lunes, 23 de enero de 2012

LE HACEN HABLAR A UNO



Este angelito que luce, retrechero, la mitra ladeada no es otro que el arzobispo de Tarragona, Jaume Pujol Ballcels.  Por su gesto, como poniendo morritos, no podemos sospechar lo que nos haría con el báculo si pudiera ya que, la criaturita del señor, al ser preguntado por la postura de la Iglesia sobre la homosexualidad (postura como sinónimo de actitud no de forma de situarse, por dios), no se le ocurre otra cosa que quejarse porque la Iglesia no tiene policías o prisiones.  ¡Joder, qué grima!

Además de sus lindezas dedicadas a su “peculiar tratamiento de la homosexualidad”, se muestra generoso y nos deleita con algunas perlas dedicadas a la mujer: “Debe cuidar a su marido porque es el más pequeño de sus hijos, mimándolo porque, si no, luego pasa lo que pasa”.  Era repugnante ya en siglo XIX.

Y tiene el rostro pétreo de enfurruñarse porque con sus impuestos, tócate el nardo Bernardo, se paguen abortos o se subvencionen asociaciones de ateos. Como si ellos decidieran como gastar los presupuestos del estado…

Ha salido para arreglarlo el arzobispo de Valladolid, “un tal Blázquez”, quejándose amargamente porque han nombrado a Serraya Saenz de Santamaría pregonera de la Semana Santa y no está casada por la iglesia.

Algunos creen que todavía viven en los tiempos del Nacional-Catolicismo.  ¡Qué ilusos! (Mmmmm ¿Ellos o nosotros?).


1 comentario:

Eusebio dijo...

No tenemos que irnos tan lejos, tenemos concejalas de comunión diaria que se escandalizan cuando oyen un taco pero miran para otro lado cuando alguien le pide ayuda.

Los fachas siempre se han amparado en la iglesia catolica para encontrar complicidad a sus delitos y estos de ahora no van a ser menos