Resulta curioso el revuelo organizado alrededor de que, un
juez, haya imputado a una ciudadana de la que sospecha, fundadamente, que ha
delinquido. ¿Tan raro es que se
impute a una delincuente?
Llama la atención que, una ciudadana imputada por delitos
fiscales y citada a declarar, haga pública su intención de acudir
voluntariamente al juzgado.
¿Mostraría la misma voluntad si no hubiera sido citada?
Ofende la vista la contemplación, día tras día, de las
portadas de determinados periódicos que han hecho bandera de la manipulación
grosera y la mentira. ¿Gozarían de
la misma impunidad si sus invectivas fueran en contra del Gobierno?
Ofende la inteligencia, en cuanto se hace un mínimo
análisis, la sutil pero constante labor de transmisión, por los medios de
comunicación convencionales, de las tesis defendidas por el Gobierno, aunque
sean absurdas. ¿Hay una epidemia
de adocenamiento periodístico o, verdaderamente, la supervivencia de sus
empresas (y de sus puestos de trabajo) depende de su docilidad?
Es repulsivo el machaque diario, contra las instituciones
públicas y un Sistema maleado pero recuperable, con la complicidad de
determinados medios, en busca de radicalizar la desafección política y provocar
la abstención. ¿Cuántos votantes
de la derecha se abstendrían y cuántos de la izquierda? ¿La ciudadanía es consciente de la
existencia real de otras formaciones políticas, aparte de PP y PSOE, que
podrían gobernar y hacerlo bien?
Asquea el manoseo de cifras, en un asunto tan delicado como
el desempleo, que nos colocan cada vez que se publica el número de parados, el
de afiliados a la Seguridad Social y los índices macro/micro económicos que se
contradicen entre sí. ¿Están convencidos
que los ciudadanos somos gilipollas?
Debería estar contemplado en el Código Penal el ejercicio de
trile descarado que nos ofrecen con la sacrosanta deuda: Bajada de la prima de riesgo e
intereses de los bonos emitidos y, con la excusa de los menores intereses,
aumento del préstamo recibido. ¿Alguien
se ha parado a calcular cuánto dinero debía el Estado hace dos años y cuánto
debe ahora? ¿Cuánto dinero supone
el trasvase bastardo de deuda privada a deuda pública? ¿Cómo y quién lo pagará?
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