Ayer charlé un rato con el cirujano que me atiende en la
Sanidad Pública. Se lamentaba del
deterioro galopante que ésta está sufriendo a manos de los bobiernos del
Partido Popular que, vía Presupuestos, la tienen condenada a la inanición, a la
espera de un colapso cierto para que aparezca, cual paladín salvador, la
empresa privada cabalgando sobre un descendiente del Caballo de Atila entrenado
para arrasar.
Me explicó, con una claridad meridiana, la posición de los
profesionales sanitarios ante esta tropelía, consistente en redoblar la calidad
de la asistencia prestada a los pacientes y en seguir mostrando un rechazo
frontal a cualquier medida que derive en el desguace de un Sistema Público de
Salud envidiado en todo el mundo.
Agradeció la comprensión mostrada por los ciudadanos y, cómo no, la
solidaridad expresada en todas las movilizaciones llevadas a cabo.
Le expresé que, la totalidad de la personas, nos dividimos
en tres grupos: Los que han estado enfermos, los que estamos enfermos y
quienes, antes o después, lo van a estar.
Como consecuencia, desempeñando diferentes roles, todos somos víctimas
potenciales del mismo crimen y, por tanto, siempre caminaremos unos al lado de
otros.
Los guionistas del culebrón de moda, La Corrupción, siguen
trabajando a destajo con tramas complejas y entrelazadas que, una vez agotada
nuestra capacidad de asombro, están llevando el cabreo generalizado hacia el
paroxismo:
El Jefe del Estado se ve envuelto en una espiral de chantaje,
mediante las figuras de su hija, su yerno, su amiga, el chantajista propiamente
dicho y una serie de personajes secundarios que van apareciendo que nos hacen
sospechar que ya se ha producido una abdicación, de facto, en la persona de
Diego Torres, quien dosifica la aparición de su variado catálogo de correos
electrónicos con el fin de esquivar su ingreso en prisión y, de paso, terminar
de garantizarse un futuro de holganza en la opulencia.
El Presidente del Bobierno, lleva varios meses con los genitales
constreñidos por una mano férrea que sólo afloja la presión, un instante, para
hacer alguna peineta. La cacareada
ola de demandas judiciales con la que, los mencionados en esos célebres
papeles, iba a acogotar al chantajista, ha quedado reducida a la solitaria
presentada por la Cospedal que, mira a un lado y a otro, y comprende lo
precipitado de su decisión.
Lo cierto es que, la jefatura del estado y la presidencia
del gobierno, están en manos de chantajistas que no persiguen, precisamente, el
bien común y el país, mientras tanto, a la deriva.
Concluido ya el debate sobre el Estado de la Decepción, el
Detestado de la Nación, el Estado (de coma) de la Nación o el Estado del Y Tú
Más; sólo hemos sacado en claro que ninguno de los dos partidos mayoritarios
sabe dónde va. Rajoy expuso unas
cifras económicas que, inmediatamente, han sido desmentidas por la celebérrima
Troika, acompañadas por un sonoro azote en nuestro culo y que podrían resumirse
en: Mariano, afila las tijeras que esto acaba de empezar. Rubalcaba, sin embargo, desgranó una
serie de vaguedades sin más sustancia que la puramente semántica y que podrían
resumirse en : Consejos vendo que, para mí, no tengo.
Visto lo visto, nos reafirmamos en el convencimiento de que,
la única alternativa, es disolver las cámaras, convocar elecciones y emprender
un proceso de reformas enfocadas al ciudadano, no a las élites financieras y,
ya que nos ponemos, elaborar una nueva Constitución partiendo de cero. La del 78 cumplió su función pero se
nos ha quedado pequeña y, cualquier día, va a reventar por las costuras.
1 comentario:
De todos los temas, el que más me preocupa es la SANIDAD, solo se solucionarían estos problemas como mínimo, con unas elecciones anticipadas, que los dos partidos ahora mayoritarios y sobre todo el PP perdieran muchos votos y entraran en escena otros partidos/grupos como IU – Equo – Frente Cívico - Partido X, Partido del Futuro .
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