La prensa un poquito más seria que el panfleto de Pedro Jota, publica hoy que la casa del rey mandó un asesor legal externo, en 2006, para aconsejar a Urdangarín que cambiase de ocupación.
¿Qué podemos deducir, aunque nos sorprenda, de esta información?
1.- Que hay medios de comunicación más serios, veraces y fiables que el panfleto de Pedro Jota. Ejemplo: La Atalaya.
2.- Que el rey, consciente que su yerno mantiene relaciones sexuales con su hija, tiene serias dificultades para hablar con él cuando, lo que le pide el cuerpo, es sacudirle un sopapo, de forma que se dirige a él a través de emisarios.
3.- Que aunque, el rey y toda su parafernalia y estructuras, nos cuestan a los súbditos alrededor de 1.000 millones de euros al año, consideran necesario contratar un asesor legal externo para transmitirle mensajes a uno se sus miembros. La austeridad por bandera.
4.- Iñaki Urdangarín tenía una ocupación. ¿Cuál era el problema, la ocupación que tenía o, sencillamente, que la tuviera? Aquí, si perteneces a la aristocracia y, no hablemos, si estás emparentado con los Borbones; no se puede desarrollar ninguna actividad con un cargo inferior al de Presidente (con frecuencia más de uno) y con una remuneración por encima de las 6 cifras. Como no existen tantas presidencias disponibles y, reconozcámoslo, asistir a consejos de administración una vez al mes es una actividad agotadora, lo que se impone es dedicarse a ‘sus tareas’ y, de vez en cuando, coger unas merecidas vacaciones.
Voy a contratar un asesor legal externo para ver si este apellido mío, tan rimbombante, me hace acreedor de alguna presidencia aunque, y esto es una oferta irrechazable, me conformaría con un puestecito de consejero o algo parecido.
¡Los sacrificios que hay que hacer!
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