En estas fechas de aplastamiento publicitario hay dos
campañas poderosísimas que están eclipsando a todas las demás: Las emprendidas
por los gobiernos español y catalán a costa de una hipotética independencia de
Cataluña. Como todos los productos
de la industria del marketing; las fanfarrias, los focos deslumbrantes, los
mensajes impactantes y tramposos y las estudiadas reacciones que provocan;
ocultan y juegan con lo verdaderamente importante: Los sentimientos y las
emociones de la gente.
Los arrebatos virulentos aireados por ambas partes me
provocan una pregunta ¿Quién soy
yo para decirle a nadie dónde quiere vivir o dónde se debe sentir más
cómodo? La respuesta es
Nadie. Basándome en esta premisa,
no me considero capacitado para pontificar en ningún sentido pero sí para
exigir Respeto para y por todos los actores.
Con sus reacciones y actitudes, los gobiernos encabezados
por Rajoy y Mas, nos demuestran cada día que, a poco que se esforzaran, serían
capaces de hacerlo mejor, infinitamente mejor, solo necesitarían introducir en
sus particulares marmitas un ingrediente imprescindible; toneladas de sentido
común o seny, según desde qué lado del espejo se vea la realidad porque, ahora
mismo, el pueblo catalán en primera persona y el español de modo
circunstancial, estamos siendo obligados a trasegar grandes cantidades de un
bebedizo insoportable de digestión dolorosa.
Quienes pronuncian el término Democracia varias veces en
cada frase que pronuncian, no deberían sentir reparo alguno en conocer cuál es
la verdadera opinión del pueblo catalán, porque eso es auténtica democracia, y
asumir que, fuera cual fuese el resultado, agradará a unos y desagradará a
otros. Lo repetiré las veces que
sea necesario: Respeto.
Mi opinión personal (ahí sí me mojo), no va en una línea
nacionalista sino internacionalista.
Considero que las fronteras (todas, físicas y formales) y la defensa de
las mismas ha causado un daño terrible al ser humano y, venciendo nuestra
tendencia ancestral, deberíamos trabajar hacia su total desaparición pero solo
es una opinión entre miles de millones.
Nada menos.
1 comentario:
Me sumo a tu opinión, aunque también tenga la mía, que escribiré en breve.Gracias Fermín.
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