está el TPI cuando se le necesita?

sábado, 16 de noviembre de 2013

Un relato perverso



DE LA OBLIGACIÓN Y LA DEVOCIÓN

Estos son mis momentos favoritos, te veo tumbada ahí, completamente desnuda y entregada. Trato de apartar la mirada de ti pero es imposible, tu imagen está presa en mis ojos y un torbellino recorre mi espalda; cuando rozo tu piel tengo que hacer un gran esfuerzo para no abalanzarme apasionadamente sobre tu cuerpo porque lo nuestro es la sutileza, la tuya y la mía, jamás me hubieras consentido la grosería como muestra de pasión y ese tampoco es mi estilo.

Comienzo por tus pies, acaricio sus dedos uno a uno, con detenimiento, haciendo una parada ceremoniosa en cada pliegue; a continuación dejo descansar el pequeño pie entre mis grandes manazas y lo masajeo con firmeza inundándolo con mi calor, esas plantas tan frías deben ser terribles en la cama, puestas sobre el estómago en una noche de invierno.

Los dedos, ansiosos por avanzar sobre tus piernas se han aferrado ya a los tobillos pero yo los obligo a retroceder y frotar las leves durezas de los talones. Lo que os hacen sufrir los zapatos a las mujeres.

Mientras pensaba en la tortura del calzado mis manos han aprovechado el descuido trepando con suavidad hacia las pantorrillas con un roce suave, casi imperceptible, que transcurre del empeine a la rodilla y del talón al interior de tus muslos. Por cierto, que graciosa resulta la sensación de percibir el tenue pinchazo del vello que asoma por algunos poros.

Una vez instalado sobre tus rodillas, resulta ya imposible contener el galope de mis dedos buscando el vértice de los muslos y, en un ejercicio de masoquismo, castigo a mis ojos a hacer el recorrido contrario buscando cada matiz que me hable de ti y veo las uñas de los pies pintadas de rojo intenso, te gusta ir descalza. En la blanquecina piel de las espinillas se aprecian las huellas de una infancia alegre y en el marfil de tus corvas unas pequeñas venillas moradas proclaman tu reciente maternidad. Y sigo estudiando cada peca, cada señal, como si quisiera aprenderte de memoria.

Las manos no tienen sentimientos y, mientras me emociono observándote, mis dedos juegan al escondite en tu pubis. Que suave y sedoso es este vello y, a ambos lados de tu hendidura, una pelusilla rubia que, con la luz, forma un halo de magia. El olor del jabón amortigua el natural, almizclado, excitante y turbador. Siento tentaciones de ir a por los trastos de afeitar pero no lo voy a hacer, no soy un pervertido.

Con la pena del soldado que abandona su casa rumbo a la batalla, mis manos siguen vientre arriba, palpando a cada instante, a cada paso y cuando, con parsimonia descubren la perfección de tu ombligo, comprenden que ya han pasado el punto sin retorno y no habrá lugar para el arrepentimiento, la morbidez de tu cuerpo obliga a un trabajo concienzudo.

Y de la cintura paso a tus manos y mis dedos, al encontrarse con los tuyos aprenden lo que es el desconcierto de tenerte, a la vez, tan cerca y tan lejos. Esas uñas triangulares pintadas, como en los pies, de rojo, son diez señales de peligro y, el hecho de haber llevado anillos en todos los dedos y pulseras y reloj en las muñecas, da a tus manos el delicado aspecto de porcelana policromada. Los brazos son dos toboganes a los que me lanzo para buscar tus hombros y éstos, el trampolín para acceder a tus pechos, firmes aún pero también un poco descolgados hacia los lados por el peso. Otro síntoma de maternidad. Instintivamente acerco los labios al pezón que corona la areola sonrosada y creo notar el sabor amargo de la leche materna. Será mi imaginación porque ese pecho ya dejó de alimentar un bebé.

Por fin entro en mi zona predilecta, el cuello, la parte más elegante y sensual de una mujer; cualquier sentido que emplees será acertado aunque mis preferidos sean el tacto y el olfato, sentir la nariz persiguiendo a los dedos de la nuca a la garganta zigzagueando entre el hombro y la oreja es un placer reservado a unos pocos elegidos y yo soy uno de ellos.

La cara ya es otra cosa porque sólo se la puede mirar; un beso o unas caricias, si no obtienen respuesta se vuelven contra ti mismo, son una ceremonia de frustración y, en tus ojos azul descolorido puedo leer que nunca me darás contestación.

Tras darte un corte en la garganta de parte a parte y otro desde el pecho hasta el pubis has perdido todo tu encanto.

Este es el drama de ser médico forense.



El rescate que nunca existió y los Mientras Tanto…


¡Albricias! El Gobierno está muy contento porque la Comisión Europea ha dictaminado que, a principios de año, finalizará el rescate, pedido por España, para recapitalizar su anémico tejido financiero.  Se trata de ese mismo rescate que nunca existió si atendemos a las declaraciones, aseveraciones y juramentos solemnes que hicieron, del Presidente del Gobierno para abajo, todos los miembros del ejecutivo.

Tiene gracia que finalice el “Rescate imaginario” pero que las consecuencias, en forma de una gloriosa “pella” de más de 30.000 millones de euros, sean tan reales que, en breve, pasará por casa el cobrador con su carterita sin asas y sus recibos manoseados para que abonemos solidariamente nuestra parte alícuota correspondiente.

Mientras tanto, desde Bruselas, tierra de disgustos, muestran su honda preocupación por las proporciones desatadas del otrora sacrosanto Déficit y, para 2014 sugieren, con esa sutileza y elegancia de la que solo es capaz la vieja Europa, la aplicación de nuevos recortes por valor 35.000 millones de euros.  No quiero pensar de qué partidas va a recortar esa cantidad pero, a título de propuesta inocente, con no dar un céntimo a la Iglesia y cobrarle los impuestos que no paga, estaría cubierta, al menos, la mitad.

Mientras tanto, a la espera de la raquítica contratación de la menguante campaña navideña, el Paro vuelve imparable por sus cifras desaforadas, los bancos no prestan un euro de lo que les hemos dado y la CEOE sigue con su consigna de no contratar hasta que la legislación vigente se acerque al despido libre.

¿Recuperación?  Dónde se ha escondido Montoro, el de las declaraciones lisérgicas/triunfalistas, para pasar la resaca oculto a las cámaras.  Los famosos brotes verdes no son más que una creciente capa de moho y la luz al final del túnel ha resultado ser la vela que precede el paso de la Santa Compaña.

Mientras tanto, el tribunal que ha juzgado el caso Prestige no ha fallado, ha acertado de pleno.  Los armadores/piratas de medio mundo han respirado felices porque les han franqueado el paso, del norte de Europa al Atlántico, por el camino más corto, a sus bombas navegantes, que ahí hay mucho dinero y, bien administrado, da para todos.  Los irresponsables políticos que, primero ignoraron y luego decidieron mandar el problema al “quinto pino” han salido limpios de polvo, paja y chapapote aunque su desidia hubiera asfaltado todo el litoral cantábrico.

Mientras tanto, El ministro Wert, dolido por la rectificación con las ayudas a los Erasmus realizada la semana anterior, puso sobre la mesa un “me las van a pagar” y amenazó con reducir su alcance a la mitad el curso próximo, eso sí, echando balones fuera y amparándose en una dudosa directiva europea.  No tardó en aparecer el portavoz del área de educación, desmintiendo con rotundidad al ministro y calificando sus declaraciones como basura.  A este hombre le puede su soberbia y altanería y, además, tengo el convencimiento que, una vez asegurada la pensión como exministro, está deseando volver a su empresa y sus tertulias a ganar pasta gansa a la sombra del cargo.


Pero no pasa nada, nunca pasa nada.  Con casarte y ser sumisa lo tienes todo hecho.

domingo, 10 de noviembre de 2013

¡Una docena de titulares con guarnición! ¡Marchandooo!


Montoro “Pasaré a la historia del cine por promover las mayores desgravaciones
No sé si será por una falta de cariño en la infancia o por el trato directo y continuado con Aznar durante varios años, pero este hombre tiene complejos para poner un hiper y, lo jodido, es que los pagamos nosotros.

La mayoría de los católicos no quiere privilegios para la Iglesia
Cómo si a la Iglesia le hubiera importado alguna vez lo que piensa la mayoría.  Entre escuchar a gentes de fe laxa o nula o renunciar al privilegio de ser los pobres más ricos del mundo, va un abismo.

Wert agota a todos, menos a Rajoy
Agotar a Rajoy es como matar a un cerdo a besos.  Desde que instaló una chaise longue en su despacho, con las reservas de Cohibas y Glenfiddich a reventar, ya puede Wert dedicar a los españoles una generosa deposición desde la tribuna del Congreso que, lo más que conseguirá del Presidente es un aburrido arqueo de cejas.

Los partidos políticos tienen colocados a 145.000 españoles
Yo había oído hablar del “efecto estupefaciente” de la política (patente en algunos dirigentes) pero, para tener colocada a tanta gente, hace falta alguna sustancia un poco más fuerte ¿lo sabe la Policía?

Tormenta de ideas en el socialismo
De lo de la tormenta, algo se iba sospechando, sin embargo, las ideas, se iban echando de menos.  ¿La tormenta viene con “aparato eléctrico”? Por cierto ¿Qué es eso del “aparato eléctrico”?  ¿Que el aparato está formado solo por “enchufados” o puede entrar gente “corriente”? ¿Cuándo terminen con las Primarias empezarán con las Secundarias y ,así, hasta terminar el Master?

Botella pide a la virgen que proteja a quienes “cargan hoy con las cruces de la crisis”
Sinceramente, la prefiero cuando chapurrea el inglés.  Dice las mismas gilipolleces pero, al menos, te ríes.

El PSOE anuncia un “código ético” para marcar distancias con el PP
Nada más poner el código en marcha, la NSA se lo descifra.  Era 1 2 3 4.  Por favor, curraoslo un poquito más la próxima vez.

Interceptada una patera con 17 personas cerca de Melilla
Siguieron su camino tras explicar a la Guardia Civil que navegaban en dirección contraria porque no venían, se iban de España.

Algunas de las mentes más brillantes del mundo se dan cita en Madrid
¡Vaya! Y el Bobierno haciendo “bolos” por “provincias”.


Un eclipse de sol “híbrido” se vio desde España
Con las sanciones que ponen las Eléctricas, bendecidas por el Ministerio de Industria, hasta el sol produce energía híbrida (mitad fotovoltaica, mitad térmica) para evitar las multas millonarias.

Detenido “LOSE” el grafitero más activo del Metro de Madrid
En el despacho de Alcaldía han aparecido unas sospechosas pintadas con la firma “NO LO SE”.

Doña Letizia repite vestido durante el ingreso de Carmen Riera en la RAE

¡Y, a mí, qué cojones me importa! Lo del vestido, lo de Carmen Riera, enhorabuena.

sábado, 9 de noviembre de 2013

Conceptos sobrevalorados


Jazz:  Es posible que yo no dé el perfil de amante del jazz pero, como ocurre con casi todas las músicas, me gusta (unos estilos mucho y otros nada); lo que no soy capaz de asimilar es el concepto free jazz.  Para un neófito consiste en un grupo de personas que saben tocar un instrumento y, casualmente, han coincidido en el tiempo y en el espacio sobre un escenario donde, más o menos, cada uno va a lo suyo.  El espectador percibe una amalgama inconexa de sonidos, ritmos, acordes y sensaciones que entusiasma a sus seguidores pero desorienta al común de los mortales.  En asuntos más mundanos, podría equipararse con la acción del gobierno de Rajoy, cada uno va a los suyo (lo del acierto es secundario) y los ciudadanos percibimos un sindiós que solo gusta a los muy fieles y en los siquiátricos.  Especial mención merecen los solos de triángulo de Fátima Bañéz, siempre fuera de tempo pero pésimamente ejecutados.

Honestidad y fidelidad:  Son términos sobados y manoseados hasta la náusea pero, a mi juicio, no se trata de conceptos sino de subconceptos.  Y, ahora, voy y me explico.  Los conceptos reales y verdaderamente valiosos son la honradez y la lealtad y, aunque su uso los ha hecho sinónimos sobrevenidos, la honestidad y la fidelidad no son otra cosa que la honradez y la lealtad de cintura para abajo.  De este modo encontramos a tal o cual personaje público que hace gala de su honestidad con todo el que le quiera escuchar; transcurrido algún tiempo, un juez determina que, el personaje de marras, se ha levantado una buena morterada de dineros que no eran suyos pero, su pareja, está muy satisfecha de no portar los incómodos cuernos.  La honradez y la lealtad conciernen a lo público y la honestidad  y la fidelidad a lo privado.

Búmbury:  Lamento en mis entrañas, la ausencia inesperada de tu enrevesada blancura, que me hace tanto bien  Debe ser agotador vivir con una persona que te dice de esta manera que se ha terminado el papel higiénico.  Sin embargo, debo reconocer y reconozco que ha creado escuela.  Las asombrosas perífrasis empleadas por el Gobierno para expresar conceptos tan definidos como “paro, emigración, copago, recortes, eliminación o joderos” hacen sospechar que los años de silencio de Enrique Búmbury obedecen a una época oscura en que se ha ganado un generoso peculio redactando los comunicados emitidos por los diferentes ministerios.  Dos años le han bastado para comprobar que es mucho menos agotador escribir y presentar un nuevo disco que un solo comunicado más.  No me extraña.

Limpieza:  Es el concepto sobrevalorado por excelencia.  No existe un punto objetivo que delimite cuando algo deja de estar limpio y está sucio, cada quien tenemos nuestro margen de tolerancia.  Es más, resulta chocante escuchar a alguien decir “aquí huele a limpio”. Falso. Si está limpio no olerá salvo el aroma natural que desprenda el lugar u objeto en cuestión, si huele a algo es porque está “sucio” de la sustancia que desprenda ese olor, da igual que sea lejía, perfume o excrementos.  Con el caso de Madrid sucede algo similar:  Los empelados de limpieza están de huelga y, para ellos, legítimamente, la suciedad no es más que una herramienta de presión.  Los ciudadanos sufren las consecuencias de la acumulación de suciedad en las calles y los olores que desprenden pero no dejan de bajar la basura todos los días (entendemos que, con ese gesto, pretenden solidarizarse con los trabajadores agravando la situación).  La alcaldesa ve una ciudad limpia donde se han instalado unas esculturas móviles, de volumen creciente, que confieren un aire cultural a la ciudad que envidian otras capitales.  Lo dicho, la limpieza es un concepto sobrevalorado por subjetivo.