lunes, 24 de diciembre de 2018

El decálogo imprescindible para sobrevivir a las cenas navideñas



Quieras o no quieras, son fechas de inevitables contactos entre seres más o menos humanos. Veamos cómo sobrevivir con los menores daños posibles:

1.- Al llegar a casa de tus anfitriones, te mostrarás extasiado por la decoración navideña y el buen gusto al colocarla aunque te sangren los ojos con lo chabacano de los adornos, la infernal mezcla de colores en un árbol que pide ser talado por misericordia y ese Belén que parece un puticlub de pueblo.

2.- La carne no está dura, está al dente; la ensalada de nísperos en escabeche es muy original; no es que no pruebes bocado por repugnancia, es que ya no te cabe más y, en general, la cena no está salada como si dieras lametazos a las salinas de Torrevieja, está sabrosa; los ojos solo te lloran de emoción.

3.- El vino del súper se deja trasegar a partir de la cuarta copa, parecerá un Vega Sicilia a partir de la octava, pero tu cuñado (no importa cuál) no dejará de parecerte gilipollas hasta la decimosexta.

4.- Hagas lo que hagas, la sensación de ser el único que se curra los regalos del Amigo Invisible se incrementa año tras año. Ya puedes regalar un moñigo envuelto en papel celofán, que a ti te caerá otro igual, liado en papel de periódico atrasado.

5.- Tu suegro tiene carta blanca para sentarse a la mesa cuando le dé la puta gana, como le salga de las pelotas, borracho hasta las cejas y no deje de tocarle las gónadas a todo el mundo pero, como se te ocurra soltar una inconveniencia, te caerán encima las siete plagas de Egipto.

6.- Lo sabes de sobra porque jugabais a los mismos números, a tu cuñada no le han tocado ni las diez del monte, pero da igual; alabarás su suerte legendaria cuando os confiese discretamente que, juntando todo, ha salido ganando 550 euros en la lotería, que guardará para irse las vacaciones a un crucero (y además sabes que se larga al pueblo de su madre a pegar gañote todo el verano).

7.- Dos valium y un lingotazo antes de salir, hacen maravillas para soportar toda la cena escuchando argumentos de ultraderecha el sobrao de tu cuñado fontanero, que es autónomo de los que paga el mínimo, pero exige prestaciones suecas, va de experto empresario del IBEX y solo repite las mierdas que oye en Intereconomía y tu hermana te pide dinero cada dos por tres porque se deja la pasta en el casino.

8.- Si tú no tienes hijos porque no soportas a ningún ser humano que mida menos de metro cuarenta (y al resto según y cómo), por qué tienes que aguantar a una caterva de enanos chillones que se suben por encima de cualquier cosa, inerte o animada, que esté a su alcance; sueltan incontrolables risotadas con la boca llena que te ponen perdido de perdigones y se ponen a llorar a 125 decibelios sin mediar provocación. Herodes, ese héroe injustamente tratado por la Historia.

9.- Además de la política, el fútbol es otro asunto espinoso que mejor no tocar. Entre tanta gente hay aficionados de distintos equipos que son enemigos irreconciliables. Aunque, ahora que lo pienso, a mí me la suda el fútbol pero, no viene mal de vez en cuando, soltar un “menudo penalty que le hicieron a fulanito” entre dos forofos de los equipos contendientes; dar un par de discretos pasos atrás, y contemplar como de sacan las vísceras con la pala de pescado.

10.- Tu suegra es una mujer con carácter pero es buena gente y se ha pasado una semana dejando la casa como los chorros del oro para lucirla con sus invitados. Conviene ayudarla… ayudarla a montar en cólera cuando; el gato de su nieta mayor (que, por inexplicables motivos, no puede quedarse un rato solo en su casa) que se ha subido por todos los muebles dejándolo todo lleno de pelos blancos; ha tirado el jarrón que contenía las cenizas de la abuela, esparciéndolas generosamente por el salón.

Espero que estos breves consejitos se resulten de utilidad, en cualquier caso, una última recomendación: Ser feliz en estas fechas no es obligatorio, pero ayuda. Diviértete…

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