Una primera estimación podría determinar que, Luis “El
Cabrón”, movió cantidades muy por encima de los 30 millones de euros, de dinero
negro, en su etapa a cargo de las cuentas de Alianza Popular, primero, y del
Partido Popular después. Siendo
una práctica alarmante, lo verdaderamente escandaloso sería el origen de ese
dinero. Afirman que procedía de
comisiones varias (muchas y jugosas) y donaciones secretas (a cambio de qué). A nadie se le escapa la “costumbre” de
inflar artificialmente el precio de licitación de una obra pública de modo que,
la mordida o comisión que percibe la persona o entidad que haya tras la
administración, salga directamente de los Presupuestos Públicos. O lo que es lo mismo, se habrían
financiado y enriquecido robando el dinero de todos.
Por lo que se ve, se trataba de una maquinaria perfectamente
engrasada que garantizaba el ingreso constante de grandes cantidades de ese
dinero a lo largo de muchos años, no de un pellizquito hoy, otro pasado mañana,
etc. Eso se llama una Organización
Criminal.
Se habla de un reparto mensual de sobres, por los despachos
de la calle Génova, que irían desde los 5.000 hasta los 15.000 euros. Se cuenta que estos “complementos” bajo
cuerda comenzaron ya en los tiempos de AP y han continuado, prácticamente,
hasta nuestros días (sólo con hacer una simple multiplicación resulta una cifra
mareante) y, atención, se enfatiza en que Rajoy no habría percibido un céntimo
por este procedimiento. Nada se
dice (ni se niega) del resto de las personas que constituyeron la dirección del
partido…
Se han constatado unos exponenciales incrementos en el
patrimonio, de muy difícil justificación, de determinados dirigentes Populares
que, o bien se han escondido o han articulado balbucientes excusas de
credibilidad cero. Enriquecimiento
personal por medios ilícitos, se llama.
Ahora, la figura de Dolores de Cospedal, se ha erigido como
la justiciera que puso fin a estas conductas delictivas (por mandato de Rajoy,
quien no habría hecho nada hasta entonces) y, confieso no haberla entendido
bien, habla de palos que aguantan velas (se referirá a los propietarios de
veleros) y, señala contundente, que “quien lo hace, se le paga” (o algo así).
¿Estos son los regeneradores democráticos? En absoluto, son los cleptócratas que,
apoyados en sus cómplices de la Patronal y la Iglesia, nos están despojando, de
lo que es de todos, en su propio beneficio.
La Ley establece procedimientos para que primero, devuelvan
todo lo robado, e, inevitablemente, den con sus huesos en la cárcel. ¿Tendrá la Justicia lo que hay que
tener para actuar con contundencia y ejemplaridad? No sé, no sé.
Un mínimo de decoro por su parte se sustanciaría en la
disolución inmediata de las Cortes, la convocatoria de elecciones y… ¿Vuelta a
empezar? Porque la tibieza con la
que ha reaccionado el mayor partido de la oposición nos hace temer lo peor.
Dicen que poner en la misma frase “políticos” y “honradez”
es una temeridad. Yo no lo creo,
sigo pensando que hay mucha gente capaz, formada y honesta con capacidad para poner
fin a este régimen de mangoneo insaciable. Este es el momento, démosles la oportunidad.
2 comentarios:
comparto todas y cada una de tus palabras,seria hora de que se retirasen los carcas politicos y den paso a savia nueva y lo mas importante savia no corrompida..
El siguiente paso es si aquel tira de la manta yo también ...
Y Una democracia divide los poderes para que aunque este tipo de conductas tenga lugar, te descubran y lo pagues en carne y dinero ...
Cuando, al igual que en España, no hay división de poderes, la conducta delictiva se cubre y se crea un efecto de bola de nieve. Si aquel lo hace, yo también ...
en este diabólico efecto dominó el sistema se corrompe hasta que alcanza el límite donde la corrupción es el sistema.
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