Después que, los monstruos creados, hayan escapado de su
control ¿tienen, las potencias mundiales, fórmulas para atajar la escalada de
terror emprendida por estos, sin recurrir a las clásicas acciones militares de
efectos contraproducentes y dudosa eficacia?
La alianza entre Rusia y China, más reforzada ahora por el
suministro energético, ¿terminará por dar la puntilla a los mercados europeo y
norteamericano, obligando a dar un giro diametral a su política económica,
laboral y social?
¿Cuánto tiempo puede aguantar un país con un desempleo
enquistado en el 25 % y un riesgo cierto de deflacción?
¿Cuánto tiempo puede aguantar la ciudadanía de un país con
un desempleo enquistado en el 25 %, una economía comatosa y una tala brutal de
derechos?
¿A quién conviene el mantenimiento de una administración de
justicia anquilosada, de medios arcaicos, gravosa para el ciudadano, lenta
hasta la desesperación y minada de trampas y puertas traseras a favor del
poderoso? ¿No tenía mucha mayor
complejidad técnica la modernización de la administración tributaria y se hizo?
¿Estamos, de modo inconsciente, considerando “algo normal”
que la corrupción de todo pelaje que nos expolia supere las dos cifras del PIB?
Cuando la discriminación económica y laboral de la mujer, el
maltrato o el terrorismo machista solo tienen una solución a medio-largo plazo
mediante políticas educativas en ambientes de igualdad real ¿a quién conviene y por qué resucitar la
educación segregada por sexos?
¿No hay otras fórmulas para reivindicar nuestro acervo
cultural que no pasen por torturar animales indefensos? ¿No tiene nuestra cultura otros aspectos reivindicables
de los que todos nos podamos sentir orgullosos?
¿Quién, además de sus propios miembros, obtiene jugosos
beneficios de la situación de privilegio integral que la Iglesia Católica tiene
en España?
¿Cuándo aprenderemos a separar el Deporte; actividad de
grandes beneficios físicos, sicológicos y sociales; del Show Business, que todo
lo pervierte y al que nos han acostumbrado para tenernos distraídos de lo
verdaderamente importante, moviendo unas cifras de negocio deseables para servicios esenciales de nuestra sociedad?
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