Ahora que se han puesto tan de moda las películas de vampiros, como en tantas otras cosas, disponemos de una versión patria que, salvo en el objetivo de sacarnos hasta la última gota de sangre, se parecen a las originales lo que un huevo a una castaña. Ayer nos obsequiaron con la última versión tras el Consejo de Ministros y debo reconocer que, lo que es acojonar, acojonan.
Aparece la vampiresa jefe (no confundir con la lideresa, aún), flanqueada por dos de sus secuaces y lo que debería aparecer como una seducción dulce pero mortal se convirtió en una sucesión árida de palabras obscenas que te avisan que vayas poniendo en orden tus asuntos porque vas a palmar seco como un pergamino y en menos tiempo de lo que tarda La Razón en relacionar una tormenta de pedrisco con la ETA.
Para abrir boca (nunca mejor dicho); Soraya, chupasangre donde las haya; desmiente categóricamente que España sea candidata a un Rescate en toda regla y que ese rumor que afirma que los que tienen dinero negro, en vez de acogerse a la amnistía fiscal, estén comprando dólares a manos llenas, es infundado y tendencioso. La sangre se hiela en las venas.
Fátima, princesa de las burbujitas, adquiere su cuota de protagonismo al decirle, de modo grosero, a quienes peor lo están pasando que no se preocupen, que van a recibir una ayuda de 428 € siempre y cuando acrediten que viven debajo de un puente porque, si han tenido que regresar a casa de sus padres y estos perciben pensión, verdes las han segado. Dicen que piensan incluir en el cómputo hasta la paga semanal que reciban los niños pero yo no me lo creo, aún. Palidecemos hasta adquirir un atractivo tono azulado.
Pastor que, como médico, sabe de anatomía más que el resto; propina una certera puñalada que rebana simultáneamente yugular y carótida a todo aquel incauto que piense que, por tener un trabajo de mierda, va a poder emanciparse alquilando una vivienda. Su perorata trilera podría resumirse en: Todos los derechos para los propietarios, ninguno para los inquilinos y; si tienes la desgracia de que el ejemplar empresario que te tiene semi esclavizado, se retrasa más de diez días en abonarte el sueldo; las pasarás muy putas para encontrar un puente porque estarán todos ocupados por parados que tienen padres pensionistas.
Y el emperador de los vampiros observa, divertido, la escena mientras paladea un puro con su bloody Mary literal. El capataz nuevo que ha nombrado para sangrar España, el tal Rajoy, no lo hace mal del todo...
2 comentarios:
Muy bueno, como casi siempre.
Salud.
Muy buen artículo
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