¡Albricias! El Gobierno está muy contento porque la Comisión
Europea ha dictaminado que, a principios de año, finalizará el rescate, pedido
por España, para recapitalizar su anémico tejido financiero. Se trata de ese mismo rescate que nunca
existió si atendemos a las declaraciones, aseveraciones y juramentos solemnes
que hicieron, del Presidente del Gobierno para abajo, todos los miembros del
ejecutivo.
Tiene gracia que finalice el “Rescate imaginario” pero que
las consecuencias, en forma de una gloriosa “pella” de más de 30.000 millones
de euros, sean tan reales que, en breve, pasará por casa el cobrador con su
carterita sin asas y sus recibos manoseados para que abonemos solidariamente
nuestra parte alícuota correspondiente.
Mientras tanto, desde Bruselas, tierra de disgustos,
muestran su honda preocupación por las proporciones desatadas del otrora
sacrosanto Déficit y, para 2014 sugieren, con esa sutileza y elegancia de la
que solo es capaz la vieja Europa, la aplicación de nuevos recortes por valor 35.000
millones de euros. No quiero
pensar de qué partidas va a recortar esa cantidad pero, a título de propuesta
inocente, con no dar un céntimo a la Iglesia y cobrarle los impuestos que no
paga, estaría cubierta, al menos, la mitad.
Mientras tanto, a la espera de la raquítica contratación de
la menguante campaña navideña, el Paro vuelve imparable por sus cifras
desaforadas, los bancos no prestan un euro de lo que les hemos dado y la CEOE
sigue con su consigna de no contratar hasta que la legislación vigente se
acerque al despido libre.
¿Recuperación?
Dónde se ha escondido Montoro, el de las declaraciones lisérgicas/triunfalistas,
para pasar la resaca oculto a las cámaras. Los famosos brotes verdes no son más que una creciente capa
de moho y la luz al final del túnel ha resultado ser la vela que precede el
paso de la Santa Compaña.
Mientras tanto, el tribunal que ha juzgado el caso Prestige
no ha fallado, ha acertado de pleno.
Los armadores/piratas de medio mundo han respirado felices porque les
han franqueado el paso, del norte de Europa al Atlántico, por el camino más
corto, a sus bombas navegantes, que ahí hay mucho dinero y, bien administrado,
da para todos. Los irresponsables
políticos que, primero ignoraron y luego decidieron mandar el problema al
“quinto pino” han salido limpios de polvo, paja y chapapote aunque su desidia
hubiera asfaltado todo el litoral cantábrico.
Mientras tanto, El ministro Wert, dolido por la
rectificación con las ayudas a los Erasmus realizada la semana anterior, puso
sobre la mesa un “me las van a pagar” y amenazó con reducir su alcance a la
mitad el curso próximo, eso sí, echando balones fuera y amparándose en una
dudosa directiva europea. No tardó
en aparecer el portavoz del área de educación, desmintiendo con rotundidad al
ministro y calificando sus declaraciones como basura. A este hombre le puede su soberbia y altanería y, además, tengo
el convencimiento que, una vez asegurada la pensión como exministro, está
deseando volver a su empresa y sus tertulias a ganar pasta gansa a la sombra
del cargo.
Pero no pasa nada, nunca pasa nada. Con casarte y ser sumisa lo tienes todo
hecho.
1 comentario:
Cuánta verdad tan bien narrada! Aquí te dejo los malos olores que destila la aniquilación de lo público. #Bricochapismoilustrado: Cerrado por podrido. http://relatosmudos.blogspot.com/2013/11/cerrado-por-podrido_14.html
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