RESPETA Y SERÁS RESPETADO

Qué respeto tiene un gobierno hacia su ciudadanía cuando: 

Se entrega en brazos de la patronal, despojando a los trabajadores de los derechos conseguidos durante décadas de lucha.

Da los pasos necesarios para que sólo disfrute de una educación de calidad quien pueda pagarla.

Desmantela el servicio público de salud más avanzado, solidario y eficiente del mundo, en beneficio de empresas privadas cuyo objetivo no es la salud sino los beneficios económicos.

Abandona a las personas dependientes en el limbo de la inacción pública y el olvido.

Aprueba, alienta o permite el encarecimiento desmesurado de elementos imprescindibles como la electricidad, el gas o los combustibles para contentar a las grandes empresas del sector.

Ve a sus administrados como un fruto al que hay que extraer todo el zumo para luego poder llevarle a la banca el desayuno a la cama.

Proclama una Amnistía Fiscal sonrojante cuando debería perseguir y castigar con toda la dureza que permita la ley a los delincuentes que han hecho del fraude fiscal su modus vivendi.

Está dispuesta a eliminar las pocas reservas naturales que nos quedan en pos de un relanzamiento del fracasado “modelo ladrillo”, fuente insostenible de dinero fácil y especulación.

Considera a las personas como meros peones del tablero de ajedrez del Nuevo Orden Económico Global a los que no duda en sacrificar cuando el juego lo demanda.

Qué respeto tiene un gobierno hacia sus conciudadanos cuando desprecia, ridiculiza e ignora cualquier palabra, gesto o movimiento contrario a sus inconfesados e inconfesables intereses.