Después de casi cuatro años convulsos, plagados de recortes
de derechos y servicios, es difícil resistirse a la tentación de la crítica,
una crítica descarnada e implacable que tiene el efecto sicológico de vaciar el
depósito de agravios y, al exteriorizarlas, evitar que acabemos todos en una
institución siquiátrica. No
obstante, cuando ya sabemos todo lo que se ha hecho mal, llega el momento de
poner sobre la mesa lo que haríamos si estuviéramos en el poder, de proponer
alternativas y soluciones realistas, positivas y viables para demostrar la
vigencia de lo público al servicio de la ciudadanía, en suma, de elaborar un
programa electoral.
Con independencia de cuál sea la formación política que lo
lleve a cabo (cada cual se inclina por alguna y yo, que tengo mis ojos puestos
en Izquierda Unida, también), no pienso entrar en el laberinto del sectarismo y
pongo a disposición que quien lo crea oportuno mis ideas y propuestas para unas
elecciones municipales a celebrar en mayo.
Empezaré por la boca del lobo: Urbanismo y vivienda, 10
propuestas:
El Urbanismo ha sido la piedra angular sobre la que se ha
edificado la fortaleza de la corrupción que, a escala municipal, no ha asolado;
de modo que urge cambiar los conceptos, las formas y, sobre todo, los
objetivos.
Una ciudad tiene ciertas similitudes con un ser vivo y, por
lo tanto, necesidades y expectativas de crecimiento pero, éste, no debe ser
utilizado para construir son control buscando llenar las arcas (y algunos
bolsillos) sino, con la sostenibilidad por bandera, buscar cubrir las carencias
que una ciudad pueda tener y ajustarse a ellas.
Un Urbanismo Participativo:
-Todas las actuaciones urbanísticas que se emprendan, ya
sean nuevos barrios o remodelación de los existentes, pasarán ineludiblemente
por unos estudios que, con la metodología I.A.P. (Investigación y Acción
Participativa), sitúen sus prioridades en las necesidades manifestadas por los
ciudadanos, sujetos protagonistas en vez de objetos paganos. Hasta que, en el ámbito legislativo
nacional, no se modifique la L.R.B.R.L, la célebre ley de bases, el Pleno
asumirá el compromiso de hacer vinculantes las decisiones que se adopten en
cada I.A.P. llevada a cabo. En
todos los casos se aplicarán los siguientes criterios:
-La construcción y dotación de equipamientos públicos en
cada nuevo desarrollo (centros educativos, sanitarios, deportivos y de ocio)
discurrirá paralela a la de las viviendas, estando a disposición de los vecinos
desde el primer día y aumentando la cobertura de servicios según aumente el
número de habitantes.
-Los nuevos edificios construidos no superarán las 5
alturas, contemplando excepciones en forma de “edificios singulares” que no
superen el 10% del total. No
pudiendo exceder la superficie utilizada del 25% de la zona, destinando el
resto a viales, parques y jardines (primando el uso de especies autóctonas y
sostenibles).
-Todo el nuevo alumbrado público instalado será de
tecnología LED, alimentado por paneles solares individuales por luminaria. Contra el argumento de su alto precio
(no tanto), está su ahorro energético, escasísimo mantenimiento y coste cero en
infraestructura, cableado y subestaciones eléctricas.
-Cada edificio construido estará dotado de paneles solares en
su cubierta que cubra, en todo o parte, las necesidades de luz, agua caliente,
calefacción y aire acondicionado.
Para los edificios ya existentes se dispondrá de un sistema de ayudas y
créditos blandos que faciliten su instalación. Pocos dudan que las trabas legislativas existentes ahora
para el autoconsumo, desaparecerán de un plumazo en cuanto cambie el color del
gobierno central.
-Cada edificio construido estará dotado de aljibe que dote
de agua para riego y otras necesidades distintas del consumo humano.
-Una empresa municipal, constituida a tal efecto, dispondrá
de suelo público para construir viviendas a precios asequibles, destinadas a
jóvenes o familias con pocos recursos.
Las cuentas de esta empresa se auditarán, como es preceptivo, al final
de cada ejercicio y sus beneficios, si los hubiere, pasarán a las cuentas
municipales.
-De cada 3 viviendas construidas por la empresa municipal,
una será destinada a alquiler social, con una cuota de arrendamiento del 20% de
los ingresos familiares acreditados.
Con esta iniciativa, cada ayuntamiento dispondrá en el futuro de un
parque de viviendas públicas dignas a disposición de familias en riesgo de
exclusión social.
-Cuando una construcción supere el Índice de Aprovechamiento
Urbanístico normalizado (previa autorización justificada), se destinará el 10%
de ese exceso a equipamiento municipal o viviendas para el parque público.
-La instalación de centros comerciales de gran superficie,
estará regulada en función del número de potenciales destinatarios, sometida al
criterio de los vecinos afectados y de carácter híbrido, destinando una parte de
su superficie a equipamientos públicos.
Próximamente:
Participación Ciudadana.
1 comentario:
Eso es una utopía Fermin, aunque viable, pero dudo que eso lo lleguemos a ver. Sería lo correcto para un buen funcionamiento. Saludos
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