Del mismo modo que en Agosto se relajó (un poquito) la Prima de Riesgo, el cabreo combativo, de quienes soportamos el abrumador peso de esta estafa planetaria sobre nuestros hombros, ha tenido un ligero descanso vacacional. Más que nada porque estar permanentemente endemoniado no es bueno para la salud y, cuerpo y mente, aplican mecanismos inconscientes que reducen el estrés causado por el enfado constante. Pero ya llega Septiembre...
Y llega el momento de la reincorporación al trabajo (los afortunados que hemos tenido vacaciones), la vuelta al cole (no sólo los alumnos sino, también, el maltratado colectivo de enseñantes); la vergonzosa retirada de derechos a los inmigrantes que los convierte en una nueva versión de la casta paria (los mismos inmigrantes que han hecho multimillonarios a muchos empresarios sin escrúpulos), la subida del I.V.A. (acompañada de abusos sin cuento), la enésima reforma financiera (que ahondará el proceso de hundimiento de España), esas medidas traicioneras a la sombra de la “crisis” (que nos conducen con paso firme y decidido a los tiempos de la posguerra), la progresiva podredumbre de los Medios de Comunicación (que persigue adocenar a la audiencia anulando o criminalizando el imprescindible pensamiento crítico), nuevos bandazos de nuestro desnortado Bobierno (para mayor mofa, befa y escarnio de la prensa internacional), la fijación enfermiza de la Iglesia Católica contra la mujer y sus derechos (luego nos llevamos las manos a la cabeza cuando vemos las sociedades musulmanas), el fútbol y otras competiciones (poco pan y pésimo circo) y, por supuesto, la protestas ciudadanas (cada colectivo hace la guerra por su cuenta para mayor tranquilidad del gremio delictivo/gobernante que rige nuestros destinos).
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