A cuenta de la decisión del Ayuntamiento de Madrid, de
elegir a una mujer para representar el papel de Rey Gaspar, y de la estúpida,
artificial y forzada polémica levantada a su alrededor, basada en “sesudos
análisis” que no soportarían el peso de una mosca que se posase en ellos, hago
mi particular aportación a la “causa”:
Partimos de la base de que hay gente que no pilla los
conceptos: La Navidad no es más que una alegoría humanística del triunfo del
bien sobre el mal, encarnado en el nacimiento de un niño que representa las
virtudes humanas, del triunfo de la luz sobre la oscuridad, por eso se celebra
en el solsticio de invierno, momento en que las noches empiezan a ser más
cortas, y de la pleitesía que los poderes socioeconómicos deben rendir al ser
humano, plasmada en la adoración de los Reyes. Esta es la lectura laica de lo que celebramos estos días y
que, como tantas otras cosas, el cristianismo hizo suya para aprovecharla a su
favor.
Los conceptos no son más que la representación mental que
nos hacemos de un hecho o situación y, como tal, puede tener el rostro que le
quiera poner cada quien o ninguno, en realidad no varía su significado. Lo mismo sucede con el género que le
atribuyamos al propio concepto. Da
lo mismo, no altera ni su esencia ni su efecto. Así, es completamente indiferente qué persona sirva de
“percha” para el personaje: su estatura, color de piel o de ojos, extracción
social, género o condición sexual. Lo único relevante podría ser la elección de
alguien contrario, por su trayectoria o convicciones, a lo que se trata de
representar y no parece este el caso.
Es curiosa la capacidad de determinados personajillos de la
derecha para hacer el ridículo en cualquier momento, situación y circunstancia
que se presente y, si está de por medio la flamante Alcaldesa de Madrid, más
todavía. No descarto el día en
que, dadas las necesarias restricciones al tráfico impuestas por la alarmante
contaminación del aire, nos desayunemos cualquier mañana con alguna portada de
periódico/panfleto que acuse y condene a Manuela Carmena por respirar una buena
cantidad de oxígeno cuando hay madrileños cuyos pulmones no funcionan bien.
Me importa mucho que el nuevo equipo de gobierno de Madrid,
haya reducido la monstruosa deuda municipal en 871 millones en solo 6 meses de
mandato. Me fijo en que hayan
aumentado un 26% las partidas presupuestarias destinadas a prestaciones
sociales. Considero muy
interesante el rostro humano y la cercanía que esta mujer da a la Alcaldía y,
por supuesto, que no sea impostado sino natural. Todo lo demás me parece el recurso al pataleo propio de un
niño malcriado al que le han arrebatado su juguete y que prefiere romperlo
antes que lo disfruten otros y, si esos otros, son la mayoría de los vecinos de
Madrid, con más motivo.
Sean cual sean tus ideas, tus creencias religiosas (si las
tienes), tu condición social o tus circunstancias personales, te deseo que el
concepto laico y humanista que envuelve a lo que conocemos como Navidad, se
imponga y disfrutemos de un mundo mejor para todos sus habitantes sin
excepción.
Recibe un abrazo sincero y fraterno.
1 comentario:
Después de leer este escrito, reflexión humanista, me siento muy próxima. Hermandad es la palabra que me asocia con el titular de este escrito. Muchísimas gracias por tus reflexiones Fermín, buenas fiestas.
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