La salida de la crisis ya es un hecho. El viento sopla con fuerza por la popa de la
economía española que se dirige, con rumbo firme, hacia ninguna parte. La banca, las grandes empresas y
corporaciones, el IBEX 35 y los gurús de los números coinciden en la certeza de
que navegamos por las ricas aguas de los beneficios pero ¿beneficios para
quién?
En el VI año triunfal de la Crisis observamos como el
vergonzante número de personas sin empleo ha descendido de forma ridícula e
infinitamente precaria, eso sí, con gran alharaca por parte del Gobierno. El caso es que estas personas ven con pavor
como se agota su prestación por desempleo y, en la mayoría de los casos, deben
renunciar a hacer frente a sus obligaciones de pago para poder comer. Como consecuencia, el número de desahucios,
lejos de descender, aumenta exponencialmente y la acumulación de expedientes en
los juzgados, pendientes de resolución, augura unos meses o años de miseria y
dolor.
La publicación del informe europeo que sitúa a España en el
oneroso segundo puesto en las estadísticas que miden la pobreza infantil,
informe posteriormente ratificado a nivel interno por una organización tan poco
sospechosa de “rojerío” como es Cáritas; ha puesto en el disparadero la
estrategia triunfalista del Gobierno, por lo que deducimos, basada solamente en
fuegos artificiales.
Son incontables los casos reales de niños que únicamente
disfrutan de una comida seria al día, la que les facilitan en los colegios y,
de puertas de casa para dentro, ni pueden alimentarse en condiciones, ni pueden
vestir adecuadamente, ni pueden afrontar los rigores meteorológicos de un modo
mínimamente digno; lo que conduce a un deterioro de su salud y, muy importante,
su educación, ya que está demostrado que en esas condiciones se reducen las
capacidades cognitivas y de aprendizaje.
Se da la curiosa paradoja de; mientras las familias sufren,
el Gobierno celebra. ¿Qué hay que celebrar?
Nuestros gobernantes están satisfechos porque van colmando las
expectativas de quienes les apoyan: El poder financiero disfruta de una cómoda
posición lograda a costa de descapitalizar el Estado en su beneficio. La CEOE ve cumplidas, punto por punto, sus
exigencias en cuanto a liquidación de derechos laborales y consolidadas sus
ventajas fiscales. La Iglesia Católica,
el lobby que todo lo impregna, está recuperando cuotas de poder que le son
arrebatadas a la ciudadanía y, la clase más poderosa económicamente, ve
engordar sus bolsillos a costa de una denostada clase trabajadora que no da más
que problemas.
Unos medios de comunicación adocenados, difunden con
estruendo su mensaje triunfalista a la vez que, por pura estrategia electoral,
van alimentando el descontento y la sensación de desafección ciudadana hacia la
política que redundaría, otra vez, en unas cifras de abstención que les
garantizasen una mayoría cómoda, a sabiendas que, los suyos, van todos a
votar a golpe de corneta y en formación militar cerrada.
Debemos contrarrestar sus movimientos en dos líneas: Redoblar las protestas y movilizaciones para
que sientan en la nuca el aliento indignado de los ciudadanos y, además, hacer
un esfuerzo pedagógico para, aunque sea al oído de nuestros vecinos, desmontar
las mentiras interesadas difundidas por esos medios de comunicación que cobran
el precio establecido por cada titular rimbombante. De otro modo, como pretenden, se perpetuarán en el poder y la
pobreza dejará de ser noticia para convertirse en norma.
¡A trabajar!
4 comentarios:
Asumo tu reflexión, que se ve reforzada por últimos sucesos: la desfachatez de Montoro negando valor al informe de Caritas. ¿Creerá Montoro que los ciudadanos vamos a creer sus argumentos?. ¿Sabe Montoro que Caritas da de comer a los ciudadanos que él "olvida" en sus triunfalismos?
herrerillo, twitter
Uno de tus post más críticos y con menos sentido de lo humor que te he leído. También es cierto que este tema, lejos de producir sonrisa, produce sonrojo. Un sonrojo que se torna indignación y cabreo a cada día que pasa.
Urge que la ciudadanía nos pongamos las pilas y redoblemos los esfuerzos en las protestas día si y día también.
Excelente tu reflexión de hoy
@vladimir693
Es lógico que se perpetúen en el poder si el poder no tiene frenos. Montesquieu lo explicó muy clarito en "El Espíritu de las leyes", obra que debería ser de lectura obligatoria en el bachillerato y dentro de las asignaturas obligatorias. El que no lo sea, es muy significativo.
Algunos pensamos que los políticos hacen lo que quieren en parte porque se eligen ente ellos con las listas cerradas de los partidos; que lo seguirán haciendo mientras tengan la confianza de los partidos; que para que esto empiece a cambiar hay que cambiar el sistema electoral. ¿No sería bueno que les hiciéramos cambiar el sistema electoral usando las redes sociales, por ejemplo recogiendo firmas como han hecho para la reforma de la ley hipotecaria? ¿Entre todos podemos? http://necesitamospoliticosdeconfianza.blogspot.com.es/
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