Tic tac,
tic tac, ... Con la precisión de un cronómetro, cómo no, suizo, nuestro
amado Gobierno continúa su particular cruzada contra los ciudadanos. Parecía que las asombrosas Tasas Judiciales
eran un instrumento que, con la excusa de descongestionar los juzgados, estaban
motivadas por un afán recaudatorio además de un potente efecto disuasorio para
los más desfavorecidos, a favor de quien sí disponga de recursos para acudir a
los juzgados y recurrir las veces que la ley lo permita. El argumento, como ahora comprobamos, estaba
incompleto.
Tic tac,
tic tac, ... Seguimos avanzando
con paso firme hacia el adocenamiento y la sumisión forzosas. La criminalización de cualquier tipo de
protesta se hace realidad por su vertiente más sibilina e intimidatoria: La nueva ley contempla un aspecto esencial,
aborda el castigo a los ciudadanos descontentos que lleven su indignación a las
calles por la vía administrativa, es decir, friéndoles a multas de cuantía
desorbitada y haciéndoles pasar por “caja” para cualquier tipo de reclamación o
recurso, con lo que la sangría económica se multiplica por dos. Es de cajón que, quienes salimos a las
calles a protestar por la actuación liberticida del Gobierno y sus políticas
ultraliberales, somos personas con recursos limitados o, directamente, carentes
de ellos. Todo va encajando.
Tic tac,
tic tac, ... Si alguna protesta
les resultara especialmente molesta o derivase en enfrentamientos con unas
fuerzas del orden debidamente aleccionadas, la actuación de sus miembros
estaría blindada de impunidad por dos vías:
Al pertenecer al ámbito de lo contencioso-administrativo la palabra de
un policía está dotada de “veracidad” y no se podría, por ejemplo, grabar su actuación
para demostrar una conducta abusiva o contraria a los derechos que asisten a
cada persona. Se trata pues, de un
aforamiento de conveniencia que ampara a unos en perjuicio de los derechos de
todos.
Tic tac,
tic tac, ... Se avecinan unos movimientos estratégicos del Gobierno en
materia legislativa que, presumiblemente, encontrarán una dura respuesta
ciudadana en las calles: La caprichosa,
innecesaria y regresiva ley del aborto será, probablemente, la primera que se
perpetre y el campo de pruebas para comprobar la eficacia intimidatoria y
represiva de la nueva Ley Mordaza o la modificación inconstitucional para
perpetuar en sus cargos a los alcaldes que tienen su puesto en el disparadero,
pero hay más. La realidad tozuda, está
empeñada en desmentir, día a día, las falsas proclamas triunfalistas en materia
económica, hasta tal punto, que aumenta exponencialmente el número de personas
que, además de no tener trabajo, han agotado su prestación; los desahucios se
multiplican y, como consecuencia, se prevé un otoño caldeado en movilizaciones sociales. ¿Pretenden acabar con su sacrosanto déficit
a base de esquilmarnos con multas salvajes?
Tic tac,
tic tac, ... El año 2015 está a la vuelta de la esquina y, con él, las
convocatorias electorales que, irremediablemente, les mandarán, primero al limbo
y después a los juzgados. El miedo ha
cambiado de bando y se les nota. Tic tac, tic tac, ...
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