Recuerdo, con absoluta nitidez, las imágenes en blanco y
negro de las reuniones que mantuvieron los llamados “Padres de la
Constitución”, los años 77 y 78. Todos
iban impecablemente vestidos con traje y corbata y se sentaban alrededor de una
mesa alargada con sus carpetas repletas de papeles. Ninguno de ellos, en ningún caso, iba ataviado con un mandilón de
hule ni aparecían provistos de martillo y cincel. Este hecho confirma mis sospechas de que la Constitución Española
de 1978 no está grabada en piedra y, en consecuencia, es susceptible de admitir
los cambios que la sociedad, 36 años después, considere necesarios.
Partimos de la base, admitida por todos, que la situación
socio política en aquellos años convulsos nos obligó a aceptar los múltiples
tentáculos de un pulpo gallego y uniformado como animal de compañía pero, hoy,
solo está en el recuerdo de un grupo reducido de nostálgicos aunque, eso sí,
todavía con elevadas cuotas de poder.
El caso es que, lo que primero fue un murmullo, ha devenido
en un clamor que exige una adaptación de nuestra Carta Magna a los nuevos
tiempos. El sector conservador de
nuestra sociedad, que en ocasiones más parece arqueológico, aduce que no es el
momento pero ¿cuándo lo es? La
abdicación de un monarca que, discusiones aparte, cumplió su función, abre la
puerta para terminar con ciertos anacronismos que deben ser desterrados de la
Ley de Leyes y debe hacerse ahora.
Porque sí es el momento.
El artículo 92.1 señala que “Las decisiones políticas de
especial trascendencia podrán ser sometidas a referéndum consultivo de todos
los ciudadanos”. Veamos qué decisiones
políticas debieran ser sometidas a ese referéndum que pondría a nuestro país en
el S XXI:
Modelo de Estado:
¿Queremos seguir formando parte de una Monarquía Parlamentaria en la que
el Jefe del Estado forma parte de una dinastía por herencia de sangre o
queremos elegir a la persona que, durante un tiempo estipulado, ostente la
máxima representación de los españoles?
¿Queremos seguir con un modelo de Estado Unitario, dividido
en comunidades autónomas, o constituir una República Federal en la que cada
estado tenga funcionamiento autónomo con legislaciones decididas y aprobadas
por ellos?
Estado laico: Las
creencias religiosas pertenecen a la esfera personal de cada individuo y el
marco general debe estar desprovisto de cualquier connotación o influencia
propia de una confesión religiosa. La
financiación de éstas correrá a cargo de sus fieles y, el patrimonio artístico
y cultural histórico será gestionado por el Estado.
Prioridades: La
prioridad básica del Estado es conseguir el bienestar de los ciudadanos y la
prestación de unos servicios públicos universales, gratuitos y de calidad, por
encima de otro tipo de intereses.
Cualquier duda sobre como administrar los recursos del Estado se regirá
por este principio.
División de poderes:
Los poderes del Estado; Legislativo, Ejecutivo y Judicial; serán
independientes entre sí. Se
establecerán las medidas necesarias para evitar injerencias indeseadas entre
ellos.
Principio de igualdad:
Todas las personas, con independencia de cualquiera que sea su
condición, serán iguales ante la Ley.
El Estado garantizará el ejercicio de sus derechos y sus obligaciones.
Ley Electoral: Se
aplicará un modelo que garantice la representatividad real bajo el principio de
“un ciudadano, un voto”, eliminando cualquier elemento que distorsione la
efectividad de este principio.
Probablemente existan muchas más modificaciones que puedan
producirse pero, con éstas, me daría por satisfecho.
¡¡REFERÉNDUM YA!!
7 comentarios:
Fermín suscribo todos los puntos y sobre todo tenemos que presionar continuamente que se realice un REFERÉNDUM.
Un abrazo, amigo
Hoy sencillamente, te has superado
Completamente de acuerdo hasta la última coma
El derecho a decidir es ejercer la democracia, algo que muchos créen que solo es ir a votar cada 4 años. REFERENDUM YA !!!
El valor político de pedir un referéndum va mucho más allá de la posibilidad de que se celebre. ¿Por qué? Mi contribución al debate: "¿Es un error pedir un referéndum sobre la monarquía?" http://blogdelviejotopo.blogspot.com.es/2014/06/es-un-error-pedir-un-referendum-sobre.html
Saludos Fermín
Pienso que por sus miedos e inseguridades, están perdiendo la oportunidad histórica de legitimar la monarquía, no tendrán una oportunidad mejor, ese referéndum, independientemente del resultado, sería el inicio de la reconciliación de las dos españas. Al no hacerlo, están negando el derecho y la posibilidad a esa reconciliación. Deberían ser juzgados por traición y poner en peligro la paz de los Españoles. Suscribo todo y particularmente, la separación efectiva de los poderes. Un saludo.
Un referendun ahora posiblemente lo ganara la Monarquía y quedaría así justificada para 100, 1000 años, a no ser que el Rey hiciera gala de su 'inteligencia Real' y huyera bajo cruces y bastones.
Afortunadamente esto no será así y quizá precipite una peremne 'guillotina' a la Corona. La estupidez politica española es excelencia.
Un referendun ahora posiblemente lo ganara la Monarquía y quedaría así justificada para 100, 1000 años, a no ser que el Rey hiciera gala de su 'inteligencia Real' y huyera bajo cruces y bastones.
Afortunadamente esto no será así y quizá precipite una peremne 'guillotina' a la Corona. La estupidez politica española es excelencia.
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