miércoles, 29 de febrero de 2012

LA HOJA DE RUTA



En 1983, época dorada para la desbordada creatividad de los que, entonces, éramos jóvenes; el grupo gallego, Golpes Bajos, publicó un himno 30 años adelantado a su tiempo: “Malos tiempos para la lírica”.  Hoy, cualquier parecido con aquella España de los 80, es añorado y envidiado.  ¡Sniff!

Han transcurrido ya 65 años desde el fin de la Segunda Guerra Mundial y; hay voces que señalan que estamos en medio de la 3ª y vamos perdiendo.  Cada vez que la estructura socioeconómica que conocemos como Civilización Occidental entra en crisis, se resuelve mediante una sangrienta catarsis y esta vez no va a ser una excepción.  Los hechos cantan.

Si entendemos “catarsis” como el concepto que lleva a la purificación mediante la expulsión de las sustancias nocivas para el organismo, no queda más remedio que sentirse atormentado por una duda terrible ¿Es ese organismo lo que conocemos como Civilización Occidental?  ¿Quién es el elemento nocivo, nosotros, las humildes células, o el mecanismo perverso que nos empuja a la esclavitud o la destrucción?  Los buenos y los malos.

Desde la década de los 50, la derecha europea ha circulado siempre a remolque de la estadounidense, dividida entre derecha o extrema derecha; de modo que, las prácticas que allí se consideran normales, aquí han causado serias revueltas sociales hasta quedar abandonadas.  ¿Cuál ha sido el problema?  El pensamiento crítico; que ha hecho de Europa un paraíso donde la ciudadanía producía como la que más pero disfrutando de unos derechos sin parangón en el resto del mundo.  Privilegiados.

Conviene, pues, hacer un breve recordatorio de una de esas frases grandilocuentes que iluminaron nuestra adolescencia y, entre ellas: No permitas que los árboles no te dejen ver el bosque. 

 La Hoja de Ruta de los poderosos, como en el Amazonas, encuentra obstáculos en forma de enormes árboles para los que ellos han creado fórmulas de tala masiva: Crisis económica, reforma laboral, recorte de derechos, desguace del Estado del Bienestar al mejor postor, … Sin embargo, no es suficiente, las mentes maliciosas que pergeñan esta situación que sufrimos han diagnosticado el problema con precisión quirúrgica:  El bosque es el Pensamiento y, éste, es consecuencia inevitable de la Educación.

Y se han puesto a la tarea: Nos disfrazan la liquidación de la Educación como un gasto inútil con el que hay que terminar llevándonos por un tortuoso laberinto hacia la meta de la instrucción teledirigida y, como siempre hay algún bocazas que nos abre los ojos, ya ha salido algún caudillito regional pidiendo un recorte salvaje a la Universidad como la solución a los problemas.  Pensemos pues.

Las sonrojantes primarias republicanas en EEUU nos ayudan a evaluar la dimensión del problema; el candidato ultracatólico Santorum, otro lenguaraz, ya señaló ayer a la Universidad como la causa de todos los males del mundo por la indiscutible razón de que enseña a pensar.  Intolerable.

Terminaré con Tagore: “Convertid un árbol en leña y arderá para vosotros pero jamás volverá a dar flores ni frutos…”

… pues nos tienen quemados.




1 comentario:

Megapraxis dijo...

Me ha gustado la entrada. Coincido con el análisis. El objetivo es arrasar la educación. Saben que golpeando ahí lo demás caerá por su propio peso. Es espeluznante que siendo precisamente la educación el pilar, junto con la salud (otra víctima) del progreso y el bienestar de las naciones (si, no me equivoco, no es la riqueza material, ni las materias primas, ni los bancos, ni las ausencias de déficits, no: son los sistemas educativos y sanitarios los que marcan las diferencias entre las naciones), hayamos hecho tan poco hasta ahora por salvarlos. Está en juego no solo nuestro bienestar y el de nuestros conciudadanos: está en juego el de las generaciones futuras. SALVÉMOSLO!!!