sábado, 29 de diciembre de 2012

LIQUIDACIÓN DE SERVICIOS PÚBLICOS: MADRID, BANCO DE PRUEBAS



Ante todo debo rendir un agradecido reconocimiento a todos los colectivos sanitarios que han luchado hasta la extenuación para tratar de evitar que se perpetrara esta golfada.  Facultativos, enfermería, auxiliares, celadores, administrativos, … han mostrado una capacidad de sacrificio, una dignidad y solidaridad más allá de lo humanamente posible y, con el firme propósito de defender un modelo sanitario eficiente y de calidad que es de todos los ciudadanos, han puesto en juego su economía personal y sus puestos de trabajo.  Gracias de corazón.

La actitud, sin embargo, de Presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, chulo y altanero, al frente de un gobierno sospechoso y un grupo parlamentario Popular sumiso y alejado de la realidad debe ser objeto, inmediatamente, de una profunda investigación que determine cuáles son los intereses bastardos que se ocultan tras los falsarios argumentos empleados y qué beneficios obtendrán de esta salvajada política y social que acaban de llevar a cabo.

Es significativo que, el pelele consejero Lasquetty, se haya hartado de proclamar a los cuatro vientos que es una medida que conduce a un ahorro en los presupuestos públicos y, al ser preguntado por la cifra de ahorro que supondría, no supo dar una respuesta.  ¿Por qué?  No han presentado ni un solo documento, estudio o informe que justifique la privatización de la sanidad madrileña en base al cacareado ahorro, es más, en otro alarde de soberbia se comprometió a estudiar una propuesta alternativa que presentasen los profesionales sanitarios y que ahorrara 530 millones de euros (cantidad pronunciada al azar).  Los médicos presentaron una contra oferta que ahorraba 1.200 millones y ahí, el inefable Lasquetty, empezó a balbucear.

Lo único cierto es que hay un ramillete de empresas, colocadas estratégicamente en la línea de salida, dispuestas a llenarse los bolsillos con el dinero de los madrileños a costa de una patente disminución de la calidad del servicio, rechazo sistemático a la realización de pruebas diagnósticas de alto coste y derivación de patologías complejas e intervenciones, que requieran el uso de medios más allá del mínimo establecido, a los hospitales que continúen dentro del sistema público.  Conocemos el importante número de profesionales que irán a la calle para, al día siguiente, volver a ser contratados en una situación de precariedad brutal, sin derechos laborales y unos sueldos cercanos al salario mínimo.  La única tecnología de última generación que funcionará a pleno rendimiento será la que utilice la máquina registradora.  Cling, cling, Caja…

Nos consta que Madrid es el banco de pruebas de estas políticas que esquilman cualquier servicio público de calidad y, que en resto de España, se está muy pendiente de lo que aquí suceda.  Pues apliquemos el refrán:  Cuando las batas blancas del vecino veas podar, protege las tuyas que te las van a quitar.

Han vendido la Sanidad y, detrás, vamos nosotros, los ciudadanos.  #MareaBlancaSiempre 

1 comentario:

Juan Mercader dijo...

me temo que muchas cosas seguirán igual en 2013 o peor quien sabe. En cualquier caso hacemos un paréntesis y chin chin por el 2013, te deseo lo mejor de entre lo mejor. Un abrazo.