sábado, 14 de enero de 2012

FICCIONARIO 2.0 (I) Tratado de filosofía parda

Se cumplen ya 10 años de la publicación de mi Ficcionario y el mundo ha cambiado diametralmente (como diría un amigo mío: Ha girado 360 grados. Y no le falta razón, algunas cosas siguen igual).  En 2002, la tecnología 2.0 no era más que una entelequia para mentes privilegiadas (no es mi caso) y, la publicación en papel, cubría de sobra las expectativas de exhibicionismo que cualquiera en mi lugar pudiera tener.

Hoy día, con las nuevas tecnologías de la información navegando a toda máquina, cabe una revisión de ese pseudo opúsculo publicado entonces, amén de aprovechar una exacerbación del número de potenciales seres torturables.

Tengo la (in)sana intención de revisar y publicar todo el libro e ir subiéndolo por entregas, lo que no quita que me canse, pare, escriba otras cosas, vuelva a continuar, etc.  Ya sabéis que la mente tiene un funcionamiento complejo y, yo, como carezco de complejos, también carezco de funcionamiento.

Comenzaré por haceros partícipes del texto introductorio actualizado que, aunque no tiene demasiada relación con el resto del libro, me dio por ahí.

Besos.

FICCIONARIO 2.0 (Tratado de filosofía parda)

Introducción.

De Luna es un individuo digno de ser estudiado.  Cualquier universidad que se precie debería tener una cátedra en exclusiva que investigase la vida y milagros de este extraño hombre de edad indefinida (eso le gusta creer).  Según la hora del día, la intensidad de la luz o el ángulo en que ésta incida; la edad aparente del espécimen oscila entre los treinta y tantos y los cincuenta y tantos años, pudiendo ir de un extremo a otro en cuestión de segundos.

Para conocer mejor a De Luna, es de vital importancia conocer su pasado:  Decía ser un niño huérfano, lo cierto es que sus familiares lo vieron venir y lo repudiaron en defensa propia a muy tierna edad.  Su infancia y adolescencia transcurrieron en constante deambular por todas las instituciones de caridad del país, hasta el punto de llegar a acuñarse en su honor el término “huérfano itinerante”.  Durante esos años de desarraigo y permanente mudanza, convivió con personajes de todo pelaje y condición que ejercieron sobre él una poderosa influencia, desarrollando una de sus más sobresalientes cualidades, la “Múltiple Personalidad Nula”.

La “Múltiple Personalidad Nula” es una rareza sicológica que hace de De Luna un pionero.  Cuando él fue consciente de su peculiaridad, inició un intenso ejercicio de introspección del que extrajo como síntesis, causa y efecto a la vez de su comportamiento y médula troncal del pensamiento; la(s) célula(s) madre(s) de su(s) personalidad(es):

LAS QUINCE CONTRADICCIONES VITALES (colocadas sin orden ni concierto)

Sé un hortera con estilo.  La frontera entre el buen o el mal gusto es difusa, lo que hoy es vulgar mañana puede considerarse “cool” o “tendencia”, o viceversa.  No te dejes llevar por la moda y haz como James Bond, adapta el modelo clásico e intemporal a tus actuaciones:  Pelo cortado a navaja; bien vestido (aunque seas futbolista): Camisa con chorreras, pajarita, traje oscuro, calcetín oscuro y zapato fino.  Usa un coche con muchos gadgets (las vuelve locas) y, si has de alternar, pide siempre un sol y sombra mezclado, no agitado.

Feminista y misógino.  La mujer es un ser detestable adornado con todos los defectos posibles:  Egoísta; calculadora; si es fría, malo; si es apasionada, peor; manipuladora; irascible; caprichosa; tirana; cruel; rencorosa; vengativa; innoble y perversa.  En resumen, como el hombre pero en inteligente.

Mantente virgen, el porno es la mejor pareja.  Tratar de separar la función reproductora del sexo de su faceta lúdica es un error en el que, antes o después, toda persona acaba cayendo.  Para disfrutar del sexo lúdico es necesaria una pareja (al menos).  Si la relación es satisfactoria, tenderá a consolidarse y, con el tiempo, a hacerse estable:  El principio y el fin del sexo.  Después de años de convivencia más o menos pacífica, el asunto acabará explotando con todas las consecuencias:  Enfrentamientos, reproches, discusiones y peleas.  Se acabará por pronunciar la frase lapidaria que termina con todo: “Hay que ver lo que jodes para lo poco que follas”, a la que la otra parte responde: “Eso será contigo” y te cuesta una pasta en abogados.

Manteniéndote virgen no añoras lo que no has conocido y, con el uso de la pornografía, te ahorras estar media hora abrazado a tu revista o video favorito diciéndole que le quieres.

Un poeta prosaico.  Las palabras son muy importantes.  Son un auténtico lío pero muy importantes.  Expresar de modo correcto y preciso los sentimientos, las emociones, las oleadas de ideas y conceptos novedosos que fluyen de tu cabeza, sin perder un solo matiz, es tarea de titanes; una labor condicionada por el buen aprovechamiento del instante sublime e irrepetible en que la inspiración te asalta sentado en el retrete.  Es también un momento de receptividad completa y se suele echar de menos tener en las manos una obra que dé plena cobertura a las expectativas de conocimiento que, ese ratito de intimidad, despierta.  Una obra versátil que podría salvarte la vida si te quedas sin papel.

Un ser escandalosamente tímido.  Llamar la atención no conduce a nada bueno.  Las sensaciones sico-somáticas que se perciben cuando, una o varias personas, dirigen su mirada hacia ti es una de las bases que sustentan los ritos del vudú.  Al igual que en los conjuros al uso en Haití, el cuerpo sufre un dolor extremo cuando su representación en forma de muñeco de cera es atravesado por un alfiler; un ser tímido se siente ensartado por cada mirada dirigida hacia él, hasta el punto de perder el conocimiento si la situación se pone difícil.  Siempre que sea posible hay que comunicarse por carta, correo electrónico, chat o cualquier método que impida el contacto visual con el interlocutor de turno.  Te da tiempo para preparar una respuesta adecuada y, si fuera conveniente, puedes interrumpir la conversación sin traumas.

Holgazanear es un trabajo muy duro.  El vago ¿nace o se hace?  La humanidad se ha tomado muchas molestias para encontrar una palabra que denomine a los seres más privilegiados de la creación:  Vago, holgazán, gandul, ocioso, perezoso, remolón, maula, haragán, dormilón, poltrón, apático, desidioso, … ¿Qué necesidad hay de decepcionarla?  (Ya continuaré el razonamiento cuando me apetezca).

Dios es ateo.  Dios, por su propia definición, no puede creer que haya algo o alguien superior a él.  Yo estoy hecho a su imagen y semejanza.  Si Dios es ateo, yo también (toma ya silogismo).

De viaje espacial por tu barrio.  Cada persona es un mundo (con el consabido desequilibrio norte-sur).  Entonces, cada familia es un sistema planetario en el que los diferentes mundos giran alrededor de una estrella (el hijo menor o la mascota, si la hubiere).  Los edificios de viviendas son constelaciones que agrupan varios sistemas planetarios alrededor de la potente fuerza gravitatoria de la antena colectiva.  Las calles son galaxias plagadas de peligrosos grupos de asesinos asteroides en forma de excrementos caninos.  Los barrios, ciudades, etc., son macroestructuras formadas por el Big-Bang inmobiliario, … Puedes ser un ser cosmopolita o una partícula infinitesimal.  Tú eliges, fotón de mierda.

Hay que ser perfeccionista en el error.  Una detenida observación de los que nos rodea, nos llevará a la conclusión de que la perfección no existe.  Todas y cada una de las cosas que han sido, son y serán contienen una cantidad variable de defectos que les dan encanto, les hacen únicas.  Todas las taras están provocadas por el error de alguien o de algo y, el concepto de error, encierra en sí mismo la perfección.  Es la excepción a la regla.  Se puede ser descuidado en lo que se hace pero hay que ser meticuloso en las equivocaciones, para algo perfecto que podemos hacer, no dejemos pasar la oportunidad.

Duda mucho, duda firme, duda seguro.  Ya lo dijo Einstein, “Todo es relativo”:  El mundo (¿a cuál nos referimos?), la ciencia (los científicos no se aclaran), las casas (¿Un apartamento en Torrevieja es una casa?), los muebles (¿qué es una cama-nido y una mesa-libro?) o, incluso, las propias palabras (pronombres relativos).  Si lo que hemos dado siempre como seguro no lo es ¿qué será de algo tan matizable como las ideas o las definiciones?  Hay que extraer todo el jugo que las cosas llevan dentro y, después, cuando creas que lo has desentrañado todo, aparecerá algún detalle que estaba oculto para cambiar la realidad.  El ejercicio de la duda no te hará mejor persona pero volverás locos al resto.  Eso seguro (¿o no?)

Totalitario en la tolerancia.  La tolerancia es un ejercicio sano humilde y responsable, es la constatación de la esperanza en una humanidad humanitaria, es el reflejo en nuestro comportamiento de un pensamiento abierto al respeto y la curiosidad; un pensamiento que se enriquece por momentos con ilimitadas aportaciones ajenas.  La tibieza con el intolerante no se puede tolerar.  ¡A las barricadas!

El caos merece ser ordenado.  El mecanismo que rige el pensamiento humano sigue unas pautas internas que no somos capaces de comprender, almacena ingentes cantidades de información que se procesa en milisegundos para, dar como resultado, una idea que se expresa en palabras con una coherencia, a veces, sorprendente.  Esto tiene solución, si ordenamos en el cerebro (alfabéticamente, por ejemplo) nuestros datos, obtendremos un recurso de incalculable utilidad a la hora de saber qué vamos a decir y cómo lo vamos a hacer.  Los resultados serán un poco más lentos al principio (es cuestión de práctica) pero nos aseguraremos de no olvidar nada de lo que recordemos buscar.

Autodidacto titulado.  Una reivindicación justa.  La complejidad de los procesos educativos, unida a la rigidez de la enseñanza reglada, discriminan de forma injusta e hiriente a un colectivo, rebelde en las formas pero profundamente laborioso en el fondo, el de las personas que, sin ayuda externa, adquieren un descomunal bagaje de conocimientos con la sola ayuda de su capacidad de observación e inagotable curiosidad.  la sociedad ha impuesto unas normas que obligan a sus elementos a ceñirse a unas pautas determinadas en el momento crucial del aprendizaje; éstas son, por sistema, raquíticas de contenidos y opresivas en el modo de adquirirlos.  Quienes, obedientes y sumisos, han llegado al final de este recorrido, se encuentran en una situación comprometida a la hora de dar respuesta a las preguntas que, realmente, les solucionarían la vida:  Las de los concursos de televisión que es donde, de verdad, se gana dinero.  Si un autodidacto permite el intrusismo de un abogado en un concurso, por qué éste se enfada (y lo denuncia) a la hora de aplicar las leyes.  TÍTULO DE AUTODIDACTO, YA.

La basura, siempre limpia.  Los colectivos dedicados a las labores de limpieza son los más injustamente tratados por la sociedad.  Sus tareas; ingratas y, a menudo, peligrosas; nunca son tenidas en cuenta en la organización de eventos.  Es más, la población jamás repara en su existencia; sólo se acuerdan de ellos cuando no están o cuando no han hecho su trabajo.  Podríamos, entonces, deducir que el objetivo principal del personal de limpieza es pasar desapercibido.  Triste.

La sociedad urbana tiende a colapsarse en cuanto la basura se hace patente en las calles.  Luego, solucionado el problema, aparece en los informativos el alcalde de turno mostrando impúdico su torpeza:  La operación de limpieza ha sido un éxito, toda la basura ha quedado resplandeciente…

Un colectivo de limpiadores nos ofrecemos para quitar a las palabras toda la suciedad que llevan encima, que las afea y las limita.  Nosotros sólo limpiamos, lo de fijar y dar esplendor es cosa de otro negociado.

Comparte tu egoísmo.  El lenguaje es muy sabio, cualquier cosa que nos pertenezca se denomina propia y lógicamente, si pertenece a otro, se consideraría impropia.  Comparte lo tuyo con los demás, desde nuestra más tierna infancia nos dicen que compartir es bueno y ha llegado el momento de ponerlo en práctica:  Haz que lo impropio se convierta en propio.

En las próximas entregas veremos de qué se trata la filosofía de De Luna tras aplicar sus teorías al pensamiento ¿lógico?

1 comentario:

Santi dijo...

Yo lo compré y recuerdo que me reí mucho
¿Cuándo empiezas con las definiciones que eran lo mejor? Ahora nos reiremos todos. Me gusta