lunes, 22 de octubre de 2012

LA EMPANADA GALLEGA



Una visión inicial y simplista de los escaños obtenidos por las fuerzas políticas en las Elecciones Gallegas nos lleva, inevitablemente, a las mismas conclusiones que los titulares de determinada prensa interesada: Feijoo (y el Partido Popular) salen reforzados contundentemente, al aumentar su mayoría absoluta, que pasa de 38 a 41 diputados y, como consecuencia, las políticas suicidas de recortes sociales emprendidas por Rajoy, absolutamente legitimadas.  Falso, muy falso.

Miremos la cifra total de votos, retorcida por la perversa Ley D’Hont, y comprobaremos que ese hipotético refuerzo no es tal.  Feijoo ha perdido la friolera de 140.00 votos, lo que, en cualquier sitio donde, aunque con los dedos, se sepa contar; supone un varapalo interesante.  Si, además, atendemos a la tradicional disciplina del votante de derechas y, más aún, en un lugar con las características de Galicia, esa sangría de votos no es el mejor aval para reeditar una mayoría absoluta y, menos aún, un refrendo incondicional a Rajoy y sus mariachis.  Consecuencia: Si el Partido Popular pretende sacar pecho (olvidando el costalazo vasco), se encontrarán con fracturas múltiples de costillas con hundimiento de esternón.

¿Cuál es, entonces, la causa de este reparto de escaños?  La deserción en masa y a la carrera del desencantado votante del PSOE; partido que ha pasado de 25 a 18 escaños, perdiendo cerca de la mitad de votos. La cifra obtenida ayer queda significativamente cerca de la lo conseguido por el BNG en 2009 y, a su lado, la importante pérdida de apoyos del PP queda en un simple arañazo…
Surgen voces por todas partes que culpan, de esta debacle sin paliativos, a la nula presencia de ánimo del candidato, un hombre del color del traje de un funcionario franquista; gris indefinido, que responde al nombre tan llamativo de Pachi Vázquez.  Otras voces, las más, dirigen el foco de la responsabilidad a un Rubalcaba a quien, cada día, pasan cientos de facturas al cobro; tanto de afrentas pasadas, como presentes o, incluso, futuras y se tornan en un clamor que pide cambios profundos, ya.

Mención aparte merece la potente irrupción de un rejuvenecido Xosé Manuel Beiras y su A.G.E (Alternativa Galega de Esquerda) que, en asociación con IU, se ha convertido en la tercera fuerza política con 9 escaños, prometiendo dar mucha guerra al Gobierno Gallego y desplazando a un deslucido BNG que ha perdido la mitad de sus representantes.

Si unos y otros hacen un análisis serio y riguroso, en vez de su habitual ejercicio de ombligoscopia, Galicia será el punto de partida para innumerables cambios, que se antojan tan urgentes como necesarios, que nos conduzcan a la imprescindible salida social que necesitamos.  Si no es así, serán otros cuatro añitos a severa dieta de empanada…

1 comentario:

Flamenco Rojo dijo...

Comparto tu aálisis y reflexión sobre los resultados de la jornada de ayer en Galicia.

Un abrazo.
Pepe Gonce