domingo, 30 de septiembre de 2012

HOLA DICTADURA



¿Qué podemos pensar de un país que reduce drásticamente los servicios, recursos, derechos y medios a disposición de los ciudadanos para inyectar cantidades obscenas de dinero a favor de unas élites económicas delictivas que han gestionado deslealmente los ahorros que pusieron en sus manos?

¿Cómo calificar a un estado que agrede, encarcela y maltrata con saña a los miles de personas que, legítimamente, expresan su enfado con la situación manifestándose pacíficamente; las criminaliza, se mofa de su actitud y abusa del monopolio de la fuerza en manos de los cuerpos de seguridad?

¿Qué concepto podemos tener de un Bobierno que, recordando épocas de esclavitud, deja completamente desprovistos de derechos indispensables a gentes de otros países que, en tiempos de bonanza, han trabajado como posesos por un sueldo miserable haciendo millonarios a muchos empresarios sin escrúpulos?

¿Cómo definimos a unos dirigentes que se jactan sin rubor de desmantelar las estructuras públicas fundamentales, la Educación y la Sanidad, con la excusa de la crisis; para entregarlas envueltas para regalo al mejor postor que, casualmente, siempre tiene alguna relación económica con ellos?

¿Cuál es la denominación adecuada para quien deja absolutamente desamparadas a las personas que no pueden ganarse la vida trabajando honradamente porque, la coyuntura económica provocada artificialmente, no parece la adecuada para hacer desaparecer el “factor miedo” en seis millones de potenciales votantes?

¿Qué decir de alguien que destruye, por la vía política o la económica, todos los medios de comunicación críticos con su actitud sectaria, torticera, interesada, retorcida, cicatera y miserable; censurando contenidos, prohibiendo dar cobertura a graves acontecimientos y desviando la atención hacia cuestiones de trascendencia menor; al más puro estilo Goebbles?

¿Cómo se llama a unos gobernantes que han hecho de la mentira, la falacia y el embuste malintencionado un modo de vida del que obtienen pingües beneficios a costa del trabajo de un pueblo al que, con la excusa de que pueda comer, le dicen que le tienen que sacar los dientes?

¿Cómo vemos a esos bien pensantes que, velada o descaradamente, amenazan con sacar los tanques a la calle porque un pueblo quiere saber si sus ciudadanos quieren seguir dentro de una estructura de estado en la que no parecen sentirse cómodos?

Bobierno de España, no podemos sufrir por ti (ni queremos).

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