Ingredientes:
(Para la tortilla)
Poder Ejecutivo
Poder Legislativo
Poder Judicial
3 pares de huevos cobardes (valentía para ensañarse con los
débiles)
Mantequilla (para lubricar la introducción de caprichos de
los poderosos)
Sal
Pimienta
(Para la salsa)
Medios de comunicación (4º poder), previamente macerados
Elaboración:
Con varios meses de antelación, se van macerando los medios
de comunicación en un licor compuesto por Publicidad Institucional en generosas
proporciones salpicado por ostracismo y ahogo financiero en las partes más
duras.
Tras una cuantiosa financiación ilegal, se dispone de los
recursos necesarios para disponer, en administraciones local, autonómica y
nacional, de una sobrada mayoría que facilite la tarea.
En una sartén amplia se ponen a calentar, debidamente
fragmentados con un cuchillo de intereses privados, los poderes Ejecutivo
(sabor que predominará sobre los demás), Legislativo (que creará el caldo de
cultivo necesario para dar cremosidad al guiso) y Judicial (con la única
función de disolver los grumos que vayan apareciendo), se salpimenta al gusto y
se van trabajando con mimo hasta conseguir una masa uniforme.
En un bol, se baten con vigor los tres pares de huevos
cobardes hasta llevarlos a un estado de fina espuma que penetre por todos los
resquicios de los servicios públicos que puedan generar algún beneficio
económico hasta emulsionarse con ellos.
Se pone al fuego una sartén antiadherente de última
generación (las hay con forma de déficit, deuda, prima de riesgo, rescate
bancario, ...) y se engrasa con una nuez de mantequilla.
Se mezclan en el bol, los huevos en espuma y la masa
uniforme producida en la primera sartén y se vierten con cuidado en la
antiadherente, procurando que la mezcla cubra toda la base de forma homogénea.
Se va cuajando, primero a fuego lento, para que se haga bien
por dentro sin arrebatarse y, después, a fuego fuerte para darle un agradable
tono dorado. Se voltea, con ayuda
internacional, las veces que se considere oportuno (según el punto deseado) y
se emplata en una fuente con forma de piel de toro.
Antes de servir, se napa (cubre la superficie) con la salsa
de medios que le dará un apetecible aspecto y disimulará convenientemente el
olor nauseabundo que desprende el plato.
¡Bon apetit!
2 comentarios:
La imaginación al poder. Impresionante artículo, enhorabuena.
Buena entrada! :))
Saludos
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