domingo, 27 de enero de 2013

Y YO ME PREGUNTO…



Tenemos a la vista la próxima publicación de los datos de déficit correspondientes a 2012  ¿La demora sistemática de los pagos a proveedores, en todos los escalones de la administración, responde a una consigna para rebajar artificialmente esa cifra?  ¿Se preocupan de reactivar la economía o de quedar bien en Europa?  ¿A quién echarán ahora la culpa?

Ante la espiral descendente de la actividad de nuestra economía causada por subidas de precios, bajadas de salarios, paralización del crédito, impuestos abusivos a los más débiles, enroque empresarial con el desempleo y descapitalización de los servicios públicos  ¿A qué obedece la intención del ministro De Guindos de bajar aún más los sueldos?  ¿Pretende llegar a que sean el 50 % del salario medio alemán (ahora son el 46 %)?  ¿Para quién gobiernan, para los ciudadanos o para las grandes corporaciones?

En plena eclosión de huevos de la serpiente fascista, que crecen rápidamente en ambientes de crisis profunda, corrupción y desempleo, repartidos por toda Europa con un mensaje populista, demagógico, xenófobo y violento ¿Ningún gobernante va a hacer nada por atajarlo a tiempo?  ¿Creen que la solución pasa por derechizar el discurso?  ¿No han aprendido nada de la historia?

¿Cuándo abandonarán los corruptos la táctica del “y tú más” y se pondrán, en serio, a eliminar de la vida política, económica, judicial y empresarial cualquier vestigio de podredumbre?  ¿Está tan podrido el sistema o es que sólo son unos cobardes ocupados en defender el estatus? 

Internet se está convirtiendo en un poderoso arma que, en algunos ámbitos, sustituye a los manipulados y manipuladores medios de comunicación convencionales.  Hay quien ya lo considera el 5º poder  ¿Cuánto tardarán en cortarle las alas?  ¿Existen medios para separar la información fidedigna y la opinión sincera de la deformación interesada y la mentira teledirigida?  ¿Somos verdaderamente libres o es sólo una ilusión?

Dentro de los múltiples focos protobélicos abiertos a escala mundial  ¿Se está cociendo otra gran guerra que “resetee” el sistema capitalista neoliberal?  ¿Se dispararán balas o se utilizarán armas más sofisticadas como la deuda, el hambre y la desesperación?  ¿Sufriremos los de siempre?

¿Alguien se acuerda del cambio climático, el calentamiento global, el deterioro salvaje del medio ambiente o los intereses geoestratégicos creados alrededor de los combustibles fósiles?

Hoy me he levantado como el día, rodeado de nubarrones…

sábado, 26 de enero de 2013

ESE BOBIERNO DE NUESTRAS ENTRETELAS



¿Cómo es posible que, ante el problema más grave que tiene este país, el paro, haya ministros que salgan a los medios de comunicación con tanto desahogo?  Seis millones de personas sin empleo es algo muy serio, el 55 % de los menores de 30 años carece de un horizonte vital que les permita afrontar su vida con una mínima perspectiva, casi dos millones de familias tienen a todos sus miembros sin trabajo, los pensionistas se han convertido en la única fuente de ingresos para esas personas, los bancos (rescatados con dinero público) siguen apretando la soga en el cuello de quienes han perdido su medio de subsistencia y, los ministros, rivalizando a ver quien muestra más frivolidad o, directamente, ausencia de empatía, conocimientos y talento para resolver el problema.  ¿Alguien se extraña de lo precisa que es la definición de Bobierno?

Nuestra ministra Báñez, asesorada por los guionistas del cine de Pajares y Esteso, no desperdicia ninguna oportunidad para mostrar al mundo su estulticia y hablar de “brotes verdes” cada vez que se le acerca un micrófono.  Vamos a ver, Fátima, eso que tú llamas “brotes verdes”, probablemente sólo sea una capa de moho que está apareciendo sobre nuestra economía en descomposición.

El señor Arias Cañete, para asombro de nuestros sufridos científicos, ha demostrado en cuestión de minutos, los efectos perniciosos que, la ingesta masiva de yogures caducados, puede causar en el cerebro humano.  Mira, Miguel, puede ser verdad que la Reforma Laboral esté dando sus frutos pero, no los que buscan los desempleados sino, los que pretende la CEOE.

Luis de Guindos nos ha enseñado que es lector de Eduardo Galeano y su célebre definición de Utopía: "La utopía está en el horizonte. Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos y el horizonte se desplaza diez pasos más allá. Por mucho que camine, nunca la alcanzaré. Entonces, ¿para qué sirve la utopía? Para eso: sirve para caminar."  La única diferencia es que él aplica este símil poético a la recuperación económica y la creación de empleo: Será en el 2013, bueno no, a finales del 2013, mejor en el 2014, quizá sea en el 2015…

Cristóbal Montoro tiene tal jaleo de cifras con los impuestos directos, indirectos y circunstanciales que va a necesitar un profesor de apoyo (Ah, no, que el proyecto Wert los elimina) y, la cacareada Amnistía Fiscal, ha demostrado no ser otra cosa que un trile tremebundo en el que los estafadores están a ambos lados de la mesa y, los estafados, somos los espectadores a quien nos levantan la cartera mientras observamos la jugada.

¡Qué decir de Rajoy!  En ocasiones me recuerda al espectador desavisado, que sacan los Globe Trotters al centro de la cancha y se vuelve loco tratando de saber dónde está el balón, quién lo lleva y por dónde va a salir.  Lo indignante es que él se vendía como un experimentado base de la NBA y su millonaria ficha la pagamos todos.

¿Qué por qué los llamo el Bobierno?  

domingo, 20 de enero de 2013

DE LOS ÁRBOLES AL BOSQUE



Momentaneamente, los vigorosos árboles de la corrupción, nos han impedido ver el bosque de podredumbre que nos rodea.  Pero éste es profundo, sombrío, de sendas enmarañadas y grande, muy grande; ocupando nuestro país desde los cuatro puntos cardinales.  Podría afirmarse que, una ardilla, podría atravesar España saltando de agravio en agravio, de injusticia en injusticia, de embustero en embustero o de aprovechado en aprovechado sin tocar el suelo una sola vez.

Así, deslumbrados por el resplandor del fuego fatuo que emana de ese pudridero en que se ha convertido el partido en el gobierno, hemos distraído nuestra mirada, siquiera por unas horas, del drama del desempleo, con seis millones de personas en una situación dolorosa, presa de sensaciones crueles que les lleva de la indignación a la depresión, de la mínima a esperanza a la desesperación o de sentir la solidaridad de muchos a sufrir la criminalización de unos cuantos.

Observamos, con la boca llena de bilis, como hay pretendidos gobernantes que se ocupan en detraer dinero público, destinado a sostener, por ejemplo, los servicios médicos de urgencia en zonas rurales, para utilizar una cifra superior en abonar sueldos groseros a amigos y familiares, todos conmilitones en las mismas siglas, que no desarrollan actividad productiva alguna salvo, claro está, para sus propios intereses.

Salimos a las calles para defender unos servicios públicos de calidad, escandalizados por el saqueo que, en connivencia con empresarios de su misma cuerda, están llevando a cabo allá donde han visto la oportunidad de levantar un par de euros (o de millones).

Gritamos hasta la afonía para manifestar nuestro rechazo frontal a que, todo un país, se vea rebozado por el fango para hacerse cargo de una deuda billonaria,  provocada por la ambición sin escrúpulos de unos banqueros, de Patio de Monipodio, que jamás tuvieron la intención de distribuir sus beneficios, hinchados artificialmente o fraudulentos, y ahora exigen socializar sus pérdidas bajo el chantaje de la paralización de la economía.

Una vez semidesvalijada la caja de caudales, las grandes empresas y corporaciones se creen legitimadas para reclamar su parte del botín y, al contrario que en los países de nuestro entorno, aplican subidas de precios a suministros básicos con la excusa de que no ganan suficiente dinero, que pueden ganar más.  Esta conducta, probablemente, no les será ajena al centenar largo de ex altos cargos públicos, que engrosan sin pudor alguno sus consejos de administración, a cambio de una jugosa mordida en agradecimiento, supongo, a los servicios prestados.

Es posible que, el deprimido sector de la construcción, sea el primero en percibir los signos de la regeneración política, judicial, social, en resumen, democrática que estamos emprendiendo:  A la vista del panorama actual, hay que construir muchas cárceles…

sábado, 19 de enero de 2013

¿CÓMO QUE “NO TE CONSTA”?



Una primera estimación podría determinar que, Luis “El Cabrón”, movió cantidades muy por encima de los 30 millones de euros, de dinero negro, en su etapa a cargo de las cuentas de Alianza Popular, primero, y del Partido Popular después.  Siendo una práctica alarmante, lo verdaderamente escandaloso sería el origen de ese dinero.  Afirman que procedía de comisiones varias (muchas y jugosas) y donaciones secretas (a cambio de qué).  A nadie se le escapa la “costumbre” de inflar artificialmente el precio de licitación de una obra pública de modo que, la mordida o comisión que percibe la persona o entidad que haya tras la administración, salga directamente de los Presupuestos Públicos.  O lo que es lo mismo, se habrían financiado y enriquecido robando el dinero de todos.

Por lo que se ve, se trataba de una maquinaria perfectamente engrasada que garantizaba el ingreso constante de grandes cantidades de ese dinero a lo largo de muchos años, no de un pellizquito hoy, otro pasado mañana, etc.  Eso se llama una Organización Criminal.

Se habla de un reparto mensual de sobres, por los despachos de la calle Génova, que irían desde los 5.000 hasta los 15.000 euros.  Se cuenta que estos “complementos” bajo cuerda comenzaron ya en los tiempos de AP y han continuado, prácticamente, hasta nuestros días (sólo con hacer una simple multiplicación resulta una cifra mareante) y, atención, se enfatiza en que Rajoy no habría percibido un céntimo por este procedimiento.  Nada se dice (ni se niega) del resto de las personas que constituyeron la dirección del partido…

Se han constatado unos exponenciales incrementos en el patrimonio, de muy difícil justificación, de determinados dirigentes Populares que, o bien se han escondido o han articulado balbucientes excusas de credibilidad cero.  Enriquecimiento personal por medios ilícitos, se llama.

Ahora, la figura de Dolores de Cospedal, se ha erigido como la justiciera que puso fin a estas conductas delictivas (por mandato de Rajoy, quien no habría hecho nada hasta entonces) y, confieso no haberla entendido bien, habla de palos que aguantan velas (se referirá a los propietarios de veleros) y, señala contundente, que “quien lo hace, se le paga” (o algo así).

¿Estos son los regeneradores democráticos?  En absoluto, son los cleptócratas que, apoyados en sus cómplices de la Patronal y la Iglesia, nos están despojando, de lo que es de todos, en su propio beneficio.

La Ley establece procedimientos para que primero, devuelvan todo lo robado, e, inevitablemente, den con sus huesos en la cárcel.  ¿Tendrá la Justicia lo que hay que tener para actuar con contundencia y ejemplaridad?  No sé, no sé.

Un mínimo de decoro por su parte se sustanciaría en la disolución inmediata de las Cortes, la convocatoria de elecciones y… ¿Vuelta a empezar?  Porque la tibieza con la que ha reaccionado el mayor partido de la oposición nos hace temer lo peor.

Dicen que poner en la misma frase “políticos” y “honradez” es una temeridad.  Yo no lo creo, sigo pensando que hay mucha gente capaz, formada y honesta con capacidad para poner fin a este régimen de mangoneo insaciable.  Este es el momento, démosles la oportunidad.




domingo, 13 de enero de 2013

LOS POLÍTICOS Y LOS IDIOTAS


En la Grecia clásica, los habitantes de las polis (ciudades) se dividían en dos tipos: Los Políticos, que eran quienes, en menor o mayor medida, participaban en el gobierno de la ciudad y los Idiotas, en su mayoría esclavos, que no tenían ninguna posibilidad de intervención y sólo tenían la obligación de obedecer las órdenes de los políticos.

Deducimos, por tanto, cuál es la procedencia de esa afición enfermiza del Partido Popular y sus dirigentes por el adoctrinamiento en la cultura clásica aderezada, con generosidad, con las tesis más rancias del Nacional Catolicismo que tan buenos resultados les dio en los tiempos de la dictadura oficial.

Vivimos tiempos de dictadura oficiosa pero, el modus operandi, ha variado sólo lo imprescindible para adaptarse a los nuevos tiempos y la revolución tecnológica.  Hace años, la política informativa se veía reducida a la difusión obligatoria del ”Parte” por las emisoras de radio existentes, la prensa del movimiento y afines y, la única opinión permitida, procedía de los púlpitos de las iglesias.  El entretenimiento se reducía a películas censuradas, radionovelas, concursos, fútbol y toros.  Quien, aunque fuera mínimamente, se saliese del redil, sufría secuestros, multas, cierres o cárcel.

¿Ahora?  El fantasma de la financiación cumple el papel intimidante o punitivo y, salvo alguna honrosa excepción, la panoplia de medios, en materia informativa, se resume en un catálogo de adocenamiento, loas al régimen y críticas descarnadas o ninguneo descarado a los contrarios, criminalización de quien proteste y una programación salpicada de programas basura, retransmisiones deportivas o series de efecto adormidera en la mayoría de espectadores.  Proliferan las tertulias, machete en mano, donde se miente sin pudor a mayor gloria de la derecha dominante.

Una ciudadanía, por muy sedada que pueda estar, tiende a despertarse en cuanto algo perturba su paz y ahí entramos en juego los insomnes con ganas de hacer ruido, gritar fuerte o, si la ocasión lo merece, zarandearles metafóricamente. 

Estos días publica la prensa la cifra de 40.000 manifestaciones el último año, contra las medidas adoptadas por el Bobierno de Rajoy y sus satélites autonómicos y locales.  Lentamente nos vamos despertando, desperezando y saliendo a la calle, ahítos de mentiras para hacerles ver que nos han tomado por idiotas pero somos ciudadanos.  Nada más y nada menos.

6 millones de parados, eliminación de nuestros derechos, desahucios a mansalva, hambre, privatizaciones en Educación y Sanidad, liquidación de ayudas a la Dependencia, tasas judiciales abusivas, reducción de salarios, desprecio a los trabajadores públicos de toda índole, despidos a mansalva, represión violenta, conductas sonrojantes, expolio de los recursos del Estado puestos en manos privadas, rescate bancario a nuestra costa, impunidad fiscal y dirigente y millones de dramas personales nos tienen en estado de incandescencia social y, cuando el volcán entre en erupción, será imparable.

No estoy seguro de, hasta que punto, somos Políticos lo que tengo claro es quienes son los Idiotas…


sábado, 12 de enero de 2013

DESCARADOS



El Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua define “descaro” como desvergüenza, atrevimiento, insolencia y falta de respeto.  Convendríamos entonces que, la nómina de personajes descarados que pululan por este país, sufre de una superpoblación cercana al reventón.

Así, comprobamos que el exconsejero de sanidad de la Comunidad de Madrid, Juan José Güemes, marido de la inefable Andreíta “Que se jodan” Fabra y, por supuesto, yerno del coleccionista de décimos de lotería premiados, Carlos Fabra; se ha incorporado Consejo de Administración de la empresa adjudicataria de los análisis clínicos de Madrid, que él mismo privatizó; sin el menor rubor y haciendo del Síndrome Juan Palomo su modus vivendi.

Cómo no, el ínclito Josep Antoni Durán i Lleida, desde su discreta morada en el Hotel Palace de Madrit, nos aclara que su palabra empeñada en el 2000, de dimitir en el caso que UDC se hubiera financiado ilegalmente mediante el Caso Pallerols, ha prescrito.  Su silencio proclama que, si en política, una aseveración contundente tiene dos meses de validez, a los doce años se ha convertido en un fósil verbal sólo apto para museos paleontológicos.  Tiene gracia que su partido, cuyas alcantarillas no le serán ajenas, resuelva este asunto comprando, con una parte del dinero volatilizado, una tarjeta “Libre de la Cárcel” y, aquí paz y después gloria.

Nuestro común amigo Ramoncín quien, desde que se incorporó a la cúpula de la SGAE, tiene más admiradores que el Facebook de Brad Pitt, hizo gala de su legendaria altanería ante el juez, que le inquirió por el destino de unos cientos de miles de eurillos de nada, presumiendo de unas dotes informáticas que justificarían una mudanza a Silicon Valley. 

La sociedad Urdangarín-Torres sigue amenizando telediarios, horas de radio y tinta de prensa con una madeja de diseño revolucionario, cuanto más se tira del hilo para desenredarla, más intrincada se vuelve su trama.  No me extrañaría que, en breve, uno de esos nudos inextricables nos condujera a Berlusconi (otro que tal baila) y sus divertidas fiestas “Bunga-Bunga”.

Qué decir del caso Carromero y su fugaz paso por el Centro Penitenciario de Segovia; un hombre tan amante de la velocidad no podía tener un proceso con la habitual lentitud que muestra nuestra justicia.  En unos pocos meses ha sido juzgado, condenado, trasladado a España, ingresado en prisión, recuperado (si alguna vez lo perdió) su puesto como asesor en el Ayto. de Madrid, concedido el tercer grado y liberado.  Circula ya, por los bares madrileños, una jocosa “porra” en la que se puede apostar por el tiempo que tardará en recuperar su permiso de conducir.  Ahora bien, al resto de reclusos en el extranjero o, incluso, en España, no les hace ni puta gracia.

No era cuestión de ser prolijo, sólo un pálido reflejo de un vistazo rápido por la primera página de los periódicos que nos ilustrara, a modo ejemplo, de la ralea que ocupa puestos de relevancia en distintos ámbitos de nuestra sociedad y, todo esto, haciendo el esfuerzo de no mencionar las veleidades del Bobierno, la Iglesia, la CEOE, ...

lunes, 7 de enero de 2013

VUELTA A LA “NORMALIDAD”


Parece que hemos sobrevivido a otra Navidad más.  Como suele suceder, este subidón anual de buenos deseos, consumismo desatado, esperanzas loteras, invocación a la salud, sobredosis familiar, digestiones tremebundas, trasiego de garrafón, resacas sísmicas, intercambio de regalos inútiles, propósitos encomiables y secuelas adiposas, deja en cuerpo y alma una sensación de hartura que nos hace valorar debidamente la placidez de nuestra aburrida existencia y sus efectos balsámicos en el ánimo de cada cual.

Es de agradecer que la transición se produzca en un lunes, inopinadamente festivo, que acorta la semana y hace más llevadera la reincorporación a la rutina habitual.  Así, la televisión vuelve a su programación-adormidera y puedes decidir sin sobresaltos qué ver o no ver en función de tus apetencias; la publicidad inaugura la temporada de rebajas, recuperando también los impagables spots de detergentes milagrosos, vehículos a motor o productos alimenticios de todo pelaje, abandonando esa exhibición impúdica de cuerpos perfectos que nos inducen a prescindir de los espejos domésticos, fragancias exóticas de efectos sicotrópicos o modos de vida elitistas y ofensivos para el común de los ciudadanos.

Pero ¡Ay dolor!  Nos cuentan que, tras las ¿merecidas? vacaciones navideñas, el Bobierno vuelve a su quehacer diario, esto es:  Genuflexión a los poderes establecidos y desprecio absoluto a las personas y sus problemas.

De este modo, retomamos las protestas furibundas por la puesta en almoneda de NUESTROS servicios públicos:  Sanidad, educación, sistema de pensiones, servicios sociales o justicia y contemplaremos, cambiando un estupor menguante por una indignación creciente, cómo nuestros limitados recursos como Estado van pasando sin pudor, de las manos de TODOS, a los bolsillos de siempre.

Nos espera el tic, tac agobiante de la maldita deuda que no hemos contraído y, amparados en ella, la continuación de la salvaje tala de derechos, la injusticia fiscal, el regreso a los juzgados del redivivo Torquemada y sus secuaces, las exigencias de una CEOE en pos de una semiesclavitud económica de la clase trabajadora y de una Conferencia Episcopal a punto de reinstalarse en el Nacional-Catolicismo.  Camino a la Regresión por la vía de la Estafa.

En un asunto tiene razón Cristóbal Montoro, sosias de Nosferatu:  Algo se está moviendo en las entrañas de este país y, de eso estoy convencido, el resultado no les va a gustar.

Feliz aterrizaje en la “normalidad”.

domingo, 6 de enero de 2013

DUDAS ¿RAZONABLES?



Si es verdad que los Reyes son los padres ¿Somos todos hermanastros?  En ese caso, encontraríamos explicación a algunos comportamientos:

Rato fue artífice de la privatización de Telefónica y le ha fichado como asesor  ¿Cuándo se incorporará Lasquetty al consejo de Capio? ¿No les bastará con le marido de la Cospedal?

Hablando de Cospedal, “La Bien Pagá” ¿Cobra algún tipo de emolumento cuando le toca presidir su comunidad de propietarios?

¿Cuántos colaboradores y fieles acérrimos de Esperanza Aguirre se están blindando el riñón de mamandurria en mamandurria?

Hablando de mamandurrias ¿Ha escrito ya Hermann Tertsch la necrológica de Telemadrid?  ¿A cuántos euros el minuto?

¿Ha negociado el ministro Soria, la compra de las toneladas de carbón que los Reyes han dejado en Moncloa, con la cuenca minera asturiana o lo ha importado de Colombia?

Ya que no existe el infierno y, en base a sus convicciones, invectivas y amenazas ¿Arderán los obispos en este mundo?

¿Quién ocupaba, disfrazado de Rey Melchor, la carroza que pinchó las cuatro ruedas, gripó el motor y lanzó caramelos caducados en la cabalgata de Pontevedra?  ¿Por qué echó la culpa a la herencia recibida?

¿Es cierto que Fátima Báñez salió a esperar la cabalgata ataviada de mantilla y peineta, portando un voluminoso cirio encendido y cantando saetas?

¿Cuánto tiempo permanecieron ayer en alerta, los antidisturbios de Madrid, hasta que sacaron a la Cifuentes de su error?

¿Ha vencido el ABC la tentación de sacar en portada imágenes de la cabalgata bajo el título de MADRID SE VUELCA CON LOS REYES?

Y el Olentzero ¿Qué opina de esto?

¿Cuántas ayudas de 400 € se podrían pagar con el coste de los fastos navideños de todo tipo?

Una vez terminado el oasis navideño, volveremos a la cruda realidad ¿O nunca se fue?

sábado, 5 de enero de 2013

LO QUE EL REY NO DIJO



Comienzo reconociendo que no he visto la entrevista/publireportaje emitida ayer por TVE en horario de máxima audiencia; tampoco vi el discurso de Nochebuena, ni este año ni los anteriores; sin embargo, no creo que fuera necesario, tenía mejores cosas que hacer.

Tras un fugaz repaso a los medios digitales, deduzco que desperdició una magnífica oportunidad para comunicar su renuncia al trono y ordenar, dentro de lo que sus prerrogativas le permitan, la apertura de un proceso de consulta a la ciudadanía para determinar cuál es el sistema que este país desea, en cuanto a la jefatura del estado se refiere.

No hace falta ser ningún experto para observar a una persona cansada, sujeta a una intensa medicación que lo mantiene hinchado en las formas, con una movilidad extremadamente limitada, lento de pensamiento y de una dicción pastosa y aún más ininteligible de lo habitual.

A mi juicio, hace tiempo que agotó el crédito moral que el Pueblo Español pudo haberle concedido y no hace sino profundizar en el “debe” sin nada que incorporar al “haber”, es decir, en términos de contabilidad, el Rey está en deuda con España y ya se sabe que la tendencia impuesta es terminar radicalmente con las deudas, existiendo un grave peligro de desahucio de La Zarzuela si estas no se satisfacen debidamente.

No hay mucho más que decir.  Quienes le han tratado (no es mi caso) afirman que se trata de un hombre sagaz que capta las indirectas a la primera.  A ver si es verdad, si no, habrá que decírselo más claro. 

¡Salud y República!

viernes, 4 de enero de 2013

CARTA A LOS REYES MAGOS



Queridos Reyes Magos o Papá Noel o Santa Klaus o quien coño sea:

Decir que este año he sido bueno se queda corto, muy corto; es más, de puro bueno creo que he sido gilipollas.

Empecé el año mal (va a ser cierto eso de la maldición de los bisiestos). Precisamente el Día de Reyes, como es costumbre, desayuné en casa con mi familia el tradicional roscón, con tan mala suerte que la sorpresa que contenía (un gallo cerámico primorosamente trabajado por su creador, con su pico, su cresta, sus patas, sus espolones, su colorista plumaje en la cola y demás formas plagadas de aristas) fue engullida por mí con bastante ímpetu y con tal puntería que noté con alarma como se me saltaba violentamente un empaste. Presa del sobresalto me atraganté y, al intentar despejar mis vías respiratorias para coger aire, el gallo, sus múltiples aristas y los restos de roscón mezclados con café discurrieron, esófago abajo, sin posibilidad de vuelta atrás.

Respecto a la digestión no cabe mencionar ningún aspecto reseñable en su primer tramo sin embargo, la parte final ya fue otra cosa: Soporté pinchazos sin cuento durante unas horas que me parecieron meses, hasta tal punto que mis intestinos acabaron pareciendo un acerico ¡Y todavía faltaba la culminación del proceso...!

Llegado el momento, a la vez temido y deseado, lo intenté, juro que lo intenté de todos los modos posibles e imposibles, naturales o artificiales, espontáneos o inducidos y, ya envuelto en gritos de dolor insoportable, no me quedó otra opción que acudir a Urgencias. Allí se me alivió mediante una epidural y un sabio trabajo facultativo que nunca agradeceré bastante aunque, sinceramente, hubiera preferido una anestesia general que me habría evitado escuchar los poco sutiles comentarios de los presentes en el quirófano y de todos los que acudían presos de la curiosidad.

Tras una semana de convalecencia con baja médica, la reincorporación a mi puesto de trabajo en la fábrica no fue mucho mejor; sólo comentar que, durante el turno de mañana, hubo que parar tres veces la cadena de producción ante la imposibilidad manifiesta de mis compañeros por cumplir con sus tareas, afectados por los estertores propios de la risa compulsiva. ¡Qué panda de hijos de puta!

Pasaron unos meses sin más novedad que la continuada ingesta de dieta blanda hasta que, en Mayo, llegaron las Fiestas de Getafe, el momento elegido por mí (y por mi médico, no sin algún consejo jocoso relativo a la deglución de piezas cerámicas) para volver a la normalidad y resarcirme.

Craso error. Dejándome llevar por el alegre bullicio, el generoso trasiego de alcohol, después de cinco meses de sequía y, por qué no decirlo, el ambiente de cachondeo que reinaba en la Plaza del Canto Redondo; observé en la acera, huérfano de toda atención, un balón de Nivea que estaba pidiendo a gritos que alguien le diera una patada furiosa y contundente y... quise hacer una gracia. Durante la vivaracha carrerilla hacia mi objetivo, un grupo de jóvenes intentó disuadirme pero no me amilané y cargué todo el peso de mi cuerpo en la patada.

Decir que se me saltaron las lágrimas al instante sería injusto por escaso, decir que la reverberación del golpe me llegó hasta la nuca sería injusto por pobre, decir que me desmayé del dolor sería injusto por optimista y decir que, en Urgencias, en el mismo maldito quirófano, se reunió más gente en esta ocasión para observar como, mediante una palanqueta quirúrgica, me desincrustaban tarso, metatarso, dedos, tendones y músculos del maleolo y procedían a reconstruirme el pie en una operación que duró catorce horas, sólo sería una pálida constatación de los hechos.

Resulta que, los jóvenes que intentaron pararme, se habían estado entreteniendo en pintar de azul una de las pesadas bolas macizas de granito que hacen el papel de toscos bolardos en algunas aceras de nuestra ciudad. ¡Qué panda de hijos de puta!

Dicen que los adolescentes han desarrollado extraordinariamente las habilidades del dedo pulgar de tanto mandar sms, y hasta durmiendo lo mueven compulsivamente para mandar sus sueños a los amigos. Debe ser cierto, yo, modestamente, también sufrí esta molesta costumbre ya que, durante los dos meses que permanecí ingresado en la planta de traumatología del hospital, mi dedo gordo se puso en forma de tanto apretar la maquinita esa que suministra microdosis de morfina cada vez que se percibe algún amago de dolor (¡Qué gran invento!). Fueron los días más placenteros de mi existencia, vivía en un estado de bienestar absoluto: optimismo, buen rollo, tranquilidad, relajación, ánimo de colaboración máxima, ... Ni siquiera me quejé cuando volvieron a meterme en ese quirófano que ya era como el salón de mi casa porque, al parecer, con las prisas de la reconstrucción, me habían dejado las uñas del pie a la altura del empeine.

Esto es como el Yin y el Yang, cada cosa buena tiene su contrapunto desagradable y yo, que soy un libro abierto, mostré rápido mis debilidades. El primero en darse cuenta fue mi jefe que, dado que yo estaba de baja, vino a pedirme autorización por escrito para incluirme en el ERE de la empresa y se lo di gustoso. Después todo fue a peor... A la salida del hospital había abrazado la fe cristiana, protestante, judía, musulmana, budista, taoista, hare krishna, era miembro del Opus Dei, de las iglesias Baptista, Anabaptista, Evangélica, de Jesucristro de los Santos del Séptimo Día, la Cienciología. Había firmado suscripciones al Círculo de Lectores, Discolibro, Pornografía/Necrofilia/Bestialismo para Todos, el Club del Gourmet y las asociaciones de amigos de la paloma torcaz, el silbo guanche, Traficantes Sin Fronteras y un sin fin más de entidades variopintas. Me cuentan que algún celador se sacó un dinerito extra ordenando la lista de espera para acceder a mi habitación. ¡Qué panda de hijos de puta!

La convalecencia en mi casa no fue mucho mejor, si alguien ha tratado de moverse en silla de ruedas por mi barrio sabrá de lo que estoy hablando, constantemente te encuentras con bordillos, escalones, vehículos de todas clases abandonados, aparcados o en movimiento (más peligrosos estos), mobiliario urbano colocado estratégicamente para entorpecer el paso y con el agravante de vivir en un tercer piso sin ascensor y depender de la buena (¿?) disposición de mi hijo de 16 años para subirme a caballito por las angostas escaleras en pleno mes de Agosto. Afortunadamente esta situación duró poco ya que, una tarde, descansando a la sombra fresca de un árbol en un parque cercano a casa, me quedé dormido presa del cansancio y, al despertar, descubrí con sorpresa y espanto que me habían robado la cartera, el reloj, las gafas de sol, el mp3, el tabaco y las ruedas y la silla descansaba apoyada en unos ladrillos apilados. ¡Que panda de hijos de puta!

Con el inicio de la rehabilitación empecé a ver la luz al final del túnel (pero sólo era un tren que venía en dirección contraria), me cambiaron los restos de la silla, previo pago de las ruedas, por unas muletas ultramodernas de esas de diseño, parecidas a las del Rey; un modelo experimental dotado de los últimos avances en materia de ergonomía y tecnología punta. ¡Vaya cagada! Lo de los apoyamanos (o como se llamen) que se adaptaban a la forma y la fuerza ejercida no estaba mal, lo del empleo de materiales ligeros no estaba mal, lo de los topes antideslizantes del extremo inferior no estaba mal pero lo de introducir unos muelles a modo de suspensión en el centro del bastón no facilitaba el cumplimiento estricto de las instrucciones que me dieron: Bajo ningún concepto debe apoyar el pie en el suelo. Pues bien, a cada paso que daba (que intentaba dar), el bastón encogía o se estiraba caprichosamente de tal manera que más que un accidentado en trance de recuperación parecía el bailarín ese negro tan simpático del Ballet Zoom pero sin la sonrisa luminosa. Para no apoyar el pie dañado tuve que apoyar consecutiva o simultáneamente pero siempre con violencia: el otro pie, las rodillas, las caderas, la tripa, el pecho, la espalda, el culo, la nuca, la cara o la nariz. Con el agravante de que en un gimnasio proliferan las máquinas, bancos, camillas o instrumentos de distinto pelaje pero parecida dureza que, a la semana de tratamiento, me hicieron asemejar a un ecce homo. El resto de enfermos se traía a amigos y familiares que, con total desprecio a mi dignidad, jaleaban mis movimientos erráticos, como los de una avutarda coja y borracha que baila break dance y los acompañaban por palmas. ¡Qué panda de hijos de puta!

Ahora ya estoy mucho mejor, esta clínica ha sido lo que yo necesitaba. Unas personas muy amables, todas vestidas con una inmaculada bata blanca, me tratan muy bien, Hasta me han dado una habitación toda ella acolchada para que no me vuelva a hacer daño. ¡Qué maravilla! Piensan en todo: Buena comida servida calentita y con puntualidad, cubiertos de plástico para que no me haga pupa, nadie se ríe de mí y me hablan de usted.

No sé todavía si fue buena idea intentar hacer tragar las muletas al diseñador cuando me reconvino por no usarlas adecuadamente y me llamó torpe de mierda. No sé. Yo las acompañé de generosas dosis de ketchup y era verdad que los apoyamanos (o como se llamen) se adaptaron a la forma de la boca de su autor y a la fuerza que yo ejercía. No sé, quizá debí hacerlo directamente con el gallo de cerámica y me habría evitado todos estos meses de tortura y sufrimiento.


De todas maneras, queridos Reyes Magos o Papá Noel o Santa Klaus o quien coño sea: sois todos una panda de hijos de puta.


jueves, 3 de enero de 2013

LA REFORMA DE LA ADMINISTRACIÓN LOCAL



Hay tres hechos que han marcado el devenir de la humanidad desde la noche de los tiempos: El descubrimiento del fuego, la invención de la rueda y la organización de los ayuntamientos.  El primero condicionó la habitabilidad de los espacios y mejoró la dieta, con la consiguiente adaptación a lugares hostiles y aceleró su evolución como especie; el segundo inauguró el concepto de la tecnología que no ha dejado de mejorar nuestras condiciones de vida hasta nuestro días y, el tercero…, el tercero lleva sin cambiar en su sustancia y estructura básica desde los tiempos de los romanos, sus creadores.

Aparentemente, el Bobierno ha emprendido una iniciativa para introducir cambios en la administración local (que también incluye estructuras supramunicipales, como las mancomunidades, o provinciales, como las diputaciones); no obstante, el nudo gordiano de la administración local reside en los ayuntamientos y es ahí donde debe radicarse la base de cualquier mejora que se vaya a introducir.  Mucho me temo que, una vez mas, se va a desperdiciar una magnífica oportunidad de modernizar las estructuras administrativas con el único interés de adelgazar su coste económico.  Esta opción es manifiestamente miope y no abordará en serio los problemas que, cada día, afrontamos administración y administrados como los dos mundos paralelos que conviven tras el Espejo de Alicia.

Hemos oído mil veces que los ayuntamientos deben abrir sus puertas para que los ciudadanos entremos, participemos y nos impliquemos en primera persona en los asuntos que afectan al común de la ciudadanía, lo que de ha dado en denominar Empoderamiento.  Bien, muy bien; pero cualquier iniciativa en ese sentido se ha visto frenada en seco por las resistencias numantinas de, por un lado, políticos cortoplacistas con un miedo cerval a perder cuota de poder y, por otro no menos importante, de técnicos esclerotizados que sólo ponen trabas y complicaciones grotescas con el pueril argumento de que el ciudadano no tiene ni idea de lo que pretende y les va a hacer trabajar más.  Una reforma de la administración local debe eliminar de raíz estas resistencias legislando a favor de la participación.

Unas puertas abiertas no sirven sólo para entrar, también franquean la salida.  Los regidores deben salir a la calle, convivir con sus vecinos, conocer sus problemas a pie de obra y, de la mano con ellos, pergeñar las mejores soluciones posibles.  Este asunto se afronta mediante una descentralización real de la administración que, hasta ahora, no se ha abordado; ha habido tímidos intentos, más cosméticos que efectivos, que se han quedado en una desconcentración formal que no ha satisfecho a nadie.  Un ayuntamiento que se precie debe tener una estructura reticular:  En un sentido, debe estar dividido en áreas temáticas, a su vez, repartidas en concejalías responsables de esos asuntos y, en otro sentido (del que adolece ahora), debe tener una división geográfica, transversal y participada, que dote a cada barrio de referentes claros, tanto políticos como ciudadanos, apoyados sobre un engranaje técnico que resuelva los problemas en vez de crearlos.

Si sólo pretenden abaratar el coste de los ayuntamientos hay dos fórmulas infalibles: Afrontar desde otros niveles de la administración las competencias que las ciudades asumen porque no hay nadie más que lo haga, sin estar habilitadas para ello, y que suponen un sobre coste descomunal y transparencia total en todas sus actuaciones para evitar “tentaciones indeseadas” amparadas en la opacidad administrativa.

Si se quiere, verdaderamente, modernizar todos sus estamentos y dotarles de una organización eficaz y eficiente a largo plazo, la ciudadanía tiene (tenemos) mucho que decir pero, para abrir las puertas, primero deben abrir los oídos. Ahí estamos.

miércoles, 2 de enero de 2013

CON LAS PENSIONES NO SE JUEGA (TAMPOCO)



Se llama Síndrome del Superheroe al conjunto de acciones, llevadas a cabo por una persona, que ponen en una situación de riesgo real o ficticio a otra, para acudir a su rescate y quedar investido de un aura épica de altruismo y desprecio al peligro cuando se trata de ayudar a otro quien, como consecuencia, quedará en deuda de por vida.   Esta costumbre es bien conocida por los sicólogos y, lamentablemente, no hay sólo personas de a pie afectadas por esta patología sino que, algún que otro gobernante, hace lo mismo para con sus administrados.

En España no ha habido gobierno que se haya resistido a la tentación de colocarse unas mallas pintureras, una máscara vistosa y una capa volandera para acudir raudo y veloz al rescate de nuestro sistema público de pensiones.  De este modo, no hay legislatura o mandato que no ponga en un sinvivir al sufrido colectivo pensionista con una espada de Damocles jubilado pendiendo sobre sus cabezas cuando, en realidad, es un asunto que debería gozar de una estabilidad a largo plazo dado que juega con el futuro de todos los contribuyentes.

Fuera de pulsiones demagógicas la realidad es bien distinta.  Nuestro sistema de pensiones supone algo menos de un 10 % del Producto Interior Bruto y, en los países de nuestro entorno con los que tanto nos gusta compararnos, el gasto oscila entre un 12 % de Inglaterra y un 15 % de Italia, quedando Francia, Holanda, Alemania, etc. en unas cifras intermedias.  Es más, en una proyección a 50 años, nuestras pensiones ascenderían al 15 % del PIB, de lo que se deduce que el peligro de colapso del sistema es otra falacia más de las que nos tienen acostumbrados.

Nuestro amado Bobierno achaca ese peligro al menguante número de personas en activo que aporten su cuota de contribución al sistema, lo que constituye en si mismo otra ofensa más a los seis millones de personas sin empleo que están deseando hacer sus aportaciones con verdadero alborozo.  ¿No sería más razonable, la aritmética así lo dice, adelantar la edad de jubilación y elevar la demanda de empleo con los puestos de las personas que se acojan a ese derecho?  Parece que si.

Tras esta sibilina campaña, secundada contundentemente por los voceros del régimen, no tardarán en aparecer los anuncios de magníficos y rentabilísimos planes de pensiones privados, en manos de esas entidades financieras que tanto hacen por nuestro bien, que metan mano en el tercer pilar del Estado del Bienestar, completando el círculo de privatización de nuestros derechos ciudadanos tras la Educación y la Sanidad.

Comenzamos un año, como de costumbre, cargados de buenas intenciones y propósitos solidarios y el Bobierno también tiene planes, la putada es que van encaminados a profundizar en el expolio ciudadano y dejarnos aún más expuestos a sus veleidades vía Presupuestos Generales de Estado.

Os deseo un 2013 cargado de salud, felicidad personal y lucha. No hay otro camino.