Tal y como anda el patio, se confirma que son malos tiempos
para la lírica (algún que otro bardo se ha visto obligado a comerse la lira),
malos tiempos para quienes hemos nacido, crecido y nos reproducimos (o lo
intentamos) en el seno de la clase trabajadora, malos tiempos para quienes
venimos dotados de serie con esa condición que se ha dado en llamar Conciencia
Social y nefastos tiempos para la confianza en las instituciones del Estado que
nos deberían amparar y se han (las han) vuelto en nuestra contra. Tétrico panorama.
Pero, como decía el maestro Gila: “El caballo no lo venden
suelto, viene con carro y con moscas” y en una situación de penuria social,
como la que atravesamos, también son malos tiempos para esos estamentos dotados
de una generosidad y altruismo sin límites: Notarios, registradores de la
propiedad, mercantiles, etc.
El ínclito Mariano Rajoy, que nos bobierna con mano de
hierro, que se torna meliflua en contacto con la casta dirigente, no puede
consentir que sus iguales (él es Registrador de la Propiedad) vean menoscabada
su capacidad para generar ingresos y, como consecuencia, reducido su tren de
vida al humillante nivel de un simple trabajador por cuenta ajena. Debía hacer algo y debía hacerlo
pronto.
Puesta en marcha la maquinaria implacable de esquilmar
terrenos inexplorados, ha encontrado su El Dorado particular en la vasta
colección de trámites que los humildes (y no tan humildes) ciudadanos
realizamos en el Registro Civil.
¡Eureka!
Así, cada persona está obligada, en el transcurso de su
vida, a inscribir, entre otras cosas, nacimientos, bodas, divorcios, cambios de
domicilio, testamentos o, en su momento, la muerte. Asegurados cuarenta y siete millones de clientes, que
acudirían varias veces en la vida, el beneficio está garantizado y, ahora, hay
que encontrar la fórmula que permita explotar esa mina de diamantes por sus
concesionarios. Se privatiza y
punto.
Atentos pues a nuestras pantallas porque no tardará en
perpetrarse el enésimo capítulo de este expolio al ciudadano y, me pregunto,
cómo van a explicarlo si no pueden aducir el déficit, la crisis, o la herencia
recibida ya que el mecanismo será simple pero implacable: Yo, ciudadano, te
entrego a ti este dinero, por imperativo legal, para que lo amases y hagas con
él lo que se te ponga en el forro de tus caprichos. Dinerito limpio.
Dicen las malas lenguas que, este año, notarios y
registradores se han abstenido de sufrir el oneroso gasto de la Lotería de
Navidad ¿Para qué? Si tienen asegurado el Gordo de los gordos.
No sé si nos privatizarán la vida pero sí lo que nos suceda
en ella…
4 comentarios:
Fermin esto lleva mal camino, lo privatizarán todo. Gallardón pasaba por ser el mas progre del gobierno y destaca como alumno aventajado de la derecha más rancia. Todavía quedan 3 años, miedo me da. Saludos.
Gracias por tu comentario, Juan. Cualquier día legislarán para que nos cuelguen por los pies y dirán que crean empleo con los que recojan las monedas que caigan...
Eres Buenimo, Comentandonos como nos están ó nos quieren Privatizar hasta la misma vida Nuestra #BASTAYÁ
Gracias Juan, la situación no es para menos
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