El Vicepresidente y Consejero de Presidencia de la Comunidad
de Madrid, Salvador Victoria, tiene un arrebato de ingenio y, aprovechando la
coincidencia de fechas, compara a los cientos de miles de manifestantes de
ayer, con el golpista Tejero y sus mariachis. El Consejero de Sanidad, Fernández Lasquetty, tira de
reflejos y propone realizar controles antidoping a los altos cargos en
ejercicio.
Luis Bárcenas trató de engañar a la Policía en la prueba
caligráfica a que le se sometió en los juzgados. No sólo hizo esfuerzos por disimular su letra sino que
propuso, sin éxito, utilizar sobres en vez de folios y, reo de su propia
soberbia, firmó el escrito como “El Tío Gilito” para asombro y consternación de
los funcionarios allí presentes.
Iñaki Urdangarín niega el conocimiento y la validez de los
correos electrónicos aportados por su ex socio, Diego Torres, y atribuye su
autoría al colectivo Anonymus para tratar de minar el fabuloso prestigio que
avala al trayectoria de la Familia Real.
Su abogado, preso de una risa nerviosa, hubo de usar el casco de su moto
para disimular.
La Ministra de Desempleo, Fátima Báñez, tras asistir al
congreso de C.C.O.O., se lía y termina afiliándose. Consciente de su torpeza, apela a su próxima salida del
Bobierno para justificar la posible necesidad de los servicios jurídicos
prestados por el sindicato a los afiliados que han perdido su trabajo. No cuela.
Ante la sospecha de que el Joseph Ratzinger se eche al
monte, la Curia se ha apresurado a manifestar que el dogma de la Infalibilidad
del Papa no es para tanto, que es una forma de hablar. Benedicto XVI contraataca diciendo de
la virginidad de María y la Inmaculada Concepción fueron argumentos para calmar
la ira de José y que la Sábana Santa obedece a una humorada de Banksy.
Silvio Berlusconi, en un esfuerzo desesperado por recuperar
el tirón electoral perdido, se rodea de las Mamma Chiccio en su último mitin y
saca a Aznar al escenario al grito de “Si este pelagatos lo consiguió, por qué
yo no”, coreado con entusiasmo por los asistentes.
En el primer programa de la nueva temporada de Cuarto
Milenio, Iker Jiménez tratará de desvelar la misteriosa ceguera selectiva de la
ministra Ana Mato: No ve los vehículos en su garaje, no ve los payasos y confetis
de los cumpleaños, de a mil euros el kilo, no ve el saldo de sus cuentas en
gananciales, no ve a los inmigrantes enfermos, no ve las medicinas de los
pensionistas y no ve la manera de quitarse el marrón de encima pero, sin
embargo, no se le escapa cualquier oportunidad, por pequeña que sea, para
recordarle a Rajoy que, si ella se va, se va a llevar a muchos por delante.
Esperanza Aguirre amenaza a Montoro con jugar con sus
propias pelotas si no rebaja el I.V.A. aplicable a los campos de golf y equipamientos. La única incógnita es saber qué excusa
se inventarán porque, que lo bajarán, no ofrece dudas. Al tiempo.
3 comentarios:
Fermín: por más que lo intenten, no van a poder con nosotros.
Somos muchos y se lo vamos a hacer entender.
Enhorabuena por tus escritos.
Un abrazo
Josemi
Genial como de costumbre...Yo solo le veo una pega. Todo esto no tiene ninguna gracia salvo por las ganas de no caer en una espiral de locura colectiva,que nos obligaria a los mas pacific@s a salir con palos a las calles. Felicidades por arancarnos una sonrrisa q alivie nuestra presion
Tan atinado como siempre, Fermín, pero creo que va siendo hora de pasar de las palabras a los hechos. Esta burla impune de la casta política ya dura demasiado y cada vez más personas sufren para mantener el trabajo, la casa..y hasta la dignidad. No sé si somos un país dormido, pero sí aletargado. La sombra de una dictadura de 40 años aún pesa demasiado...y extiende su nauseabundo legado con tanta insistencia como extensa es la influencia de la trama Gürtel. Ojalá le pase factura muy pronto a este Gobierno de mentirosos y corruptos...o la historia nos la pasará a nosotros por conformarnos con escándalos diarios. Un abrazo, Fermín, es un placer difundir tus artículos.
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