sábado, 15 de diciembre de 2012

LA TRADICIONAL FELICITACIÓN NAVIDEÑA



Con un grave subidón de glucosa y posterior hipoglucemia celebré las felicitaciones navideñas de la Casa Real, esa fotografía enternecedora de las infantas ambas que, como todos los españoles, muestran su sedoso pelo rubio y sus ojos claros con una sonrisa angelical, me llegó tan hondo que sentí como mi páncreas se colapsaba incapaz de producir tanta insulina.  Se me pasó enseguida, la contemplación del crisma de los reyes, tétrico, oscuro y arcaico me devolvió a la cruda realidad y puso en marcha la máquina de imaginar cómo serían las felicitaciones enviadas por otros personajes.

Provisto de un chip musical, de esos infames que se activan al abrir la tarjeta, que inundará la estancia de esa melancólica tonada que ha trascendido al propio producto, se nos empañarán los ojos con las primeras notas de “Vuelve…”, mientras Ángel Carromero entra cargado de souvenirs caribeños.   Afortunadamente, el taxista no cedió a sus presiones para dejarle conducir.

Una original réplica a pequeña escala de una máquina tragaperras, será el regalo que el dúo Adelson-González enviará a sus privilegiados VIPs.  Dotada de un ingenioso mecanismo, tras la preceptiva introducción de algunas monedas, premiará con un puñado de peladillas y frutillas escarchadas que hará las delicias de grandes y pequeños.  Tras la festividad de los Reyes Magos, funcionarios de la Consejería de Hacienda, pasarán a hacer la correspondiente recaudación.

De un modo discreto, casi anónimo, todos los habitantes de Navarra recibirán, por correo electrónico, un simpático video, elaborado por una empresa ucraniana, donde disfrutarán de las divertidas andanzas, trufadas de torpeza, del Inspector Clouseau por las murallas de Pamplona.  Regocijo garantizado financiado por la Caja de Navarra con un coste de 25.000 €.

En Moncloa han optado por el arte conceptual, un original colage en miniatura elaborado con un completo recopilatorio de las diferentes pegatinas utilizadas en las distintas huelgas, protestas, concentraciones y manifestaciones, darán contenido a la tarjeta navideña que coronada con un “2013. GAME OVER, INSERT COIN”, infundirá en los españoles ese rayo de esperanza que nos hará tanto bien.

José Ignacio Wert, hombre culto y cosmopolita donde los haya, ha dado orden de difundir un CD del coro de la Abadía de Monserrat, donde, las afinadas voces de los monjes, cantan en un perfecto latín. “Ni pa ti ni pa mí”, reza la dedicatoria.

Fátima Báñez ha mandado una Saeta…

2 comentarios:

Juan Mercader dijo...

jajjaja, Feliz Navidad Fermín. Saludos

Natalia Docampo dijo...

Es de risa!...Sino fuera tan triste 0_o Es un poco pronto para eso de las felicitaciones Navideñas, prefiero felicitarte por tu incansable labor de opinión, mordaz y saludablemente democrática.