jueves, 2 de febrero de 2012

A LOS MAYAS SE LES HA IDO DE LAS MANOS


Si aquel antecesor nuestro hubiera imaginado apenas el significado de los conceptos: Royalties, derechos de imagen o SGAE, seguro que se habría preocupado de asegurarle a sus descendientes la existencia por aquel bisonte tan aparente que pintó en Altamira.  Al menos en Tabacalera hubieran tenido que aflojar un buen montante para vender sus famosos paquetes de rubio sin boquilla.

Pues con Los Mayas sucede algo parecido, la mañana que siguió a una noche complacida, el escultor local, atormentado por una resaca legendaria, deseó al género humano un fin implacable y doloroso; sólo comparable al que él sufriría si no terminaba a tiempo los bajo relieves que le encargaron hace meses.

A principios del S XX, unos estudiosos de la cultura Maya, tratando de solemnizar el porqué de esos extraños signos, convinieron que profetizaban el fin del mundo en una fecha que bien podría coincidir con el 21 de diciembre de 2012 de nuestra era (confiando en que 100 años más tarde nadie se acordaría) y se fueron a celebrarlo.  Mira por donde un arqueólogo aburrido, desempolvó esos legajos y dio a conocer la mala nueva a todo el orbe:  Al mundo que conocemos le quedan poco más de 10 meses de vida.

Como el choteo consiguiente no desmereció el revuelo de la noticia, tirando de imaginación elaboró una relación de los signos y señales que anuncian que, para lo que nos queda, pagar la hipoteca es tirar el dinero…

Veamos si esos dos bultitos que flanquean nuestra garganta están justificados:

El Paro sube como la espuma haciendo desaparecer, cada día, la friolera de 9.000 empleos.  5.300.000.

Los bancos, Santander y BBVA como ejemplo, se quejan porque su cifra de beneficio ha descendido un 40 % aunque no deja de ser obscena.  Eso si, el gobierno prepara otra generosa remesa de dinero público para que saneen sus cuentas.

La mafia rusa a dejado de visitar la comunidad valenciana y ha denunciado a sus dirigentes por competencia desleal.  La visita del Papa dejó las arcas más vacías y los bolsillos más llenos.  Una más.

Esperanza Aguirre recorta el salario de los trabajadores públicos, mete la motosierra en educación, racanea con los presupuestos de la sanidad pública y, como aquí sobra dinero según y para qué, sube el sueldo a los altos cargos de la Comunidad a razón de 3.000 euritos por cabeza.

Federico Trillo ha visto como, la espada de la justicia, se ha inclinado por sobreseer el pestilente caso del Yak42, fechas antes de su vuelo a EEUU a presentar sus credenciales como nuevo embajador (él vuela en Airbús).

El Ministro de Educación y Cultura no sabe distinguir un libro de texto de un documento de dudoso gusto.  Mal vamos si el responsable de la educación, por ineptitud, no sabe esto, porque si ha mentido con descaro, sería infinitamente peor.

En vista que la Ley del Suelo del 98 se les quedó coja, Arias Cañete va a dejar la Ley de Costas convertida en un tablero del Monopoly.  Hay chorrocientos mil pisos sin vender pero la casita en la costa no es cosa de obreros pelagatos, es para gente con “posibles”.

El presidente del gobierno, en un hecho sin precedentes, ha convocado una Huelga General a cuento de la nonata reforma laboral, sólo ha dejado abierta la opción de ponerle fecha y, como vea dudar a los sindicatos, la pone él mismo.

No sé.  A mí me parecen unos signos desalentadores, el aviso de un enorme cataclismo que se avecina y que invita a sacar del baúl de los recuerdos nuestra frase favorita de cuando éramos estudiantes:  A follar, a follar, que el mundo se acaba.

Eso sí, como no suceda nada, el 22 de diciembre me oyen los niños de San Ildefonso, los impresentables del Gobierno y los Mayas.  Por ese orden.

No hay comentarios: