Hoy es 12 de Octubre, fecha en la que se conmemora que, un genovés espabilado, le sacó a una reina despistada en sus batallitas, los recursos necesarios para emprender una aventura por mar que le conduciría a Cipango (Japón) y, en el camino, se tropezó con un continente que estaba en todo el medio y nadie le había avisado.
Es la fecha en la que nos congratulamos de haber sometido y sojuzgado a unos pueblos que llevaban allí toda la vida, mediante unas estructuras políticas y militares capitaneadas por individuos sin escrúpulos, con la única intención de esquilmar sus yacimientos de oro, plata y piedras preciosas que financiarían pulsiones guerreras inútiles y vergonzosas.
Este día celebramos que la Iglesia, siempre cómplice con el poder, emprendió un sangriento proceso de “evangelización”, aplicando preceptos extraños que nadie comprendía, con el fin único y verdadero de tener controladas con mano férrea a las civilizaciones que allí existían, a cambio de unos míseros galeones cargados de riquezas, a mayor gloria de Dios.
Hoy salimos a la calle, banderas en ristre, a recordar con orgullo como, una España corrupta en sus estructuras de poder, se arruinó varias veces, redoblando la presión para conseguir más y más dinero extraído de la piel de sus nuevos súbditos, para hacer inmensamente ricos a los banqueros holandeses y alemanes que prestaban el dinero al Reino, con unos intereses de usura, mientras el pueblo pasaba hambre (¿De qué me suena esto?).
Una jornada en la que, sólo escuchar el término “España”, hace que se hinchen nuestros pulmones y los ojos se humedezcan. España, que procede de Hispania, palabra latina que significa “Tierra de conejos”.
En suma, levantemos nuestros corazones y demos gracias al señor por haber traído a nuestras tierras el cultivo de la patata, sin la cual, nuestra rica gastronomía no sería lo mismo y por supuesto imposible el sabroso guiso de Conejo con Patatas, que ha paliado tanto hambre en nuestra "piel de toro" y que resume con maestría más de 500 años de historia.
1 comentario:
Amigo Fermín, excelso tu escrito que resume de maravilla y en corto espacio este día que ahora se llama fiesta nacional ¿no era el nombre de esa corrida de toros sangrienta y espeluznante?
En fín...esto es un sin fín.
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