De todos son conocidas las desastrosas consecuencias que la
denominada Reforma Laboral, redactada por la CEOE y dictada al oído de la
ministra Báñez, ha tenido, está teniendo y tendrá en el futuro para todos los
que aspiramos a ganarnos la vida trabajando honradamente. Unas cifras de desempleo vergonzosas
que, ya ni el Gobierno lo oculta, superarán los siete millones de dramas
personales y familiares sin un hilo de esperanza, al menos, a medio plazo.
La rendición incondicional del Estado a las élites
financieras, se plasma en la entrega de cientos de miles de millones de euros
(desde 2008 hasta hoy) a unos bancos y cajas en quiebra técnica. No obtenemos, sin embargo, una respuesta
creíble al destino de esa monstruosa cantidad de dinero que, misteriosamente,
ha desaparecido, se ha volatilizado de las cuentas de resultados aunque, no hay
que ser ninguna lumbrera, sospechamos a qué manos, bolsillos o cuentas
bastardas han ido a parar.
La desfachatez de estos bancos y cajas trasciende las
dimensiones planetarias desde el momento en que, su torpeza o mala fe, provocó
el estallido de la mal llamada Crisis cuya primera consecuencia fue el cierre
del grifo del crédito para financiación de empresas y proyectos, la caída en
tromba de miles de pequeñas y medianas empresas (las que más empleo crean) que
no podían hacer frente a sus compromisos, millones de personas sin trabajo que,
lógicamente, dejaron de responder a sus obligaciones hipotecarias contraídas y,
a continuación, sufrieron y sufren la ejecución de sus préstamos y, para cerrar
el círculo ominoso, los cientos de desahucios que se perpetran a diario. Las entidades financieras crean el
problema y nos lo hacen pagar a todos por dos vías: Huyendo de la quema con nuestro dinero y castigando a las
víctimas de sus ambición delictiva.
Al amparo de la maldita crisis (estafa), el Gobierno del
Partido Popular, se ha puesto a trabajar con denuedo para liquidar cualquier
servicio público susceptible de desviar fondos del estado a manos
privadas:
Privatización de instalaciones sanitarias, colapso de las
gestionadas por la administración, mediante inanición presupuestaria, buscando
el beneficio de las entidades privadas o maltrato a profesionales y fomento del
descrédito de lo público.
En el ámbito educativo la deriva es similar en las formas
pero de un calado mucho más profundo en lo ideológico. La denostada LOMCE ha puesto de acuerdo
a todos los actores de la comunidad educativa: Alumnos, padres y profesores en
cada una de las etapas de la enseñanza pública, desde las escuelas infantiles
hasta la universidad. La simbólica
entrega de las “llaves del colegio” a la Iglesia Católica, la ideologización
conservadora de los contenidos y la promoción del estudiante según su nivel
económico nos hará regresar al tardofranquismo más montaraz.
En el terreno de la Justicia más de lo mismo. El atraco a tasa armada de los
ciudadanos, decantará, sin remisión, todos los recursos a favor del litigante
con mayor capacidad económica, dejando desamparado de facto a cualquier persona
que se sienta agredida en el ejercicio de sus derechos o víctima de otros
delitos.
La Cruzada emprendida por el binomio Gallardón-Rouco contra
las mujeres se sustanciará, si un repentino ataque de cordura no lo remedia, en
la aprobación de una nueva Ley del Aborto que estigmatiza a la mujer y la
convierte en un mero contenedor reproductivo sin más derechos que los que le
puedan asistir hasta su maternidad y, después, abandonada a su suerte en una
legislación salvaje que castiga laboralmente a las madres, sin posibilidad de
conciliación y, en el caso de ser necesario, fuera de las coberturas que
ofrecía la Ley de Dependencia.
En la terrible situación que nos oprime hay millones de
personas cuya subsistencia depende de la ayuda que le prestan sus progenitores
pensionistas. No hay problema, se
conculcan las leyes, se revocan derechos adquiridos y se lamina el, ya escaso,
poder adquisitivo de estos de modo que, más pronto que tarde, el ejército de
personas sin empleo pase por el aro de unas condiciones laborales en el sumun
de la precariedad en el nacimiento de un nuevo tipo de esclavitud del siglo
XXI.
¿He dicho ejército de personas sin empleo? Pues si le sumamos los perjudicados por
el desguace de las Sanidad pública, la Educación pública, la Ley de
Dependencia, la Mujer y los desamparados judiciales (entre otros), nos juntamos
unos cuantos.
Se ha terminado el tiempo de esperar, pongámonos en marcha
YA.
3 comentarios:
Pongámonos en marcha pero ya!!!!
Están organizados; no hay mas que mirar los debates en la televisión y te das cuenta que se pretende embobar al televidente al mismo tiempo que se le adoctrina y de paso se va denostando a líderes como el Alcalde de Marinaleda. Ya se atreven a decir que es un fascista (manda guevos) y que IU son comunistas y consecuentemente, dictadura (ahora tócatelos), como si no supiéramos que una dictadura del proletariado en un país Europeo, hoy en día, es inviable. A lo que podemos aspirar, es que algún partido retome las Resoluciones aprobadas por el P.S.O.E. en el Congreso de Suresnes, las haga suyas y a partir de ahí, comenzar a trabajar.
La burguesía, el capital y la derechona con la bendición de la Iglesia, están hoy más unidas y organizadas que nunca. Lo gracioso es que en su día, los "cerebritos" optaron por la reforma, en contra de lo aprobado (la rotura) y ahora, son ellos los que deciden romper, mientras el "Director de la orquesta" remata su mega-mansión en Marruecos.
Yo, "don erre que erre" espero a octubre ¡si allá llegamos!
¡Qué grande eres, amigo Fermín! admiro tu capacidad de análisis, y áun me resulta más absurdo que memos que no saben contar ni con los dedos nos aboquen a este abismo sin remedio, mientras personas tan válidas como tú sólo puedan desahogarse en un blog en lugar de contribuir a cambiar las tornas desde puestos de responsabilidad. Un gran abrazo, compañero. No me cansaré de difundir tus artículos que con tan excelente criterio escribes.
Javier.-)
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