Cuando decaiga el ruido, alguien se tomará la molestia de
coger una calculadora y hacer eso para lo que han sido creadas, calcular. El estupor provocará que las cuentas se
repitan dos y tres veces para, al final, pronunciar en voz alta lo que nuestro
cerebro clama por expresar: Nos la han vuelto a liar (añádase el improperio que
cada quien tenga por costumbre).
Desde el punto de vista aritmético, los números construyen
una verdad indiscutible: El fiasco-estafa-robo-desvío
del caso Cajamadrid/Bankia se sustanció en 25.000 millones de euros, así, a lo
tonto, un 2,5 % del PIB o, al menos, esa fue la cifra de ese rescate que iba a
pagar Bankia, una vez fuera del lodo y que, como todo lo demás, acabaremos
pagando nosotros pero, una vez recuperados los sentidos después de las
atronadoras Trompetas de Jericó que nos han tenido aturdidos con las famosas
tarjetas opacas, es cuando tiramos de calculadora para descubrir que, los 15
millones gastados a manos llenas en asuntos confesables o inconfesables, solo
suponen un 0,06 % de la cantidad total.
Para aclararnos: Conocemos
el destino de 15 millones, ahora hay que seguir profundizando con la excavadora
para saber qué ha sido de los 24.985 millones restantes.
Han sido solo 15 millones pero qué bien gastados. El Consejo de Cajamadrid, luego Bankia,
estaba formado por miembros de todas las entidades políticas, empresariales y
sindicales que tenían algo que decir en Madrid y, se supone, dar su placet o
fiscalizar las acciones financieras emprendidas por la entidad. El uso indiscriminado de las dichosas
tarjetas, hacía a sus poseedores objeto fácil de chantajes o sujeto de
complicidades gustosas y, como consecuencia, dejaron las manos libres a sus
gestores para hacer y deshacer a su voluntad lo que mejor conviniera a los
oscuros intereses que movían sus hilos.
Llevo mucho tiempo convencido de la “conexión societaria” de
los distintos casos de corrupción conocidos y no conocidos aún, que afectan a
todas las administraciones regidas por el Partido Popular, va a ser difícil
apearme de la idea de que Bárcenas solo era el gestor en el confluían todos las
mordidas y, una vez detraídas las comisiones cobradas por cada caudillito local
o regional, las incorporaba a un fondo o inversiones o llámalo como quieras, de
dónde se pagaban sobresueldos, gastos corrientes, campañas electorales, compra
de voluntades, etc. Sus cuentas en
Suiza o otros paraísos fiscales, serían la suma de las comisiones del ¿10 %?
Que le correspondían por los servicios prestados. Según esta tesis, el expolio de la banca pública en sus
manos constituía una potente herramienta para crear o incorporarse a otros
entramados donde habría ido a parar ese 30 % del PIB que ha consumado la
descapitalización del Estado.
Alguien dirá y con razón ¿Y los EREs, los cursos
fraudulentos de formación, las comisiones por obras públicas de otras
administraciones, los sobrecostes, etc?
Sin duda serían delitos que, como tales, han de ser investigados,
juzgados y, si procede, condenados pero, al lado de esta estructura hiper
profesionalizada, unos simples aficionados.
En conclusión:
Los 88 miembros del Consejo de Cajamadrid/Bankia, no solo deben devolver
el dinero, abandonar los puestos de representación que detentan, ponerse en
manos de la Justicia y cumplir las penas que les puedan caer sino, además, en
un futuro deseable, ser acusados de colaboradores necesarios en el entramado de
latrocino financiero que nos ha robado a los ciudadanos 300.000 millones de
euros, tirando por lo bajo.
Nos han robado por encima de nuestras posibilidades pero no
quedarán impunes. ¿O sí?
4 comentarios:
Querido Fermín, me temo que toda esta basura se irá de rositas, a no ser que alguien venga y ponga las cosas en su sitio.
Un abrazo
Fermín.Mi abuelo casi le paga al Sr.Blesa los 32000 euros, que pusieron en una cuenta especial destinada a "multas que pagaré con mi Ferrari, que corre como un avión"
Bankia, el arte de juntar 14 ñordos con las bendiciones de la CNMV esperando que en vez de un enorme ñordo saliese de allí oro! Sigue de actualidad : http://www.kojackadasvarias.blogspot.com.es/2012/05/y-rr-no-tenia-la-piedra-filosofal.html …
Rato: el gran visionario de la economía. Desgraciadamente, a España le quedan trescientos años de democracia como para juzgar a gente así. Es una pena.
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