lunes, 29 de julio de 2013

Unas preguntas que me atormentan:


¿Desde cuándo lleva Soraya, calladamente, las riendas del Gobierno ante la incomparecencia mental de Rajoy?

¿Son ciertos los rumores que apuntan que, Javier Arenas, se ha incorporado como asesor a equipo de Papá Noel en Laponia?

¿Cuántos profesores de apoyo han dimitido, incapaces de hacerle entender a Fátima Báñez la diferencia entre empleo estacional, empleo neto y cifra de ocupados?

¿Cuándo convocará la Conferencia Episcopal una multitudinaria manifestación, como las que acostumbraba, para pedir la inmediata dimisión del nuevo Papa?

¿Entre los cambios legislativos que exige Eurovegas, se encuentra la recuperación del Derecho de Pernada?

¿Ha pedido, el ministro Margallo, una resolución de la ONU condenando la posesión de armas de destrucción masiva por parte de Pedro J. y Bárcenas, conminando a su entrega inmediata?

¿Aprovechará el PP, la inminente remodelación del Gobierno, para dar a las Eléctricas un sillón en el Consejo de Ministros?

¿Desmantelará, Ana Mato, el Instituto de la Mujer aduciendo una evidente “ausencia de varón”?

¿Cuánto tardará Núñez Feijoo en volver a recortar a los ejemplares funcionarios gallegos, tras el luto oficial?

¿Es grave la súbita afonía de Esperanza Aguirre tras la publicación de informaciones que relacionan su gestión con la trama Gürtel?

¿Ha silenciado el Gobierno la alarma, de la Organización Mundial de la Salud, que alerta sobre los peligros de la pandemia latente del virus UPyD?

¿Ha devuelto ya, el Consejo de Administración de Bankia, las llaves de la caja del Banco de España?  ¿Se han hecho una copia por comodidad?

¿Cuántas empresas especializadas en eliminación de plagas han ofrecido un contrato a Wert, tras su éxito en el exterminio de los estudiantes españoles?

¿La ambición desmedida de Gallardón ha logrado que no le hable ni su amigo imaginario?


¡Disfrutad del verano!


domingo, 21 de julio de 2013

¡He visto la luz...!


Vivimos en la opulencia, de otro modo no se explica que un producto de primerísima necesidad, como es la energía eléctrica, haya subido su precio un 80 % desde que comenzó la crisis.

Si no fuera porque confío ciegamente en nuestros próceres que, tras abandonar su vida política activa, se han incorporado a los consejos de administración de unas compañías eléctricas que, ellos mismos, contribuyeron decisivamente a privatizar, pensaría que éstas nos están estafando de mala manera con premeditación, alevosía, nocturnidad, choteo y todos los agravantes que contemple nuestra legislación.

A pesar de ser un tipo “corriente”, reconozco no estar muy puesto en temas de suministro eléctrico y, lógicamente, asumo con naturalidad decisiones adoptadas por gente que se ha pasado la vida administrando enchufes con prodigalidad.  No obstante, técnicos en la materia comentan, seguramente llevados por la envidia, que la luz que consumimos cuesta un 25 % de lo que pagamos.  Seguro que habrá una explicación.

Dicen que, además de la producción, el factor que más encarece nuestro recibo de la luz es el del transporte.  Mi mente enferma no puede sino ponerse a imaginar miriadas de sufridos trabajadores acarreando serones repletos de kilowatios de un lado a otro.  A las 8 de la mañana suena puntual el telefonillo: -¿Quién es? - El repartidor de la luz. - Déjeme 3 kilowatios y medio.  Y que sean buenos, que son para un enfermo...

Además de desempleados, que exportamos con éxito a todo el orbe, España es líder mundial en tecnología de energías renovables, que también exportamos y mucho.  Añadamos otro elemento, las condiciones geo-climáticas nos otorgan un enorme potencial en producción eólica (que ya supone un importante porcentaje de la producción) como en fotovoltaica (con un importante número de horas de sol, que no solo sirve para tostar guiris).

En los países de nuestro entorno triunfa una tendencia, denominada “autoconsumo”, consistente en que, ciudadanos o colectivos de ciudadanos, instalan paneles solares o/y molinos eólicos que producen electricidad por encima de sus cifras de consumo.  Esa energía se vierte a la red general y, los productores, solo recuperan la que necesitan dejando el superávit en la red eléctrica y, aunque se autoabastecen, abonando una cantidad significativamente menor por conceptos de almacenamiento y transporte.  Pues bien, las compañías eléctricas, en un incomprendido ejercicio de altruismo y con la complicidad del Bobierno, han decidido gravar el recibo de los díscolos productores individuales de modo que les salga más caro el collar que el perro y se vean obligados a volver al redil que nunca debieron abandonar.  ¿Quién dijo que el sol era gratis?

A eso debemos añadir el injustificado encarecimiento de la tecnología necesaria (infinitamente más barata en los países a los que la exportamos) y el torpedo en la línea de flotación de las Renovables que supone el fin de las ayudas públicas a su producción y la onerosa repercusión de esa mordida multimillonaria que han dado en llamar “déficit tarifario”.  Una ruina solo justificada por el “Si, buana” expresado por el ministro Soria cuando el poderoso lobby de las eléctricas puso los cojones encima de la mesa.


Cuenta el Génesis que Dios dijo “Hágase la luz”, lo que no refiere la Biblia es la cuantía del recibo que le clavó Endesa por autoconsumo.

sábado, 20 de julio de 2013

El asombroso caso del “Que inventen ellos”


Distraídos, como estamos, con los diferentes casos de corrupción que emponzoñan nuestro día a día, con el Caso Bárcenas/PP liderando la clasificación con una considerable ventaja sobre los demás, no reparamos en la increíble deriva involutiva que, con la manida excusa de la crisis, está adoptando el Gobierno de nuestras entretelas.

Así, con más o menos ruido, topamos con una, mal llamada, ley educativa que persigue consolidar el colapso, desguace y posterior venta al mejor postor de la potente estructura de Educación Pública, en beneficio de unos centros privados/concertados impregnados de un nacional-catolicismo que apesta a rancio.  Las distintas artimañas en forma de becas restringidas y tasas universitarias claramente elitistas, sólo son la punta de lanza de la estrategia muñida por la Conferencia Episcopal y los grupos ultra católicos para conseguir unas generaciones poco preparadas y carentes de espíritu crítico, que conformen una fuerza de trabajo borreguil y adocenada que acepte sin rechistar las penosas condiciones laborales que se adivinan en el horizonte.  Dudo que lo consigan.

El zarandeado pelele que preside el Consejo de Ministros, no para de sacar pecho cada vez que una gran empresa decide fabricar un producto en España, en base a un dudoso concepto de competitividad que nos acerca peligrosamente a países del tercer mundo.  Nadie, al parecer, se da cuenta de que, para tener un buen producto que la gente consuma, previamente ha habido un esfuerzo en Investigación, Desarrollo e innovación (I+D+i) que aquí se hurta a nuestros jóvenes y preparados científicos y que se rifan con alborozo en los países de nuestro entorno a los que se ven obligados a emigrar.

El Consejo Superior de Investigaciones Científicas se encuentra en una situación crítica ante la falta de financiación pública y ya se han encendido todas las alarmas que alertan de un inmediato cese de su actividad si no recibe dinero para poder trabajar.  Desde Moncloa responden que son habas contadas y, si no pueden trabajar, se cierra y tan contentos.  ¡Qué monumental error!

Carezco de datos para poder calcular la cifra de becas que se podrían conceder, el porcentaje que descenderían las tasas universitarias y que proyectos de investigación se acometerían con éxito si los más de 15.000 millones de euros que, por unos y otros conceptos, se embolsa la Iglesia Católica se destinaran a esos fines.

Al paso que vamos, dentro de no muchos años, España no será más que el vivero de semi esclavos productivos para las grandes multinacionales (la maldita Reforma Laboral tiene, entre otros, ese objetivo) y el país que se alimente del turismo y los servicios, para solaz de los países ricos de nuestro entorno, mediante un ejército de camareros que se dedique a servir los caprichos de los que, verdaderamente, han apostado por investigar, desarrollar e innovar.

Entre tantos e inequívocos signos de vuelta a los años más oscuros del siglo pasado, no podía faltar la consigna del “que inventen ellos” por la que aún estamos penando.

En absoluto me olvido de los más de seis millones de personas sin empleo que lo están pasando mal, muy mal; sin embargo, estoy convencido de que, si lleváramos una larga trayectoria de investigación a nuestras espaldas, la situación actual sería radicalmente distinta de lo que es.

No pasa nada, mientras el fútbol vaya bien no habrá de qué preocuparse.

sábado, 13 de julio de 2013

Una llamada d'Il Capo...


El arranque de la película “El Padrino”, como cada escena de la trilogía, nos muestra con toda su crudeza los oscuros manejos de La Famiglia mientras, alrededor, la vida transcurre con normalidad en un marco de felicidad y alegría.  Todos van pasando a saludar al Don y mostrarle respeto aunque, en algún caso, le muestran sus inquietudes y problemas que Don Vito, ejerciendo su papel de Padrino, se apresta a resolver recordando que son favores y los favores se pagan.

Es significativo el caso de Bonasera, el funerario de confianza de la familia; Il Capo se ofrece a resolver sus cuitas pero le informa que algún día, ojalá nunca se produzca, tendrá que devolverle el favor.  Tras el sanguinario asesinato de Sony en el peaje de la autopista, el Don, roto de dolor, recuerda a Bonasera que le debe un favor y le pide que haga todo lo posible para que su mujer, la desolada madre de Sony, no tenga que pasar por el trago de contemplar el cadáver de su hijo cosido a balazos a lo que el funerario se aviene de buen grado, consciente del honor que supone la confianza depositada en su persona.

A finales de los 90, el ejecutivo de Aznar, declaró la guerra al Grupo Prisa y la enfocó en su división multimedia que funcionaba bajo la marca Sogecable.  El entonces magistrado de la Audiencia Nacional, Javier Gómez de Liaño, secundado por un grupo de fiscales de la Audiencia autodenominado Los Irreductibles, hizo casus belli de Sogecable y las cantidades que, como fianza, pidió a los abonados a Canal Satélite, en medio de un enfrentamiento provocado artificialmente con la plataforma digital creada ad hoc por Telefónica para arrebatarle el monopolio en la televisión digital.

Las discutibles actuaciones judiciales de Gómez de Liaño en este caso, tuvieron como consecuencia una denuncia, imputación, juicio y posterior condena por Prevaricación, el delito que acaba con cualquier carrera judicial.  El Gobierno de José Mª Aznar no tardó en concederle un polémico y sospechoso indulto y, quién sabe, informándole que le hacía un favor y los favores se pagan.

El caso Bárcenas se envilece cada día y, tras su entrada en prisión y la imputación de su esposa, Rosalía Iglesias, han hecho que el antiguo tesorero plenipotenciario comience a filtrar informaciones, papeles y documentación que va dirigida a la línea de flotación del Partido Popular y amenace con hacer caer el mismísimo Gobierno de España.

El anterior equipo de abogados de Bárcenas, ante su brutal cambio de estrategia, decide renunciar (si su minuta estuviera siendo abonada por el propio partido, tendría completo sentido) y se encienden todas las alarmas en Génova 13 ante el cariz que parecen tomar las declaraciones del imputado.

En 48 horas, el bufete de Javier Gómez de Liaño, tras escenificar un encuentro en Soto del Real, decide asumir la defensa del ex tesorero y, sorprendentemente, no pide tiempo para conocer los vericuetos del caso.  ¿La nueva estrategia a adoptar está ya tomada y no pasa por nuevas declaraciones?  ¿Se avendrá Bárcenas a seguirla a rajatabla?  ¿Quién abonará la abultada minuta de un bufete de esas caraterísticas?  ¿Se ha terminado, como consecuencia, el goteo mediático de filtraciones alarmantes?  ¿Siendo Gómez de Liaño columnista de El Mundo, la intervención de Pedro J. Ha sido medida para provocar una reacción en el encausado?  ¿Veremos una "voladura controlada" de un caso ya sin vuelta atrás?  ¿Le han hecho una oferta que no ha podido rechazar?


Hola Javier, soy Josemari ¿recuerdas que te hice un favor?  Ha llegado el momento de que lo devuelvas... 

domingo, 7 de julio de 2013

¡Qué sosa está la prensa en verano! ¿Le echamos un poco de pimienta?


La Conferencia Episcopal desmiente la presencia de Rouco Varela en el desfile del Orgullo Gay

González Pons también cobra sobresueldos por surtir de titulares a las revistas de humor

Ante la falta de eventos deportivos Rajoy se pone a trabajar

Soraya Sáenz de Santamaría desbordada, este mes asume la presidencia de su Comunidad de Propietarios y en septiembre le toca la del A.P.A.

Bárcenas deambula en calzoncillos por Soto del Real tras regalar toda su ropa

La juez Alaya ve, en la “foto de la tortilla”, la prueba que incrimina a los históricos del PSOE andaluz

Tras el éxito de la “Operación Valderas”, el ABC carga contra Cayo Lara por usas gafas de marca

Montoro busca conexiones entre las cuentas en paraísos fiscales y los errores de notarios y registradores

Fátima Báñez sube la calefacción de su ministerio para hacer frente a la ola de calor.  “Es un caso parecido a la Reforma Laboral”, ha declarado.

En respuesta al fiasco del yate Fortuna, los ferreteros baleares se ofrecen a aportar todos los tornillos que el Rey necesite

La prensa internacional escandalizada, Snowden publica todos los décimos de lotería cobrados por Carlos Fabra

Tras la polémica por autodefinirse como la “artista del PP”, Leticia Sabater demiente rotundamente que sea artista

Clamoroso éxito, en el Campus FAES, de la conferencia de José María Aznar: Los abdominales ¿nacen o se hacen?

Conmoción en la Red: Pérez Reverte lanza un twit amable



sábado, 6 de julio de 2013

3 perspectivas, el mismo calor


Una vuelta sigue a otra con las sábanas empapadas de sudor, trataba de minimizar el contacto con la cama pero la ley de la gravedad es implacable.  Se levanta, el agua fresca que sale de la ducha le infunde ánimos y vuelve al lecho con la esperanza de que, esta vez sí, va a conciliar el sueño.  Diez minutos más tarde comprende que es imposible y el ventilador en que depositó sus esperanzas de descanso solo revuelve el aire pesado y caliente.

El cerebro se desborda en ensoñaciones extrañas que el duermevela potencia con una sensación de realidad frustrante.  La niña ha quedado con sus amigas para ir a la piscina y, hasta el día diez, no ingresarán los 600 euros del paro.  En el monedero solo quedan 25 y la nevera agota los últimos recuerdos de la compra de hace quince días.

La muchacha se ha portado bien, ha aprobado todo y, con una sonrisa cómplice, acepta sin reparos la cruda realidad de la familia.  No puede pedirle más.  Decidido, irá a la piscina y ellos volverán a comer en casa de sus suegros.  Si no fuera por su pensión no sabe como vivirían.

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El colchón de gomaespuma de la celda es un horno y no se mueve una brizna de aire a pesar de tener el ventanuco abierto de par en par.  Esto no puede seguir así.  La privación de libertad es muy dura, los minutos se hacen horas y la presencia de ánimo se va minando a toda velocidad.  Esto no puede seguir así.  Tumbado boca arriba, en pantalón corto, echa de menos las sábanas de hilo, la presencia cálida de su mujer, el aire acondicionado… en otras circunstancias estaría en un hotel de lujo, quien sabe si en alguna isla perdida del Índico, sometido a una severa dieta a base de langosta y daikiris.  Un paseo en yate hasta el atolón y dos horas de buceo rodeado de exuberante vida marina.  Esto no puede seguir así.  Si ellos no hacen nada, tendrá que hacerlo él.

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A las tres de la mañana no se oye un alma en la calle y, antes de apoyar la cabeza en la almohada, ya ha caído rendido, presa del agotamiento.  Sueña con los felices días de la universidad; seis años para sacar una ingeniería aeronáutica no son el mejor aval para desenvolverse con soltura  sirviendo hamburguesas, refrescos y patatas fritas en una cadena de comida rápida. ¿Era él tan sumamente odioso cuando fue adolescente?  A las nueve sonará el despertador y volverá a la rutina de enviar currículos a cientos de empresas y visitar algún polígono por si hubiera suerte.  Por la tarde le espera el humillante uniforme y los odiosos adolescentes.  Sus amigos le dicen que no se puede quejar…